Sospechoso reincidente: uno de los asesinos del empresario tenía pedido de captura por matar cuando era menor de edad
Estaba acusado de haber participado del crimen de un chofer municipal; la Justicia ordenó la detención de cuatro delincuentes por el homicidio de Rolando Villafañe, ocurrido el lunes en Tres de Febrero
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Uno de los delincuentes que participó en el homicidio de Rolando Villafañe, baleado el lunes a la madrugada en un asalto en su fábrica, en Caseros, estaba acusado de haber participado, cuando era menor de edad, del asesinato de un chofer del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de Tres de Febrero. Desde noviembre pasado, cuando se ejecutó ese crimen, en una persecución por el robo de un auto que terminó en Fuerte Apache, este joven que acaba de cumplir 18 años estaba prófugo.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. Por el homicidio de Villafañe, ocurrido a las 0.41 del lunes, la Justicia ordenó las detenciones de cuatro sospechosos. En las últimas horas hubo una serie de allanamientos para dar con los presuntos asesinos del empresario de Caseros, pero dieron resultado negativo.
“Los cuatro delincuentes buscados por el homicidio ocurrido en Caseros cumplieron 18 años hace poco tiempo”, sostuvo una fuente con acceso al expediente.
El sospechoso de haber participado del homicidio empleado municipal de Tres de Febrero Dardo Alfredo Martínez está prófugo desde fines del año pasado. “Nunca llegó a estar preso. Se lo identificó en el marco de la investigación del asesinato del chofer del COM, pero no llegó a ser detenido. En el momento del homicidio de Martínez le faltaban pocos días para cumplir 18 años”, sostuvo una fuente judicial.
“Además del sospechoso que tenía orden de captura por el homicidio del empleado de la patrulla municipal de Tres de Febrero, otro de los delincuentes había tenido una causa cuando era menor en el Departamento Judicial de Morón”, explicaron fuentes oficiales.
La georreferenciación de ese caso, del robo del Peugeot 208 negro que usaron la madrugada que mataron a Villafañe y del crimen del comerciante llevan a los investigadores del caso a sospechar que la banda se mantiene activa siempre en la misma zona, entre Tres de Febrero y El Palomar.
Ayer, al referirse a la investigación del homicidio de Villafañe, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, había dicho: “Cuando los encontremos [a los asesinos], nos vamos a encontrar con un denominador común, el cual consiste en que son delincuentes que deberían estar presos por delitos previos. Es un flagelo que afecta permanentemente al sistema de seguridad de la provincia de Buenos Aires”. Este antecedente le da sostén a su afirmación.
Martínez era el chofer del móvil 113 del COM de Tres de Febrero. Fue baleado en la cabeza el 16 de noviembre pasado por un grupo de delincuentes que escapaba después de haber robado un auto en Morón.
La camioneta conducida por Martínez participaba de la persecución de dos ladrones que le habían robado un Ford Ka a una mujer.
Alertados a partir de un llamado al número de emergencias 911, Martínez y su compañero, el policía bonaerense Jonathan Astudillo, se cruzaron con el automóvil robado, ocupado por dos sospechosos, e intentaron interceptarlos.
Así comenzó una persecución que terminó en el Nudo 14 del barrio Ejército de los Andes, también conocido como Fuerte Apache. Los delincuentes, que habían dejado la zona del partido de Morón y cruzaron a Tres de Febrero, abrieron fuego contra la patrulla municipal.
Al llegar al Nudo 14, los delincuentes abandonaron el automóvil y huyeron a pie. En ese momento, el policía Astudillo descendió de la patrulla que conducía Martínez e intentó capturar a los asaltantes. Pero los delincuentes abrieron fuego nuevamente contra el móvil. Uno de los balazos hirió en la cabeza a Martínez. Los policías que se habían sumado a la persecución, como apoyo, sacaron a Martínez de la patrulla, lo subieron a la caja de una camioneta y los trasladaron al hospital Carrillo, de Ciudadela, cerca de Fuerte Apache.
Después de agonizar durante un día, Martínez falleció a raíz de la gravedad de la herida que sufrió. La víctima dependía de la Unidad de Policía Local de Tres Febrero y no tenía estado policial. Uno de los dos delincuentes había resultado herido durante el tiroteo y fue hallado muerto cerca del hospital Carrillo.
Defensa a los tiros
Ahora, al menos uno de los partícipes de ese crimen es buscado por el homicidio de Villafañe, ocurrido el lunes a las 0.41 cuando la víctima llegó a su fábrica de productos de algodón situada en Ángel Pini 5445, Caseros.
Villafañe llegó con su Ford Ranger, activó con un control remoto la apertura del portón de la fábrica e ingresó marcha atrás con la camioneta.
Treinta segundos más tarde, según se observa en los videos de las cámaras de seguridad externas del negocio, un Peugeot 208 oscuro se detuvo unos metros antes de la entrada a la fábrica. Bajaron cuatro delincuentes -algunos. armados- y se acercaron a la puerta de la fábrica con intención de robo.
Desde adentro, Villafañe detectó el intento de robo y abrió fuego con la pistola calibre 9 mm. que tenía en su poder. Ante esa respuesta, los delincuentes, que no llegaron a ingresar, huyeron en dirección opuesta. Uno de ellos efectuó disparos hacia el interior de la fábrica. Los asaltantes escaparon en el mismo vehículo en el que habían llegado, donde los esperaba un secuaz. Veinte minutos después del crimen abandonaron el Peugeot 208 en Ramos Mejía, partido de La Matanza.
Los vecinos que escucharon los disparos llamaron al 911 para dar cuenta de una persona herida tras haber escuchado una serie de disparos. Y fueron a ver qué pasaba. Encontraron dentro de la fábrica a Roli Villafañe, herido en el abdomen y tendido al lado de la Ford Ranger.
La propia víctima llamó por teléfono al marido de su hija mayor para pedirle ayuda porque le habían disparado. El yerno llegó y trasladó a Villafañe en la Ford Ranger hasta a la clínica Trinidad, de Ramos Mejía, donde el comerciante falleció tras un paro cardiorrespiratorio.
Dentro de la camioneta de la víctima se secuestró una pistola Browning calibre 9 milímetros. Se cree que fue disparada por el comerciante. La pistola, que tiene la inscripción “Policía de la Provincia de Buenos Aires”, estaba montada, con 11 balas en el cargador y cinco vainas servidas en la escena del crimen.
El caso es investigado por la fiscal Gabriela Disnan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5 de San Martín.
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