Seducción y traición: elegían a sus víctimas en boliches de Palermo y, después de dormirlas con sedantes, se llevaban todo
Tras una investigación de cuatro meses, la Policía de la Ciudad detuvo a dos ladronas que actuaban bajo la modalidad conocida como “viuda negra”
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El modus operandi lo tenían bien estudiado y llevado a la práctica. No eran nuevas en el rubro. Es más, una de ellas tenía una condena de tres años de prisión en suspenso por robos bajo la modalidad conocida como “viuda negra”, modalidad delictiva protagonizada por mujeres que duermen con somníferos a sus víctimas para sustraerles dinero y otros objetos de valor. Ahora, dos jóvenes fueron detenidas en las últimas horas por detectives de la Policía de la Ciudad después de casi cuatro meses de investigación. Las dos sospechosas están acusadas de dos asaltos tras haber conocido y seducido a sus “objetivos” en boliches de Palermo.
Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. Los dos robos por las que fueron detenidas Silvana Q. y Noelia M. ocurrieron en mayo pasado. En uno de los atracos, las sospechosas se apoderaron de 1000 dólares, tres relojes, una cadena de oro 18 kilates, un iPhone, una cadena y pulsera de plata, un anillo de oro con piedra roja, un iPad, una cámara de fotos Canon, una máquina de cortar cabello, una campera Uniqlo estilo polar y un teléfono celular marca Motorola, modelo G30. En el otro, las ladronas se hicieron de un botín de 180.000 pesos, una notebook, un teléfono celular Xiomi y un encendedor Dupont enchapado en oro.
Los robos por los que el juez en lo criminal y correccional porteño Darío Bonanno ordenó la detención de las sospechosas ocurrieron en mayo pasado. En ambos casos, las víctimas, dos grupos de amigos, habían ido a bailar a boliches de Palermo, donde conocieron a las “viudas negras”.
“Las sospechosas tenían varios perfiles en aplicaciones de citas y lograban seducir, de forma individual o las dos juntas, a hombres para encontrarse en boliches y luego aceptar ir a los inmuebles de ellos. Una vez allí, les colocaban somníferos en las bebidas y lograban que las víctimas se duerman para poder sustraerles elementos de valor”, explicaron fuentes de la División Investigaciones de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad, a cargo de la investigación.
El primer robo por el que el juez Bonanno imputó a las sospechosas ocurrió el 14 de mayo pasado. Según la declaración de una de las víctimas, Gustavo R. P., eran las 6.15 cuando estaba con dos amigos frente al boliche Kika, en Palermo, y conocieron a dos jóvenes.
Tras conversar un rato, los cinco fueron al departamento de Gustavo R. P., situado en Lacroze al 1700, en Palermo. Apenas llegaron, tomaron bebidas alcohólicas y el dueño de casa y sus amigos, al poco tiempo, se quedaron dormidos. Cuando despertaron, a las 11, vieron el departamento todo revuelto. Fue el momento donde se dieron cuenta de que habían sido víctimas de “viudas” negras.
“Una de las jóvenes tenía un tatuaje de una rosa en el hombro izquierdo, otro tatuaje grande en el pecho y un tatuaje de un tribal negro en una de sus piernas”, recordó la víctima cuando hizo la denuncia.
El segundo robo ocurrió a fines de mayo. La secuencia fue similar. Pero antes de ir a la casa de una de las víctimas, en Barracas, las “viudas negras” y dos amigos, que se habían conocido en un resto-bar de Palermo, fueron a bailar a un boliche de Monserrat.
Eran las 11 del 28 de mayo pasado cuando Rodrigo E. se fue a su departamento, en Barracas, con las dos jóvenes. Tomaron unos tragos y se quedaron dormidos. El dueño de casa se despertó a las 19. Le habían atado las manos con un cinturón y estaba boca abajo en su cama. Estaba acompañado, pero no por las jóvenes, sino por dos o tres hombres que le exigieron el dinero y otros objetos de valor.
En los próximos días, el juez Bonanno definirá la situación procesal de las dos “viudas negras”, mientras continúa la investigación para identificar a los cómplices.
Casos que se repiten
Los casos bajo esa modalidad delictiva se reiteraron con bastante frecuencia en los últimos meses. En la zona de bares de Recoleta y Palermo también actuaban otras cuatro jóvenes “viudas negras”, que, finalmente, cayeron en julio pasado por sus tatuajes.
El juez Bonanno también tiene en sus manos ese expediente, en el que procesó con prisión preventiva a cuatro sospechosas, jóvenes de entre 20 y 26 años, por el delito robo agravado por su comisión en poblado.
Según fuentes judiciales, entre enero y junio pasado, las sospechosas, protagonizaron seis hechos donde se hicieron de un botín de 6.000.000 de pesos, entre dinero, teléfonos celulares y otros objetos de valor. No se descarta que hayan cometido más robos de la misma modalidad. Hasta el momento, se registraron 14 víctimas.
El primer caso por el que fueron procesas esas “viudas negras” ocurrió el el 27 de enero pasado entre las 5, momento en que las víctimas conocieron a las sospechosas en un boliche de Palermo, y las 14, cuando se despertaron y advirtieron que habían caído en la trampa.
Las víctimas fueron tres amigos que habían ido a bailar y conocieron a tres jóvenes. A una la recordaron porque tenía un tatuaje de una mariposa en el cuello y el cabello teñido de colorado. Estuvieron en el vip del local bailable hasta que fueron al departamento de uno de los jóvenes en Recoleta. Ahí aprovecharon el momento para sedar a sus víctimas.
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