Secuestran en la Panamericana varios kilos de cocaína que tenían como destino a Bélgica
La droga estaba oculta en una rueda de excavadora que fue enviada en una encomienda desde Salta; en un allanamiento de urgencia, en la casa de uno de los sospechosos, fueron decomisados más de 17 kilos de marihuana; la banda era lideraba por un convicto alojado en una cárcel de Entre Ríos
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En Liniers, retiraron la encomienda que les habían enviado desde Salta y emprendieron el regreso hacia Pilar. El viaje fue normal. Nada de que preocuparse. Pero todo cambió cuando llegaron al peaje del kilómetro 36 de la autopista Panamericana, a la altura de Tortuguitas, en Malvinas Argentinas. Personal de la Gendarmería Nacional le impidió continuar con el trayecto. Los gendarmes sabían que en el auto, los dos ocupantes, llevaban un cargamento de estupefacientes que planeaban traficar a Bélgica. Los uniformados no se equivocaron: ocultos en una rueda de una excavadora había 7,785 kilos de cocaína.
No se trató de una operativo casual. El procedimiento era parte de una investigación de la fiscal del fuero penal juvenil de Pilar Paula Romeo y de la Gendarmería Nacional que había comenzado el año pasado con la detención de delincuentes que se dedicaban al narcomenudeo.
Ese grupo de vendedores minoristas utilizaba a menores como sistemas de alerta en los alrededores de los quioscos de drogas. Esos adolescentes tenían la tarea de dar aviso sobre los movimientos sospechosos en la zona para que se pudiesen cambiar de lugar los estupefacientes en caso de observarse la vigilancia policial. Pero fueron detectados los jóvenes vigías y se realizó entonces un trabajo especial sobre esa organización criminal por el reclutamiento de menores. Y desde el expediente que investigaba el circuito de mando que establecía las misiones de los adolescentes se llegó hacia los escalones superiores de la logística narco.
Los detectives del caso, a partir de escuchas telefónicas, tenían el dato preciso de que la banda, liderada por un recluso alojado en un penal de Entre Ríos, iba a recibir una encomienda de estupefacientes desde el norte del país.
“A partir de las escuchas telefónicas surgió la información de que en una encomienda con una rueda y que tenía como destino final Europa”, dijo a LA NACION una fuente judicial.
La encomienda fue retirada en Liniers por la esposa y el sobrino del supuesto líder de la banda, un ciudadano paraguayo. “Para no perderlos de vista en medio del tránsito y para no armar un congestionamiento en la Panamericana, se decidió detenerlos en el peaje del kilómetro 36 del ramal Pilar. Para poder avanzar en la investigación fue muy importante el trabajo de los intérpretes de la Gendarmería Nacional que traducían lo que hablaban los sospechosos en guaraní”, dijo una fuente del caso.
Los casi ocho kilos de cocaína estaban en una rueda de una excavadora. “La rueda no era original, venía con unos calcos [sic] también falsos de la marca Caterpillar. La original es maciza, la incautada estaba hueca y cubierta con una malla de plástico y plomo que evita que en el control del escáner se advierta la sustancia ilegal”, explicaron las fuentes judiciales consultadas.
Los dos ocupantes del automóvil, un Toyota Corolla, quedaron detenidos. Pero el operativo continuó porque, a partir de las escuchas telefónicas directas, se detectó que el líder de la banda desde la cárcel le ordenó a su hijo que “guardara todo en el techo”.
La sospecha era que en esa comunicación el jefe de la banda le indicó a su hijo que ocultara los estupefacientes que había en la casa familiar del barrio La Lomita de Pilar.
Al igual que en otros casos, la prisión no resultaba un obstáculo para el jefe de la organización narcocriminal. El hombre apuntado por la Justicia como líder de esa banda mantenía el control del movimiento de drogas. Aunque por entonces no sospechaba que sus comunicaciones habían sido interceptadas.
“La orden de guardar todo la dio cuando no se pudo comunicar con su mujer y su sobrino”, dijo una fuente de la investigación. Cuando personal de la Gendarmería Nacional allanó la casa familiar de los sospechosos logró secuestrar 17,5 kilos de marihuana
“Por ahora hay tres detenidos, pero la organización es mucho más grande. Las personas que figuran en las encomiendas como remitentes o destinatarios son prestanombres. Reciben dinero a cambio de sus nombres”, dijo un detective del caso.
En Europa, el valor de la cocaína secuestrada puede llegar a los 480.000 euros. En el expediente interviene el juez de Garantías de San Isidro Walter Saettone.
El operativo en la Panamericana y en el barrio La Lomita de Pilar estuvo a cargo de la Unidad de Procedimientos Judiciales y Delitos Complejos Campo de Mayo y Campana de la Gendarmería Nacional.
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