Sergio Berni estalló al conocer el acuerdo de Sabina Frederic con una intendenta
En una declaración de fuerte contenido político, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, acusó a la ministra nacional Sabina Frederic de no apoyar el combate contra el delito en la provincia de Buenos Aires.
Ambos funcionarios mantuvieron enfrentamientos desde el comienzo de sus gestiones en diciembre pasado, pero hasta el momento no había quedado ese conflicto tan expuesto como en la opinión dada anoche por Berni en el programa Animales Sueltos. Ante una pregunta del periodista Luis Novaresio sobre si recibía apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación, el funcionario bonaerense fue tajante: "Nada".
Frederic y Berni habían llegado a un acuerdo de no agresión en febrero pasado, cuando el gobernador Axel Kicillof tuvo que ser mediador de una áspera reunión a pedido de la Casa Rosada. El jueves todo se dinamitó. Berni llevaba 48 horas de alta exposición pública, con la exhibición de su pistola convertida en un subfusil táctico para liderar la captura de un sospechoso por el asesinato del jefe del Escuadrón Zárate de la Gendarmería y su presencia en la villa 2 de Abril para dejar una fuerte frase en La Matanzadespués de un tiroteo narco en los pasillos de ese asentamiento: "Esto parecía Sinaloa". Entonces le llegó la información que lo hizo estallar: Frederic estaba sin aviso en su territorio.
Anoche iniciamos los patrullajes aéreos y terrestres con nuestra @PFAoficial del Cuartel Quinto Moreno, tal como acordamos con @marielfmoreno1, @larroqueandres y @Kicillofok para brindar seguridad y cuidado en los barrios de @BAProvinciapic.twitter.com/iXI2qmt4US&— Sabina Frederic (@SabinaFrederic) June 12, 2020
Hoy, en un mensaje que pareció una respuesta a Berni, por medio de su cuenta de la red social Twitter, Frederic, sostuvo: "Anoche iniciamos los patrullajes aéreos y terrestres con nuestra @PFAoficial del Cuartel Quinto Moreno, tal como acordamos con @marielfmoreno1 @larroqueandres y @Kicillofok para brindar seguridad y cuidado en los barrios de @BAProvincia".
Antropóloga, con un doctorado en políticas públicas de seguridad, experiencia en la formación militar por su paso por el Ministerio de Defensa como subsecretaria y mucho trabajo de campo con unidades especiales de la Gendarmería y de la Policía Federal,Frederic pisó fuerte anteayer en Buenos Aires al acordar directamente con la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, un refuerzo del patrullaje de ese distrito con unidades de la Policía Federal para sumarse a los gendarmes que operan allí. Berni sintió que su línea de comando había sido atravesada. Y reaccionó públicamente.
Por eso dijo no saber siquiera si están desplegados en el territorio los 8000 gendarmes que deberían colaborar con la policía bonaerense. "No sabemos cuántos mandaron, ni qué hacen o dónde están", criticó. Y, sentenció: "En materia de seguridad estamos solos".
Cirujano, enrolado en el Ejército como profesional de una especialidad claramente no formada en el Colegio Militar de la Nación, Berni utiliza en forma permanente el lenguaje militar para dividir todo conflicto a partir de una decisión táctica o estratégica. Hasta busca la diferencia en su presentación estética: el pañuelo que habitualmente utiliza es el usado por los paracaidistas militares, especialización castrense que adquirió -además de la de buzo táctico y cinturón negro de Karate- dado que las unidades aerotransportadas necesitan médicos junto a las tropas de asalto. En este caso, el acuerdo de Frederic en Moreno fue tomado por Berni como un peligro estratégico, ya que la reforma que impulsó recientemente en la policía bonaerense quitó espacio de movimiento propio a los intendentes al unificar la conducción de las policías locales con las jefaturas departamentales que depende de La Plata.
"Mientras Berni se quejaba de la falta de ayuda en la televisión, nosotros estábamos sobrevolando en helicóptero el distrito de Moreno, una zona caliente del delito. No es verdad que no sabe dónde están los gendarmes que enviamos a la provincia. No se puede hacer un análisis político de las declaraciones de Berni. No sabemos por qué dijo lo que dijo", sostuvieron a LA NACION desde una oficina cercana a la ministra Frederic.
Pocas horas antes de que Berni acusase al Ministerio de Seguridad de la Nación de negar apoyo a la lucha contra el delito, Frederic se había mostrado con la intendenta de Moreno frente a mapas de despliegue de unidades en ese distrito. "Para nosotros es muy importante asistir, reforzar y ayudar a los municipios cuando nos lo solicitan", dijo la funcionaria nacional en el mismo momento en que Berni instalaba garitas de vigilancia en la villa 2 de Abril.
Crisis de seguridad en Moreno
En Moreno se había corporizado en los últimos días el fin de la cuarentena del delito en Buenos Aires ,cuando una mujer fue atacada por ladrones mientras se dirigía a su trabajo en una estación de servicio. "¡No, tengo un hijo!" alcanzó a gritar Débora Ángela Ríos antes de ser asesinada con 31 puñaladas. Unos días antes había aparecido en ese distrito el cuerpo ejecutado de un vendedor de droga, en un homicidio que se investiga dentro de una serie de asesinatos narco. Esas situaciones se replican en otros municipios del conurbano y Berni habría salido a cruzar la posibilidad de nuevos acuerdos directos entre Frederic y los jefes comunales. Incluso en la villa 2 de Abril, en La Matanza, el ministro bonaerense tuvo que enviar un grupo táctico para patrullar las calles debido a que los vecinos reclamaban a la Gendarmería, que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Para avanzar con las diferencias con Frederic, el funcionario bonaerense señaló que no mantiene diálogo con ella desde el 19 de marzo pasado. En cambio, aseguró que sostiene contactos cotidianos con el vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli, a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño y con el secretario de Seguridad de ese distrito, Marcelo D’Alessandro.
Berni dijo que no sabe siquiera si están desplegados en el territorio los 8000 gendarmes que deberían colaborar con la policía bonaerense. "No sabemos cuántos mandaron, ni qué hacen o dónde están", criticó. Y, sentenció: "En materia de seguridad estamos solos".
Si bien el funcionario sostuvo que no habló ni con Cristina Kirchner ni con Alberto Fernández, dirigió un claro mensaje al Ejecutivo: "Buenos Aires históricamente necesitó de la ayuda del gobierno nacional en materia de seguridad y hoy no puede ser la excepción".
Desde Gelly y Obes al 2200, sede del Ministerio de Seguridad de la Nación, se quejaron que Berni solo fue a una de las cuatro reuniones que se hicieron en el Consejo de Seguridad Interior, donde participan representantes de todas las provincias. "Berni solo fue al primer encuentro que se hizo en Tucumán. En ese momento tuvo la oportunidad de hablar y no dijo nada", explicaron fuentes de la cartera conducida por Frederic.
Desde La Plata, funcionarios de Axel Kicillof, explicaron a LA NACION que, si bien no están de acuerdo con las formas elegidas por Berni para plantear las diferencias, no dijo nada alejado a la realidad. "Es cierto que no hay diálogo. Hace seis meses que Frederic y Berni no hablan", dijeron fuentes del gobierno bonaerense. Y agregaron que los temas de seguridad representan el único sector en el que no hay un contacto fluido con la Casa Rosada.
"Entre Nación y provincia hay un diálogo permanente. El claro ejemplo es la relación que tiene el gobernador con el presidente Alberto Fernández, que hablan muy seguido, lo mismo sucede con las otras áreas. En Seguridad el diálogo y el trabajo debería aceitarse", dijo una fuente oficial. "Berni es Berni y a veces no nos gustan sus métodos ,pero no dijo nada que no sea real. De todas maneras, no está bien que lo haya planteado en la televisión y no desde adentro", aseguraron en las cercanías del gobernador bonaerense.
Los funcionarios con sede en La Plata saben que Berni tiene tendencia a patear el tablero político, a veces por sus propios juegos de poder. En mayo pasado había provocado un escándalo cuando no se le permitió ingresar en el centro de monitoreo de cámaras de Zárate. Arremetió entonces contra el intendente Osvaldo Cáffaro: "Si no es un negocio inmobiliario, no le interesa". Esta semana volvió a las calles de Zárate, arma en mano, para capturar al presunto asesino del comandante principal Marco Castillo. Berni y Cáffaro tienen un largo historial de enfrentamientos, incluso en las elecciones partidarias que definieron candidaturas a la intendencia de Zárate.
También tuvo episodios controvertidos con las tres jefaturas que tuvo en su paso como secretario de Seguridad de la Nación. Con Nilda Garré como ministra había trasladado su oficina a la sede que la Universidad Católica de Salta tiene en la avenida Paseo Colón, donde funcionan despachos de la Gendarmería. Allí montó una estructura paralela de comando durante la poco recordable gestión de Arturo Puricelli y mantuvo fricciones con Cecilia Rodríguez, quien lo había acompañado desde sus días en Desarrollo Social.
Rodríguez es hoy la jefa del gabinete de Frederic, por lo que en las oficinas de la casona de Gelly y Obes conocen muy bien el temperamento del ministro bonaerense. Ese "Berni es Berni" es una definición política en una crisis en seguridad de imprevisible final.
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