Suspenden la indagatoria del “Madoff argentino” por un caso sospechoso de Covid en el penal donde está detenido
Por la activación del protocolo de coronavirus en la Unidad 31, Enrique Blaksley no pudo ser trasladado a la sala de videoconferencia para conectarse al Zoom del tribunal que lleva adelante el juicio; se prorrogó su prisión preventiva
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Se esperaba que, esta mañana, Enrique Blaksley Señorans continuara con su extensa declaración indagatoria que había dejado pendiente hace tres semanas. Pero un evento fortuito alteró totalmente el desarrollo de la audiencia del juicio por las millonarias estafas atribuidas por la Justicia a la operatoria de Hope Funds: un caso sospechoso de Covid activó el protocolo de prevención de coronavirus en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal y eso impidió que el hombre señalado por sus acusadores como el “Madoff argentino” pudiera ser conducido a la pequeña sala en la que está instalada la computadora con conexión a Internet para la realización de la videoconferencia.
El juez federal Néstor Costabel, presidente del Tribunal Oral Federal (TOF) N°4, que juzga a Blaksley y a otros 16 imputados por más de 300 estafas mediante la captación de fondos de ahorristas para diversos emprendimientos inmobiliarios o comerciales y por presunto lavado de dinero, realizó gestiones para que se le permitiera a Blaksley conectarse al Zoom desde un comedor del penal o desde su celda.
Pero el acusado respondió que prefería contar con privacidad para hablar de su caso, sin que lo escuchara el resto de los presos, dada la prácticamente nula intimidad del calabozo, por lo que el expresidente de Hope Funds solicitó la suspensión de la indagatoria hasta tanto se resolviera la situación dentro de la cárcel por la activación del protocolo Covid. El tribunal aceptó el pedido.
Esto modificó los planes de todos. El resto de los imputados pretendía prestar declaración solo cuando Blaksley concluyera la suya (se esperaba que lo hiciera en dos audiencias, la de hoy y la de mañana), de modo tal que se produjo un “efecto dominó”. Solo algunos de los imputados pidió que, subsidiariamente a que en futuras audiencias hablarán, hoy se remitieron a las indagatorias que habían prestado durante la etapa de instrucción de la causa. La mañana, así, fue ocupada mayormente por la lectura de la declaración de Guillermo Muller y la constatación de datos del resto de los acusados.
Prórroga de la prisión preventiva
Antes de que eso ocurra, el TOF N°4 tomó una determinación sustancial: prorrogar por seis meses la prisión preventiva de Blaksley. Según pudo saber LA NACION, la defensa del expresidente de Hope Funds evaluaba solicitar hoy mismo el cese de la prisión preventiva porque el 10 de abril se cumplirán tres años de encarcelamiento. El Código Procesal prevé que la prisión preventiva puede extenderse por dos años, con una extensión extraordinaria de un año más, plazo que se extinguirá este sábado.
Luego de que la defensa de Blaksley solicitara el cese de la prisión preventiva -pedido al que el fiscal del juicio, Abel Córdoba, dio su aval, con el requisito de la prohibición de salida del país y la colocación de una tobillera electrónica para el imputado- el TOF N°4 había dispuso, el 5 de marzo pasado, otorgar la morigeración bajo la forma del arresto domiciliario con monitoreo remoto, previo pago de una caución de 450 millones de pesos. El abogado del expresidente de Hope Funds, Mariano Varela, que consideró el monto de esa fianza de “cumplimiento imposible”, apeló esa resolución ante la Cámara de Casación, que aún no resolvió.
En el ámbito tribunalicio estimaron que la resolución que el TOF N°4 tomó esta mañana, 15 minutos antes del inicio del debate vía Zoom, tiene, ante todo, un carácter “preventivo”. Ocurre que al no estar firme la morigeración que dictó el mes pasado, debido a la demora del máximo tribunal penal en resolver la apelación de la defensa, si no dictaba esta nueva prórroga el domingo estaría en flagrante falta por el mantenimiento del encierro de Blaksley más allá del límite extraordinario fijado por la ley 24.390 (y su modificatoria, la 25.430), que es de dos años de prisión preventiva más uno de extensión fundamentado en la “complejidad” de la causa.
Sostuvo el TOF N°4, con la firma de los jueces Costabel, Ricardo Basílico y Jorge Gorini: “No puede dejar de recordarse, como ya se dijera, que estamos en presencia de un proceso de inusitada complejidad y magnitud, en el que las causas cuentan con 166 y 170 cuerpos de actuaciones principales cada una y más de 170 legajos e incidentes, como así también, una cuantiosa documentación y con aproximadamente 300 testigos admitidos y 450 para definir en el transcurso del debate”.
Debido a eso, los jueces sostuvieron que “el mantenimiento en detención bajo prisión preventiva del encartado –ratificado en las incidencias articuladas- tuvo y tiene sustento en riesgos que este Tribunal aún considera subsistentes, los cuales fueron y siguen siendo aspectos ponderados en la medida que no se ha modificado el estatus de peligrosidad procesal que se estima presente en el caso de Enrique Juan Blaksley Señorans”. Agregaron que, en plena etapa de juicio, “cualquier soltura anticipada, sin sujeción a medida de coerción alguna, podría resultar contraproducente a los fines de la substanciación de este tramo y con ello, del cumplimiento de los compromisos internacionales oportunamente asumidos por el Estado argentino” en materia de persecución de delitos financieros y lavado de activos.
En la resolución, los magistrados del tribunal oral consideraron que persistían los “riesgos subsistentes” que fundaban la negativa a hacer cesar la prisión preventiva de Blaksley debido a que los 17 imputados habrían llevado a cabo “importantes maniobras presuntamente perpetradas por numerosos imputados en distintos países y continentes, a través de sospechadas estructuras organizadas y entramados empresariales y financieros de carácter transnacional, en el cual se investiga un perjuicio económico de inusitada magnitud, y maniobras relativas a la elusión de medidas cautelares dispuestas durante la investigación de estas actuaciones”.
Esta mañana, también, la Cámara Federal porteña, con la firma de los jueces Pablo Daniel Bertuzzi, Leopoldo Oscar Bruglia y Mariano Llorens, confirmó el sobreseimiento de María Mercedes Vega, la esposa de Blaksley.
Ese fallo favorable tiene una derivación extra en este proceso: Vega podrá seguir ejerciendo como defensora legal de su marido. Es que en el inicio del juicio oral, dos de los querellantes, Gonzalo Romero Victorica y Ezequiel Antinier, habían pedido la separación del cargo por cuanto, al no estar firme el sobreseimiento, seguía vinculada a la causa impulsada por la AFIP ante la Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos).
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