Violencia juvenil: quién es el chico que con solo 13 años se abrió camino a balazos en una banda narco
Se trata del sobrino de Brandon Bay, un jefe narco que está preso en el penal de Marcos Paz
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ROSARIO.- Uno de los territorios que disputaba el narco Brandon Bay, actualmente preso en el penal de Marcos Paz, era San Lorenzo, ciudad que está al norte de Rosario, donde se concentran las terminales portuarias del complejo agroexportador.
Ahora reapareció en esa zona su sobrino de 13 años, que, junto con otro joven de 25 años, disparó contra el frente de una casa, donde vive una mujer que resultó herida luego de que una bala le rozara la espalda.
En el barrio Norte de San Lorenzo el tío del menor, condenado el año pasado a 10 años de prisión por asociación ilícita, fue donde ordenaba crímenes para alejar a los competidores en la venta de drogas. Su sobrino sigue los mismos pasos. En uno de estos ataques confundieron a la víctima y mataron a un joven que nada tenía que ver con la venta de estupefacientes.
El uso de menores del propio grupo familiar empieza a convertirse en una situación habitual en esta zona. No solo Brandon Bay expone a su sobrino, sino también pasa algo similar en el clan Cantero. El hermano menor de Guille ya es considerado, con solo 17 años, uno de los “pesados” dentro de la estructura criminal de Los Monos. En enero pasado fue detenido cuando se movía a caballo y con una Glock 9mm en la cintura.
Los investigadores aseguran que el menor de los Cantero tiene la tarea de extorsionar a comerciantes y a taxistas. Ya había sido arrestado el año pasado por portación de una pistola 9mm. Y también fue detenido por el mismo motivo cuando solo tenía 15 años. El sobrino de Brandon Bay parece seguir esos pasos en otro clan.
El atentado mafioso de ese chico de 13 años se produjo en bulevar Mitre y Perú, el mismo lugar donde dos años atrás su tío mandó a matar al azar a personas inocentes. “Dales en la jeta, con la tarta (ametralladora)”, le había ordenado el cabecilla narco a un sicario de la organización, según señalaron las escuchas telefónicas de la causa.
En ese sector de barrio Norte, en San Lorenzo, asesinaron el 28 de mayo de 2020 a Brian Sánchez, un adolescente de 16 años, e hirieron a Carlos Rodrigo Sotelo en un brutal atentado a tiros al voleo. La causa señala que el sicario Claudio Ríos disparó al menos en 23 ocasiones con una ametralladora.
El chico de 13 años del clan narco fue detenido. Es hijo Flavia Bay, hermana de Brandon, el líder criminal. El otro arrestado fue Rodrigo Javier G., rosarino de 25 años. Un tercer integrante se dio a la fuga cuando cruzaron corriendo el puente Reconquista que conecta a las ciudades de San Lorenzo y Puerto San Martín.
Los tres atacantes habían llegado a la zona norte de San Lorenzo en un Volkswagen Gol Trend de color blanco. Tras escuchar los disparos en la cuadra, un vecino dio aviso al 911 sobre las características del vehículo en el que se movilizaban los agresores. Patrulleros del Comando Radioeléctrico iniciaron una persecución y desplegaron un fuerte operativo policial para capturar a los atacantes.
Georgina Alejandra D., una joven de 24 años, sufrió dos heridas leves en la espalda a raíz de la balacera. Señalaron que la chica se retiró sin haber recibido el alta tras haber sido atendida en el hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo.
“Abuela están tirando muchos tiros”
Mientras un menor es utilizado como tirador por la red de su tío, otro chico, de 8 años, sintió el terror que generan las balaceras. Ese menor le envió un audio por WhatsApp a su abuela en el que le describía cómo estaban disparando contra su casa en el barrio Tiro Suizo de Rosario.
“Abuela están tirando muchos tiros, ahora recién, muchos, demasiados. Creo que estamos en peligro”, le dijo el nene a su abuela, en un audio cuyo contenido trascendió por las redes sociales.
El ataque se produjo el jueves a la noche, pero vecinos aseguran que no fue la primera vez que balean esa propiedad. Incluso una mujer contó que el fin de semana hubo un ataque a otra casa de características similares y que, al momento de los disparos, tenía un menor sentado en el frente.
Este tipo de ataques a tiros contra los frentes de las casas se transformó en un problema cotidiano en Rosario, donde el negocio de las extorsiones se amplió y se transformó en una salida económica a la par de la venta de drogas.
Funciona con los mismos protagonistas sobre una realidad: el terror que generan los ataques a balazos. Sin esa plataforma basada en el miedo las extorsiones no serían convincentes.
A la par de los 241 homicidios que se produjeron en Rosario en 2021, en esta ciudad hubo 849 heridos con armas de fuego. Y se denunciaron 1500 ataques a balazos en los que no hubo lesionados. Los soldaditos del narcotráfico disparan contra casas, comercios, concesionarias de autos o bares a los que extorsionan a cambio de no seguir con los tiros, según detalló el fiscal Pablo Socca, de la fiscalía de Balaceras, una unidad especializada que se creó después de 13 ataques contra edificios judiciales y residencias de jueces que se produjeron en 2018.
Los principales clanes narco suman a sus estructuras no solo soldaditos, sino también a menores de sus propias familias para que se preparen para asumir posiciones de mando en un submundo de armas y muertes.
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