“Soy inocente”, dijo Marcelo Macarrón cuando terminaron los alegatos, a la espera de que el jurado lo absuelva definitivamente

CÓRDOBA. Usó su derecho a la última palabra una vez que terminaron los alegatos y cuando ya sabía que sería absuelto. “Soy inocente”, dijo entonces Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, ya liberado del peso de la acusación de haber pagado a sicarios para que asesinaran a su esposa. El fiscal de Cámara, Julio Rivero, pasado el mediodía, había pedido su absolución al considerar que no había pruebas de cargo en su contra.

Faltaban minutos para las 15 cuando el tribunal le dio la palabra; el viudo se limitó a decir “soy inocente”. Sus hijos, Facundo y Valentina, directamente rechazaron la posibilidad de hablar. Igual que el primer día del proceso, el 14 de marzo pasado, este martes a la mañana llegaron con su padre al tribunal.

Macarrón lloró cuando escuchó al fiscal decir que pediría su absolución. “Como soy un fiscal íntegro y no un fiscal dañino, yo voy a pedir la absolución”, planteó Rivero. El viudo, por un problema cardíaco, había faltado a las últimas audiencias y regresó hoy para escuchar los alegatos.

En el cuarto intermedio decretado para esperar la lectura de la absolución, Macarrón habló con los periodistas; ratificó su “dolor”, que atravesó “siempre en familia”, y señaló que después de este capítulo espera empezar “una nueva vida”.

Acusado de homicidio calificado por el vínculo, alevosía y precio o promesa remuneratoria, el día de arranque del juicio Macarrón sostuvo que vivía “con mucha angustia” el inicio del proceso, y ya entonces consideró “muy difícil” que después de tantos años pudiera esclarecerse el crimen.

Calificó de“mamarracho” la elevación a juicio de la causa. En su declaración inicial –habló tres veces durante el proceso– se quebró y señaló que estaba “destruido”, con “crisis depresiva”, y que varias veces pensó “en suicidarse”.

“No doy más. Son muchos años”, dijo también. Ese día acusó al fiscal Luis Rivero de ser “un mentiroso total” y se definió a sí mismo como “un hombre de bien”.

Ante el tribunal, en sus declaraciones, los hijos de la víctima y Macarrón apuntaron a Miguel “el Francés” Rohrer. Facundo señaló que habría tenido una “relación” con su madre. “Es quien tendría que estar hoy en el banquillo de los acusados y no mi padre”, aseguró el joven.

Recordó: “No consumíamos medios, pero estábamos en todos lados. No podíamos salir a ningún lado, ni al cementerio, nos acosaban todo el tiempo. Dijeron monstruosidades sobre mamá, hubo mucha violencia de género”, describió y planteó que la causa “se politizó, hubo una utilización política”.

A su turno, Valentina, describió que su mamá y Rohrer “se conocían de antes”; sostuvo que él “miraba mucho a mi mamá”. Cuando mencionó algunos momentos compartidos, indicó que “estaba muy prepotente”.

“Nosotros siempre quisimos saber la verdad. Siempre declaramos para que se busque el verdadero culpable -recalcó- Siempre se buscó el culpable dentro de la familia; fue durísimo para mi hermano porque lo expusieron un montón”. La referencia es a que Facundo estuvo imputado como supuesto autor del crimen.

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