Sergio Berni: "No podemos discutir sobre tecnología si no podemos poner cubiertas"
MAR DEL PLATA.- "No nos gusta cambiar sobre la marcha", dijo el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, apenas se sentó a dialogar con LA NACION durante una breve visita a esta ciudad para presentar el Operativo Sol, el tradicional despliegue de unidades en la zonas balnearias durante la temporada de verano. Con esa frase Berni expuso que aún no tuvo tiempo para imponer su estilo en el diseño del sistema de prevención policial, pero rápido aclaró que a su criterio la policía bonaerense necesita un giro profesional e inversión operativa. "No podemos discutir sobre tecnología sofisticada si no podemos poner cubiertas a los patrulleros", afirmó.
Y agregó: "Cuando la nafta la tienen que pagar el intendente tenemos un fiel reflejo de en qué estado está nuestra policía. Pero, lo que pasó, pasó; no soy de los que miran por el espejo retrovisor".
De todas maneras, advirtió que hará cambios necesarios al considerar que la policía bonaerense "está lejos, muy lejos" de ser una fuerza profesional. El funcionario provincial señaló su preocupación por encuestas que señalan una baja aceptación de los ciudadanos bonaerenses a su fuerza de seguridad. Contó que esos datos que tiene en su despacho marcan un nivel de aprobación de apenas el 8%. "El principal desafío es dejar una policía profesionalizada", dijo. Y consideró Berni que esa pobre imagen de la policía bonaerense no es algo generado por el azar, sino por "errores de algunos pocos en detrimento de la mayoría de los hombres y mujeres que visten el uniforme".
"Habrá que separar a los que enturbian la fuerza", afirmó el ministro de Seguridad bonaerense.
Todavía la policía de la provincia de Buenos Aires no tiene jefe confirmado. Tras la renuncia del comisario general Fabián Perroni quedó al frente quien era su segundo, el comisario general Daniel Alberto García. El ministro Berni deberá decidir quién del grupo de máxima jerarquía será su elegido. "Todos están bajo una observación directa, desde el más joven hasta el más experimentado", aseguró. Argumentó que definir quién será el jefe de una fuerza de más de 90.000 efectivos "no es cuestión de ver una fría letra de legajos, sino ver como se desempeñan y la ascendencia sobre sus subalternos". Por el momento ese cargo aún no fue cubierto.
Si bien optó por no polemizar directamente con la gestión anterior en el Ministerio de Seguridad, apeló a datos de la Procuración General bonaerense para advertir el aumento de delitos en los últimos años. Y negó que hubiesen desaparecido los secuestros extorsivos en territorio bonaerense. Con esos informes sobre el incremento de delitos y pese a definirse como un hombre que avanza sin mirar siempre por el espejo retrovisor, deslizó críticas hacia la administración provincial que terminó el mes pasado. "Es difícil hacer política de seguridad sin inclusión social".
En su paso por esta ciudad, Berni expuso una imagen menos confrontativa que en días anteriores, especialmente al referirse a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic. Pese a evidentes y públicas diferencias manifestadas en algunos casos, como el uso o no de las pistolas de descarga eléctrica Taser, esta vez el ministro bonaerense prefirió no aumentar la polémica. "No hay cortocircuitos, son diferencias de opinión", precisó Berni
"Somos seres racionales y cada uno tiene su experiencia, su formación y su mirada", indicó y resumió que la distancia en algunos temas con la funcionaria nacional tiene que ver con "diferentes maneras de ver la realidad con miradas a largo plazo".
Desde un enfoque que toma en consideración su formación como médico militar, describió que entre la provincia de Buenos Aires y las autoridades nacionales de seguridad puede haber "diferencias tácticas", pero remarcó que las planificaciones que hacen ambas administraciones en temas de prevención del delito "son estratégicas".
Cuando se lo consultó por el caso Chocobar (el efectivo de la Policía Local de Avellaneda que disparó y mató por la espalda a un delincuente en La Boca), Berni señaló que ese caso es tan solo "la visibilización de la mala capacitación de la policía local".
"La doctrina Chocobar fue ensayada entre gallos y medianoches por parte de la ministra (Patricia Bullrich) y claramente no ha tenido ningún efecto, porque no se la utilizado", afirmó Berni.
Aclaró, además, que a su entender "ningún policía de la gestión de Macri llevó adelante la doctrina Chocobar".
Otra pata del sistema de seguridad que preocupa a Berni tiene su eje en el servicio penitenciario. Advirtió el funcionario provincial que está desbordado por sobrepoblación en las cárceles y con un funcionamiento que no contribuye a la resocialización de los detenidos. De todas maneras, negó ser partidario a una liberación masiva de internos, en el marco de reclamos por las condiciones de hacinamiento en las celdas de las unidades penales. "Es un tema de la Justicia", dijo.
En las últimas semanas, Berni se vio involucrado en otra polémica por su posición en favor de legalizar todas las drogas. Berni pidió en ese sentido que los legisladores y los jueces empiecen a unificar criterios. "Para la Justicia, la tenencia para consumo es legal y para la ley, no", describió para señalar un punto que a su criterio necesita ser debatido. En ese aspecto, su posición también colisionó, aunque sea tácticamente, con la mirada de la ministra Frederic, que se muestra favorable a una ampliación legal solo dirigida a la marihuana.
Para Berni, en medio de esa discusión queda el policía, que interviene en casos concretos y debe resolver en el momento. "El efectivo no está para interpretar, sino para hacer cumplir la ley", aseguró.
Para el ministro provincial de Seguridad, la cuestión de fondo debe ser resuelta por los legisladores, "que deben adaptar la ley de drogas".
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