Terror narco: diez allanamientos en el barrio donde atacaron a balazos a las dos mujeres que esperaban el colectivo
Los procedimientos se hicieron en la zona sur de Rosario; por el momento no hay detenidos; abrazo solidario y rezos en el hospital donde está internada Virginia Ferreyra, la profesora de danzas que pelea por su vida
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ROSARIO.– Diez allanamientos se hicieron hoy en la llamada torre 11 del barrio Fonavi de Parque del Mercado, en el sur de esta ciudad, donde a unos metros de allí, en una parada de colectivos, dos mujeres quedaron en medio de un demencial ataque narco.
En el ataque fue asesinada Claudia Deldebbio, de 58 años, y su hija Virginia Ferreyra, de 32 años, pelea por su vida en el hospital de Emergencias, donde anoche se realizó un abrazo al edificio para rezar por su recuperación.
Los allanamientos se realizaron en el lugar donde viven “soldaditos” del llamado clan Ungaro, uno de los protagonistas de esta trama violenta que terminó con la vida de Deldebbio. Dos personas quedaron detenidas, pero que son ajenas, por ahora, con este caso. Tenían pedido de captura por otros hechos.
Los investigadores manejan como hipótesis que el ataque del sábado pasado tiene como trasfondo una disputa narco, por la venta de drogas en el barrio La Tablada, entre dos bandas, una que lideran René Ungaro y Alan Funes, ambos presos en el penal de Ezeiza, y otra que encabeza Milton César, un joven que desde hace más de una década se mueve en el mundo criminal y actualmente está detenido en la cárcel de Piñero, condenado a 20 años de prisión por un homicidio que ocurrió justamente en el territorio que hoy está en conflicto.
Desde hace más de un año estas dos facciones se “tiran muertos”, explicó una alta fuente de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Los cadáveres sirven, aunque suene descarnado, para “pudrir” el negocio del otro grupo. Porque cuando ocurre un homicidio, el lugar de venta de drogas hay que cerrarlo porque se llena de policías y gendarmes.
Los investigadores creen que la punta del ovillo de esta tragedia es un crimen que ocurrió en el barrio La Tablada el 7 de julio del año pasado. En un pasillo de Garibaldi al 200, sicarios mataron a Elvira Toledo, una mujer de 27 años, oriunda de Rafaela, que empezó a vender cocaína en un búnker de Funes, un joven de 21 años que está preso en Ezeiza, condenado a por causas de homicidio y narcotráfico.
El 30 de julio, tres días después de ese crimen, fue asesinada otra mujer, Vanesa Arredondo, que manejaba un búnker de venta de cocaína en Ameghino al 200. Ese quiosco de drogas pertenece a Ungaro, socio de Funes, que también está alojado en la cárcel de Ezeiza. Se sospecha que detrás de estos ataques está la sombra de Milton César, un joven que desde la adolescencia está trenzado en estas historias donde corre la sangre. Actualmente, está preso en el penal de Piñero con una condena a 20 años de prisión.
La venganza de esta banda comenzó a hacerse visible con dos asesinatos calcados. La semana pasada apareció el cadáver de Héctor Quinteros, de 20 años. El cuerpo del joven estaba maniatado y con la boca tapada, en Esmeralda al 3800, a 50 metros de donde en abril pasado había ocurrido un crimen igual.
El cadáver tenía dentro de su boca un papel que decía: “Que peleen, sino que corran”. El cuerpo fue identificado recién el 17 de mayo. Se trataba de Brian Pino, de 27 años.
Según fuentes de la AIG, estos dos jóvenes fueron asesinados de esa manera, con el objetivo de dejar un mensaje, porque habían robado droga de un búnker de Ungaro. Detrás de esta trama aparece otra vez, como desde hace una década, la de César, un joven que fue acusado en 2013 del crimen de Claudio Pájaro Cantero, líder de Los Monos, pero después se transformó en un aliado de la banda.
La propia policía de la División Judiciales fue la que puso en ese momento a César como sospechoso –la carátula del expediente aún lleva su nombre– y luego quedó apartado de la investigación. Los Monos mataron a toda su familia: su hermano Nahuel, su madre y su padrastro. Se intentó suicidar en la cárcel, pero no tuvo el valor para hacerlo y después quedó en libertad. Sin embargo, siguió atado al mundo criminal, como lo hizo desde su adolescencia.
En octubre del año pasado fue condenado a 20 años de prisión. César fue sentenciado por matar en esa zona que está disputa ahora, en Esmeralda y 24 de Septiembre, Ángel Carrizo, de 29 años, quien caminaba junto a su mujer y sus hijos.
Milton César bajó de una camioneta y lo ejecutó. Carrizo había compartido pabellón con él en la cárcel de Piñero. En ese momento, Milton dijo que siempre lo culpaban de todo lo que ocurría en La Tablada. “No voy a ser tan loco de salir y matar a alguien. Cada cosa que pasa en Tablada van a decir: ‘sí, fue Milton’”, dijo en la audiencia.
En el juicio, Milton César dijo que estaba con un amigo a unos 150 metros de allí, en su casa de Esmeralda al 3900. En ese lugar aparecieron los dos cuerpos con los mensajes en la boca. La venganza de Alan Funes y René Ungaro, que pensaron que este joven quería hacerles competencia, fue tirar los cadáveres en la cuadra para terminar con su emprendimiento de venta de drogas. Esta guerra entre vendedores de droga se trasladó el sábado al parque del Mercado, donde viven soldaditos de los Ungaro.
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