“Se viene un corralito”. Agitaban el fantasma de la crisis y así engañaron a una jubilada para quitarle 800.000 dólares
La Policía de la Ciudad identificó a una pareja de la comunidad gitana acusada de protagonizar varias estafas con la modalidad conocida como “el cuento del tío”
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“Embargaron a la Argentina. Se viene un corralito”. “Lalo tuvo un accidente, el abogado nos pide dólares”. Así, simulando ser familiares desesperados, comenzaba la conversación telefónica. Las víctimas, desprevenidas, caían en la trampa y les entregaban sus ahorros. La banda de estafadores le quitó a una mujer de 82 años U$S 800.000, dinero invertido en autos y camionetas 4x4.
Tras un año de investigación, detectives de la Policía de la Ciudad detuvieron a una pareja que habría estado detrás de la modalidad delictiva conocida como “el cuento del tío”.
Los sospechosos, identificados por fuentes judiciales como T. M., de 28 años, y F. Y. de 27, son integrantes de la comunidad gitana y fueron procesados ayer por la jueza Paula González por el delito de estafa. La magistrada trabó un embargo sobre los bienes de los imputados hasta cubrir la suma de 400 millones de pesos. Habían sido excarcelados después de depositar una caución de $72.000.000.
“Los delincuentes formaban parte de una banda que se aprovechaba de la vulnerabilidad de las personas mayores para engañarlas y sustraerles sus ahorros por medio de llamadas donde fingían ser parientes para así sacarles dinero. A una víctima le sustrajeron 800.000 dólares, entre dinero en efectivo, joyas y alhajas, fingiendo ser su sobrina y con la estafa conocida como ´corrida cambiaria´”, informaron fuentes de la Policía de la Ciudad.
La investigación, de la que participaron detectives de la División Defraudaciones y Estafas, dependiente del Departamento Delitos Económicos, comenzó tras la denuncia de la jubilada a la que le robaron 800.000 dólares.
La causa recayó en la Fiscalía en lo Criminal y Correccional porteña N° 18, a cargo de Marcelo Ruilópez.
La estafadora que llamó a la víctima, que vive en Palermo, se hizo pasar por su sobrina y le hizo creer que, por la crisis económica, debería desprenderse de los dólares porque el gobierno iba a decretar “un corralito”.
La jubilada cayó en la trampa y entregó 150.000 dólares, cuatro pulseras de oro, una medalla de oro de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, tres anillos de oro, un anillo de platino y brillantes, un reloj de oro marca Longine, otro reloj de oro y cuatro lingotes de oro. El botín, según fuentes policiales, fue valuado en U$S 800.000.
“A partir de un relevamiento de cámaras de seguridad y el análisis de las imágenes del Anillo Digital, se obtuvo la patente del rodado en el que se manejaban los delincuentes y se corroboró que en una oportunidad había sido perseguido por las autoridades hasta encontrarlo en el barrio de Villa Lugano”, informó la Policía de la Ciudad.
A partir de la información surgida en redes sociales y la activación de antenas telefónicas, se determinó que las estafas se hacían desde un inmueble situado José León Suárez al 5400, en Villa Riachuelo.
Tras las pruebas reunidas durante la investigación, la jueza González ordenó allanar la propiedad donde vivían los sospechosos, donde se encontró documentación del pago de alquileres de cocheras.
La Justicia ordenó también hacer un procedimiento en la cochera, donde se descubrieron y secuestraron dos camionetas Volkswagen Amarok y un auto Volkswagen Vento GLI que habían sido adquiridos después a la estafa que dio inicio a la investigación, explicaron fuentes policiales.
Paola, la falsa sobrina
Según se desprende del expediente judicial, al que tuvo acceso LA NACION, el caso que dio origen a la investigación sucedió el 29 de agosto del año pasado. Ese día, a las 9.44, la víctima, M. V., que en ese momento tenía 82 años, recibió una llamada en su departamento de Palermo: una voz femenina se presentó como Paola, su sobrina.
“La mujer que se hizo pasar por su sobrina le dijo a la víctima que iba a haber un corralito y que le tenía que dar a un contador amigo suyo todos sus ahorros. La víctima cayó en la trampa y se fue a un banco situado en la avenida Santa Fe al 3600, en Palermo, y retiró 60.000 dólares que tenía guardados en una caja de seguridad. Después, le entregó el dinero a un hombre que vestía traje de color negro y camisa blanca que la esperó en Sánchez de Bustamante y Beruti”, explicaron fuentes judiciales.
Cuando la víctima estaba en su departamento, recibió otra llamada telefónica en su línea fija donde le pidieron que entregara todo el dinero que le quedaba. La mujer volvió al banco y retiró otros 40.000 dólares.
“Finalmente, en su departamento agarró otros U$D 50.000, cuatro pulseras de oro, una medalla de oro de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, tres anillos de oro, un anillo de platino y brillantes, un reloj de oro marca Longine y otro reloj de oro y cuatro lingotes de oro que le entregó al mismo hombre en Juncal y Sánchez de Bustamante”, según se desprende del expediente judicial.
La víctima se dio cuenta que había sido víctima de una estafa cuando se comunicó con su sobrina y ahí advirtió que no era ella quien la había llamado.
“La conducta que llevaron adelante [los sospechosos] consistió en la puesta en escena de una situación inexistente en la realidad, a partir de la cual lograron inducir a error a la víctima, quien convencida de la existencia y veracidad de aquella falsa situación, realizó un acto de disposición patrimonial perjudicial, consistente en la entrega a un sujeto que no conocía (pero que a su creencia era de confianza de su sobrina) de sus ahorros y bienes de valor”, sostuvo la jueza González en el procesamiento.
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