Se va de Rufino el padre de Chiara Páez
Explicó que abandona la ciudad para no cruzarse con los sospechosos
SANTA FE.- Seis días antes de que se cumplan seis meses de la muerte de Chiara Páez, la chica de 14 años asesinada por su novio, de 16, en Rufino, en el sur de esta provincia, su padre, Fabio Páez, publicó una carta en la que anunció que junto a sus dos hijos menores se alejará de esa ciudad para radicarse en Mendoza. "Tengo miedo de cruzarme con alguno de los asesinos de mi hija y querer matarlos. Por eso me voy", afirmó.
La apreciación de Páez es una directa alusión a Carolina Vallejos, de 34 años, y su pareja, Carlos Alberto Cerrato, de 43, madre y padrastro del confeso asesino, respectivamente, quienes habrían colaborado en el asesinato de Chiara y fueron sorpresivamente liberados en agosto por el camarista de Venado Tuerto Fernando Vidal, que sustentó su decisión en el beneficio de la duda que favorece al imputado.
"Nací [en Rufino] hace 47 años. Pasé aquí mi infancia y adolescencia, donde mis padres me educaron con todo su esfuerzo para que junto con mis hermanas fuéramos personas de bien. Después de pasar todo esto, cosas buenas y malas, tengo que tomar una decisión muy difícil para mí y para mi familia por culpa de estos asesinos que mataron a Chiara, del juez que los liberó, el o la profesional que los encubrió y los comerciantes que les venden a estos asesinos", dijo.
Y agregó: "Por eso decidí irme de Rufino a vivir a otra ciudad por el bien de mis dos hijos menores, Delfi y Manu, de quienes soy su único sostén".
El padre de la adolescente asesinada descargó su desazón por lo que considera una injusticia: "Cada vez siento más bronca, impotencia, dolor y odio. Y si yo me encontrara en la calle a cualquiera de esos hijos de p... les aseguro que intentaría matarlos con mis propias manos, y les daría más dolor y disgustos a mi familia y amigos. Por supuesto que la lucha no la abandono, tengo todas las fuerzas. No voy a parar hasta que paguen y sufran lo mismo que sufrió Chiara. Voy a ir hasta el final".
El caso
Chiara Páez fue asesinada a golpes. Había sido vista por última vez el domingo 10 de mayo pasado, alrededor de la 1.30, en las inmediaciones de la Escuela de Educación Técnica 286, cuando iba a la casa de unas amigas, con quienes nunca llegó a encontrarse. Apareció enterrada esa misma noche en la casa de sus abuelos, ubicada en San Martín al 800, de Rufino.
Según el informe de la autopsia, la chica estaba embarazada y tenía en su cuerpo restos de Oxaprost, un antiinflamatorio usado para abortar.
Ese domingo, mientras los familiares de Chiara, pobladores y policías realizaban rastrillajes para dar con su paradero, en la casa de Manuel se realizaba un asado, a metros de donde estaba enterrada la adolescente. Minutos antes del hallazgo del cadáver, Manuel se presentó junto a su padre en una comisaría local, confesó haber cometido el asesinato y quedó detenido.