Sin pistas, crece la polémica por la desaparición de Facundo Astudillo Castro
MAR DEL PLATA.– En medio de la discusión judicial sobre la credibilidad de la testigo que podría haber sido la última en compartir un viaje con Facundo Astudillo Castro, distintos sectores del gobierno provincial manifestaron la necesidad de conocer qué pasó con el joven de 22 años, desaparecido el pasado 30 de abril cuando se dirigía desde Pedro Luro a Bahía Blanca. El rastrillaje no dio resultados positivos y la Justicia apunta ahora a conseguir pistas con peritajes de móviles policiales y teléfonos.
La preocupación de los funcionarios creció en las últimas horas por las fuertes declaraciones de referentes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, como Nora Cortiñas y Estela de Carlotto, quienes señalaron la posible responsabilidad de la policía bonaerense en ese caso.
"Necesitamos encontrar a Facundo y desde el gobierno provincial hemos puesto a disposición toda nuestra actividad", aseguró el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, en línea con el reclamo que días antes había hecho el gobernador Axel Kicillof.
La Justicia Federal investiga el caso como una posible desaparición forzada de personas a manos de policías bonaerenses del partido de Villarino, donde se vio por última vez a Astudillo Castro.
La declaración que anteayer brindó una mujer en condición detestigo con reserva de identidad abrió dudas sobre esa hipótesis, ya que aseguró haber trasportado en su vehículo a Facundo, en un recorrido posterior al encuentro del joven con policías bonaerenses en la ruta 3. Cámaras de lectura de patentes ratificaron que la camioneta de la testigo pasó por la zona en el momento que esta expuso en su declaración, aunque no se pudo constatar quiénes circulaban en ese rodado.
"No brinda precisiones, no es seguro que haya sido ese día y no es seguro que haya sido Facundo", aseguró a LA NACIÓN el abogado Leandro Aparicio, que representa a Cristina Castro, madre del joven desaparecido. "Se contrapone con otros testimonios", insistió sobre la versión que dieron en la causa tres testigos que ubicaron a Astudillo Castro en el instante de ser demorado por personal policial.
La denuncia por la desaparición de Facundo Astudillo Castro recién se formalizó el pasado 5 de junio. La hizo su madre, que acusa a los policías del distrito de Villarino.
Los querellantes, entre quienes está la Comisión Provincial por la Memoria, destacan los testimonios de tres personas que aseguran haber visto a Facundo, aquella tarde del 30 de abril, con los policías que lo habían interceptado.
El fiscal Santiago Ulpiano Martínez ordenó desde el martes pasado el rastrillaje de los campos que flanquean la ruta 3 desde Pedro Luro hasta Bahía Blanca, recorrido que Astudillo Castro pretendía cubrir "a dedo" en busca de llegar a la casa de su exnovia. Los buzos de Prefectura Naval avanzaron con el agua en la cintura por arroyos de la zona. Uniformados de la Policía Federal y la Gendarmería caminaron el terreno y contaron con el apoyo de drones. Pese a ese despliegue, hasta ahora no se encontraron rastros de Astudillo Castro.
La testigo con identidad reservada dijo que encontró al joven en la ruta y que en su camioneta Honda CRV lo llevó varios kilómetros. Aseguró que lo dejó antes de un retén de policías para evitar posibles sanciones para ambos por incumplimiento de la cuarentena. Nunca más lo vio. Astudillo Castro había sido infraccionado ese día por policías que lo advirtieron en la ruta 3 por la ruptura de la medida de aislamiento obligatorio. En la causa figura que el joven fue interceptado en dos controles policiales.
La familia de Astudillo Castro se inclina por la hipótesis que intenta probar el fiscal federal, orientada a que el joven fue demorado por personal policial por violar la cuarentena y que, por causas que de desconocen, desapareció en manos de los uniformados.
"Nos sumamos al reclamo por la aparición de Facundo Astudillo Castro. Estamos acompañando a la familia. Es un desaparecido en democracia y con la intervención de la policía. Eso está bien claro. Hay que pedir a las autoridades que separe a quienes son responsables, se los indague y se los juzgue", dijo ayer Estela de Carlotto. También hizo referencia a este caso el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti: "Todos queremos saber qué pasó con Facundo; no tenemos ninguna duda ni prurito". Y recordó que desde el Estado se trabaja "en contra de la violencia institucional".
En cambio, para el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, "es prematuro e irresponsable" acusar a los policías de Villarino y advirtió que "hay varias hipótesis" en el caso.
Por lo pronto, los jefes de los destacamentos de la zona fueron desplazados y asignados a nuevos destinos. Lo mismo ocurrió con los policías de esas dependencias.
Con un rastrillaje que no dio resultados positivos, la fiscalía se enfocó en peritajes sobre los móviles policiales y el movimiento de los celulares de Astudillo Castro y los agentes que tuvieron contacto con el joven.
Esos efectivos están bajo la lupa del fiscal. De todas maneras, ninguno está imputado en la causa y la única medida que se tomó hasta ahora con ellos es asignarles nuevo destino, a efectos de evitar cualquier posible interferencia en la investigación.
La otra hipótesis, que había sido avanzada por la justicia provincial a partir de la investigación original que inició el fiscal Rodolfo De Lucía, ubica a Astudillo Castro en Bahía Blanca –a partir de testimonios que figuran en ese expediente- y lleva las sospechas al entorno de la exnovia del joven.
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