Toma de rehén en Caseros: el secuestrador estuvo atrincherado ocho horas con el cadáver de su amigo
Según las primeras apreciaciones de la Policía Científica, José Cáceres, la víctima, habría muerto poco después de las 2, cuando el conflicto estaba lejos de resolverse
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Alejandro Maldonado, el hombre que disparó más de 300 tiros mientras estuvo atrincherado en su casa de Caseros, en Tres de Febrero, pasó ocho horas encerrado junto al cadáver de su amigo, al que se presume que mató después de tomarlo como rehén. Antes, había intentado ahorcar a la esposa, que logró salir de la escena, al igual que la pareja y el hijo de la víctima.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes de la investigación. Después de que el grupo de élite Halcón de la fuerza de seguridad bonaerense irrumpiera en el inmueble y matara a Maldonado, ingresó personal de la Policía Científica que, tras revisar el cuerpo de la víctima, José Cáceres, determinó que llevaba —dato confirmado en la autopsia—, ocho horas muerto.
Según el informe preliminar de la autopsia, Cáceres fue asesinado de un balazo que ingresó por el costado izquierdo del cuerpo, en la zona intercostal y quedó alojado entre la piel y una costilla del lado izquierdo. En tanto que Maldonado falleció al recibir dos balazos en el pecho disparados por los efectivos del Grupo Halcón que irrumpieron en la vivienda, aproximadamente a las 9.20.
“El cadáver estaba rígido”, explicó una fuente judicial. Cáceres tenía 47 años. Fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias Télam explicaron que como en la casa se hallaron explosivos y trabajaban los peritos para poner a resguardo el lugar, aún no había precisiones de cómo había muerto el rehén Cáceres.
Según fuentes de la investigación, además de los cuerpos del rehén y del agresor, los policías hallaron en la casa una importante cantidad de residuos balísticos, que corresponderían a los 300 disparos de habría realizado Maldonado durante las diez horas que duró la toma de rehenes.
Los investigadores indicaron que, si bien no tenía un arsenal, el agresor había acopiado una gran cantidad de proyectiles 9 mm y cartuchos de escopeta calibre 12.70 que cargó con perdigones 9 mm. Maldonado esperó a los policías del Grupo Halcón, parapetado detrás de una barra instalada en comedor del PH. Además de la importante cantidad de vainas y cartuchos de escopeta esparcidos en el piso, los peritos de Gendarmería encontraron el techo de chapas agujereado por disparos efectuados por Maldonado.
“Era un experto tirador”, sostuvo el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, respecto de Maldonado.
Todo había comenzado a las 23.45 con una llamada al 911 para denunciar una emergencia en un PH ubicado en la localidad de Caseros, en el partido de Tres de Febrero.
El primer móvil policial llegó al 3900 de la calle Tres de Febrero, 15 minutos después de la llamada al 911. En el lugar, los uniformados se entrevistaron con Paula Russo, la esposa de Maldonado.
“La mujer sostuvo que Maldonado es paciente psiquiátrico y que la habría tomado del cuello con intensiones de asfixiarla y que perdió el conocimiento”, según reconstruyó LA NACION de fuentes judiciales.
Cuando recuperó el conocimiento, Russo pudo salir del inmueble junto con su amiga, que sería la esposa de la víctima.
Dentro del PH se quedaron Maldonado, que estaba armado y Cáceres. Apenas el personal policial intentó acercarse a la propiedad, comenzaron los disparos por parte del sospechoso.
Con Maldonado atrincherado y Cáceres de rehén, se convocó al grupo Halcón. En el caso tomó intervención el fiscal de San Martín Carlos Insaurralde.
Berni sostuvo que durante toda la noche se intentó negociar con el atrincherado, quien efectuó alrededor de 300 disparos hacia el exterior y no formuló ninguna exigencia durante la negociación.
“La situación es una persona con alteraciones mentales bastante importantes, totalmente atrincherada y en su delirio decía que se ha preparado para la tercera guerra mundial. Los que lo conocen dicen que tiene máscara antigás y chaleco antibalas”, afirmó el ministro de Seguridad antes de que se decidiera irrumpir en el PH de Maldonado.
Con el transcurso de las horas se comenzó a sospechar que el rehén no estaba con vida. Según informó Télam, Berni y el fiscal Insaurralde intentaron negociar con Maldonado, pero solo recibieron como respuesta disparos. “Cada vez que hablábamos respondía con tiros”, sostuvo el ministro de Seguridad bonaerense.
Finalmente, pocos minutos después de las 9.20, el fiscal Insaurralde ordenó que la policía irrumpiera en el PH de Maldonado.
Una filmación captó el momento en que los oficiales del equipo táctico entraron por los fondos de la vivienda, asalto en el que el agresor fue abatido luego de un tiroteo en el que cinco efectivos policiales fueron heridos, dos de ellos, con impactos de bala en la zona inguinal y costal, respectivamente.
Como parte de la táctica operativa, para salvaguardar la vida del agresor y del rehén, los policías ingresaron con un perro entrenado para atacar y arrojaron una bomba de estruendo para aturdir al secuestrador. Pero, lejos del cumplir el objetivo buscado por los policías, Maldonado abrió fuego e hirió a cinco policías.
Uno de los efectivos baleados, que habría sido identificado como Marcelo Leonardo Ponce, se desempeña como entrenador de perros en la División Capacitación y Seguridad y no formaba parte del Grupo Halcón. Según fuentes policiales, Ponce resultó herido en la arteria femoral y fue atendido por los médicos que estaban en una ambulancia, a pocos metros de la escena de la toma de rehenes. Ponce está internado en grave estado.
El teniente Ricardo Abeldaño, el otro entrenador de perros, resultó herido en una costilla. En tanto que los oficiales Alberto Medina y Gabriel Lescano, que se desempeñan en el Grupo Halcón, sufrieron heridas leves.
Poco después, en la puerta del Hospital Carrillo donde fue a ver a los policías heridos, Berni dijo que uno de los uniformados se enfrentó “cara a cara” con el agresor y agregó que el agente le contó que Maldonado les disparaba “con dos pistolas”.
Después de la irrupción del Grupo Halcón, entró la Policía Científica y constató que “por la temperatura y la rigidez del cuerpo, el rehén llevaba ocho horas de fallecido”. En la autopsia, realizada en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora, los forenses que trabajaron en la escena del crimen dijeron que, Cáceres tenía un balazo y con orificio de entrada en el costado izquierdo, sin orificio de salida, debido a que el proyectil quedó alojado entre la piel y la costilla..
Para hacer los peritajes en la escena de los hechos fue convocado personal de la Gendarmería Nacional.
Según informaron a LA NACION fuentes policiales, Maldonado tenía cinco causas penales en su contra. En 2002 había sido imputado por resistencia a la autoridad y en septiembre de 2019 por lesiones leves.
“La causa por lesiones se resolvió con una suspensión del juicio a prueba por un año y medio”, explicaron las fuentes consultadas.
Según pudo saber LA NACION, Maldonado había renovado su credencial de legítimo usuario (CLU) en junio de 2017, por lo que estaba vigente hasta el mismo mes del año próximo. Uno de los requisitos excluyentes para obtener esa certificación es contar con un certificado de aptitud psicológica expedido por un profesional en materia de Salud Mental. Esa condición solo debe ser revalidada cuando se renueva la CLU, aunque la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), como organismo de control de usuarios y armas de fuego, puede revocar una licencia por indicación de una autoridad competente (por ejemplo, un fallo judicial), según precisaron especialistas en la temática.
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