Tragedia aérea en Uruguay. Rescatan los cuerpos de los dos pilotos argentinos fallecidos y peritan los restos del avión
Lo hicieron bomberos y personal de la Fuerza Aérea, que además inspeccionaron el Piper Pa-24 Comanche que se estrelló ayer a la tarde en la Sierra de las Ánimas, a unos 32 kilómetros de Punta del Este; los cadáveres de Kevin Alonso Raggio y Franco Pamboukdjian Acevedo fueron trasladados a Montevideo para la autopsia
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Kevin Alonso Raggio y Franco Pamboukdjian Acevedo eran muy jóvenes y perdieron la vida haciendo lo que amaban: volar. Se estrellaron minutos antes de llegar al aeropuerto de Laguna del Sauce, cerca de Punta del Este, adonde viajaban tras haber decolado, en la soleada mañana del domingo, del aeródromo internacional de San Fernando. Todavía se desconocen las causas de la tragedia, que ya comenzó a ser investigada por peritos de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación de Uruguay, que este mediodía rescataron los cuerpos de los pilotos fallecidos en el área del desastre, en la Sierra de las Ánimas, unos 30 kilómetros al oeste de Punta del Este.
Según informó el portal informativo Maldonado Noticias, los cadáveres fueron trasladados al Instituto Técnico Forense de Montevideo, donde se realizará la correspondiente autopsia. Equipos de rescate de la Fuerza Aérea Uruguaya, acompañados por el fiscal de Maldonado Sebastián Robles, sobrevolaron la zona, el cordón serrano cercano a Piriápolis, y luego descendieron en el lugar del trágico impacto para rescatar los cuerpos y relevar los restos del Piper PA-24 Comanche que, al momento del desastre, pilotaba Alonso Raggio, de 27 años, con Pamboukdjian, de 22, como copiloto.
En tanto, la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) argentina informó que “tal como lo establece el Anexo 13 de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), designará un representante acreditado con el fin de participar en la investigación efectuada por la República Oriental del Uruguay”.
El Piper PA-24 matrícula LV-CVT había partido de San Fernando a las 11.20 del domingo; en su última comunicación con el controlador aéreo de Montevideo, que lo tenía en su radar, Alonso Raggio requirió coordenadas para el arribo a Laguna del Sauce, por lo que se entiende que estaba en la fase de aproximación para el aterrizaje, puesto que había solicitado el descenso de 3000 a 1000 pies, es decir, de 1000 a 300 metros. No se descarta, por ello, que el Piper se haya encontrado con nubes de baja altura que hubiesen dificultado el pilotaje visual en la zona serrana. Las autoridades uruguayas certificaron que no había niebla al momento del siniestro. Tampoco había vientos cruzados fuertes u otra condición meteorológica que hubiese podido influir en la situación de vuelo. Esta tarde era objeto de deliberaciones el hecho de que volaran a tan baja altura cuando aún les restaba un poco más de 30 kilómetros para arribar al aeropuerto cercano a Punta del Este.
Última comunicación del #LVCVT con el control de Montevideo, antes de perder contacto. pic.twitter.com/47pnI1NuUx
— Aviones en Ezeiza (@AvionesenEzeiza) August 22, 2021
Distintas cuentas de Twitter dedicadas al quehacer de la actividad aérea-entre ellas, Aeronáutica Uruguay y Aviones en Ezeiza- comunicaron que a las 12.43 “se perdió todo contacto” con la aeronave a unas 20 millas (más de 32 kilómetros) del aeropuerto Carlos Curbelo, de Maldonado, puerta de entrada a Punta del Este.
La incidencia motivó la rápida reacción de la Fuerza Aérea Uruguaya, que comisionó un helicóptero y un avión Aviocar C-212 a escudriñar la zona donde se había perdido el contacto con el Piper. Poco después se sumó una tercera aeronave al rastreo para atender la emergencia.
Rescate2 Aviocar C-212 pic.twitter.com/FM49Z3gRwr
— Antonio Bilhoto (@AntonioBilhoto) August 22, 2021
Pasadas las cinco de la tarde divisaron los restos del Piper Comanche entre la vegetación de la zona de Pozos Azules, en Sierra de las Ánimas. El helicóptero descendió y pudo verificar que los dos tripulantes de la aeronave habían fallecido.
El cotejo del plan de vuelo presentado en San Fernando permitió a las autoridades uruguayas establecer que quienes iban en el PA-24 eran Alonso Raggio y Pamboukdjian Acevedo, de 22.
El avión, turbohélice de vieja data y de uso muy extendido en todo el mundo, estaba matriculado en la Argentina a nombre de la empresa de aviación general Trade SA. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) les informó a sus pares uruguayos que tanto la aeronave como Alonso Raggio tenían su documentación y licencias activas. Además, Pamboukdjian Acevedo tenía habilitación para vuelos por instrumentos. En una de las fotos principales de su cuenta de Facebook se lo ve apoyado en una aeronave de la firma Sky Flight.
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