Tigre: manejó alcoholizado, atropelló a dos amigas, mató a una y la otra quedó internada en estado crítico
Brenda Ayelén Joubert tenía 22 años y salió a festejar el cumpleaños de su amiga Melanie Dalmaris; ambas fueron embestidas por un conductor que se dio a la fuga y luego se entregó en la comisaría
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LA NACION
Una joven de 22 años murió ayer y su amiga resultó herida de gravedad luego de ser atropelladas por un auto al salir de un boliche ubicado en la localidad bonaerense de El Talar, partido de Tigre. En tanto, el conductor del vehículo, que estaba alcoholizado al momento del hecho, fue detenido horas más tarde tras fugarse, informaron fuentes policiales y judiciales.
El siniestro sucedió en la madrugada del domingo en la intersección de la colectora este y la calle Defensa, cuando las dos jóvenes caminaban por esa zona luego de concurrir al local bailable Tropitango. Las amigas fueron atropelladas por un Citröen C3, cuyo conductor abandonó el vehículo en la escena y se dio a la fuga.
Fuentes policiales confirmaron a la agencia Télam que una de las jóvenes, identificada como Brenda Ayelén Joubert, de 22 años, falleció producto de las heridas provocadas por el impacto. Mientras tanto, los voceros afirmaron que su amiga, Melanie Dalmaris, también de 22 años, se encontraba internada en estado crítico hasta ayer a la tarde, en el Hospital General de Pacheco.
“Ambas volvían de un boliche después de festejar el cumpleaños de Melanie, hasta que las sorprendió un vehículo que las atropelló”, narró a Télam una fuente con acceso al expediente.
Por su parte, el conductor del Citröen C3 se entregó unas horas más tarde en la Comisaría 3ra de la localidad bonaerense de Pablo Nogués, donde fue identificado como Matías Leonardo Martínez, de 31 años. El hombre fue sometido a un test de alcoholemia que arrojó resultado positivo con 1,38 gramos de alcohol en sangre, cuando el máximo permitido para conducir vehiculos particulares es de 0,5 gramos.
Ante esta situación, Martínez quedó detenido. Se lo acusa de homicidio culposo y lesiones culposas. Investiga el hecho la fiscal María Virginia Toso, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Don Torcuato.
El Talar: un auto terminó en una zanja a la salida del mismo boliche
En tanto, una noche que iba a ser de salida para dos jóvenes, en el mismo boliche donde ayer ocurrió la tragedia, terminó mal. Es que los amigos, que se desplazaban en un Chevrolet Corsa color gris oscuro, culminaron la jornada esta mañana en una zanja lindera a la Panamericana, a la altura de El Talar. Tras impactar siguieron un rato adentro del vehículo incrustado en el pasto. Aunque tuvieron que salir con la llegada de los oficiales de la Policía y de personal de la Municipalidad de Tigre, que intentó realizarle al conductor seis controles de alcoholemia y lo dio por positivo luego de que a todos los hiciera mal.
El amigo que viajaba con él dio una insólita explicación sobre lo ocurrido. “Se acostó a dormir adentro del auto, se le salió el freno de mano y se le fue para abajo. Estaba estacionado y se le fue para adentro”, intentó detallar el joven, que sin embargo aclaró al canal C5N desde adentro del vehículo, antes de las 7 de la mañana, que estaban bien pero todavía no habían pedido la grúa. La situación ocurrió en un boliche cercano a la autopista, en el cruce con Paraguay.
Un rato después, cuando los servicios de emergencia los habían revisado y habían constatado que no presentaban ninguna lesión, el acompañante volvió a hablar con los medios presentes en el lugar. “Nos íbamos a quedar acostados durmiendo en el auto, era lo más lógico que podíamos hacer: acostarnos a dormir en el auto y después al otro día o a las horas, arrancábamos”, dijo y siguió: “No sé en qué momento sacamos el freno de mano del auto y se movió”.
De buen humor pese a lo acontecido, el joven siguió en el intento de explicar el choque. “Nos acostamos como cualquier persona se iría a acostar, porque sabe que no puede manejar y se va a acostar a un auto a dormir. Tuvimos la mala suerte de que estaba en caída el piso. Teníamos el freno de mano puesto, se lo sacamos, uno lo que menos espera es sacárselo, se lo sacamos inconscientemente”, relató.
Tras eso, dijo que “nunca” hay que manejar alcoholizados. “Era un daño peor. Lo más lógico era acostarnos a dormir”, consideró.
No obstante, el conductor no sopló correctamente en ninguno de los seis test de alcoholemia que le hicieron para determinar si había tomado bebidas y entonces se lo dio por positivo. Debido a eso, el auto quedó retenido y se secuestró su carnet de conducir.
LA NACION
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