Terror narco en Rosario. La sombra de los Monos aparece detrás de las amenazas contra Ángel Di María
Los investigadores sospechan que Dylan Cantero, preso en Piñero, habría ordenado el ataque intimidatorio registrado en la entrada del country Funes Hills, donde vive el futbolista cuando viaja al país; la Policía Federal arrestó a tres sospechosos por ese caso
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ROSARIO. La Policía Federal atrapó a dos hombres y a una mujer que habrían participado de las amenazas contra el futbolista Ángel Di María en el country Funes Hills Miraflores. Y una de las hipótesis que se investigan es que Dylan Cantero, uno de los hijos de Ariel Máximo, alias El Viejo, fundador de la banda de Los Monos, habría orquestado estas maniobras intimidatorias para generar conmoción, por lo que durante el mediodía fue allanado el penal de Piñero, donde este joven –figura de una de las nuevas generaciones del clan narcocriminal– está detenido en uno de los pabellones de “alto perfil”.
Uno de los últimos capítulos de esta serie de ataques y amenazas que sacuden a la ciudad comenzó el lunes a la madrigada en el country Funes Hills, donde vive la familia de Di María. “Ni Pullaro te va a salvar”, fue la intimidación que apareció en la puerta del barrio cerrado situado al oeste de Rosario, entre la autopista a Córdoba y la vieja ruta 9. La amenaza fue arrojada desde un auto en una bolsa negra. Los guardias del country detallaron también que se produjeron cuatro detonaciones, pero nunca se encontraron las vainas ni evidencias de impactos. Luego, Rosario volvió a quedar paralizada por una serie de amenazas y ataques contra colectivos, una serie de hechos que el gobierno de Santa Fe consideró una respuesta a los mayores controles en los pabellones de “alto perfil” en Piñero, donde está detenido Dylan Cantero. Su celda fue allanada este mediodía en busca de evidencias.
La clave para la detención de los autores de las amenazas contra el astro de la selección argentina fue una serie de escuchas telefónicas que se estaban realizando en el marco de otra causa instruida por el fiscal federal Javier Arzubi Calvo. “Esto lo ordenaron los de arriba”, dijo en uno de los diálogos, según revelaron a LA NACION altas fuentes judiciales, Pablo Ezequiel Acotto, quien va a ser acusado como uno de los autores materiales de las amenazas que se llevaron adelante a través de un Renualt Megane que este miércoles apareció abandonado en Rosario. Los de “arriba” serían eslabones de la banda de Los Monos que están detenidos en el penal de Piñero.
Acotto mantuvo conversaciones, durante las últimas horas, con una mujer llamada Tamara, que habría sido quien financió esta acción por orden de Dylan Cantero, que tiene 20 años, y fue condenado en un juicio abreviado a tres años de prisión. El historial de este joven era más espeso en su época de menor de edad. Fue arrestado en varias ocasiones cuando portaba armas de fuego, como ocurrió en marzo de 2021, cuando fue aprehendido, además, con 280.000 pesos y 700 dólares.
Al poco tiempo de cumplir los 18 años quedó preso en el marco de una investigación de la fiscal Marisol Fabbro sobre un grupo desprendido de la histórica Banda de Los Monos que posicionó como líderes a Luciano “Lucho” Cantero y su madre Lorena Verdún, hijo y expareja de Claudio “Pájaro” Cantero, referente de la organización asesinado en 2013. Es una nueva generación del clan, ultraviolenta y que, incluso, se desmarca de la línea orgánica de la banda y desafía a los viejos líderes.
Si se confirma que este eslabón de la banda de Los Monos estuvo detrás de las intimidaciones a Di María, es posible que comiencen a entrecruzarse otros hechos de amenazas y muertes que sacudieron Rosario durante el último mes.
Pablo Acotto y la tal Tamara, que trabajaban para este subgrupo de Los Monos, estaban siendo investigados en una causa por venta de drogas por el fuero federal. Por ese motivo eran objeto de escuchas judiciales. Durante la madrugada de este miércoles, Acotto, que era seguido por efectivos de la Policía Federal, se dirigió a una casa en la localidad de Pérez, en el sudoeste del Gran Rosario, donde se encontró con su pareja. Cuando salieron llevaban un bolso, que fue incautado por la PFA; contenía 135 gramos de cocaína.
Al momento de la detención, Acotto también tenía en su posesión dos teléfonos celulares y 11.700 pesos. Durante el registro de su domicilio, se encontró una pistola calibre 22 Bersa con tres municiones del mismo calibre, un pendrive, otros dos celulares, 13,5 gramos de cocaína, un reloj y una llave de auto. Además, se procedió al secuestro de la camioneta Renault Duster en la que se movilizaba y a la detención de una pareja integrada por Gabriel Ismael Pastore, de 27 años, y Sara Belén Gutiérrez, de 23, ambos de Rosario.
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