Recrudece la violencia en Rosario: un joven de 19 años apareció maniatado, torturado y ejecutado a tiros en la calle
El departamento registra 175 homicidios en lo que va del año, la cifra más alta de la última década; durante los primeros 12 días de agosto se registró un asesinato cada 24 horas
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Dos homicidios ocurridos este fin de semana en diferentes lugares de Rosario llevaron la cifra de asesinatos al récord de 175 víctimas en lo que va del año, en medio de cambios de autoridades del área de Seguridad en la provincia de Santa Fe con el objetivo de paliar la crisis. Con estos últimos crímenes, en el Departamento Rosario se registraron 12 homicidios en igual cantidad de días del mes de agosto, equivalente a uno por día hasta el viernes.
Voceros del Ministerio de Seguridad explicaron a la agencia Télam lo ocurrido como parte de una disputa armada entre dos bandas criminales barriales que se referencian en los capos de organizaciones criminales más importantes: Los Monos y la liderada por Esteban Alvarado. En ambos casos los cabecillas están presos y condenados, pero aún operan ilegalmente en el territorio.
Uno de los homicidios ocurrió ese mismo viernes alrededor de las 20 en el barrio Ludueña, ubicado en el distrito noroeste, donde unas horas antes un grupo de vecinos se había reunido en una plaza para rezar y pedir paz por un asesinato anterior. Junto a Empalme Graneros, enclave lindero, el barrio Ludueña concentra la mayor porción de los asesinatos ocurridos en los primeros siete meses del año.
En este último caso, un joven de 19 años fue asesinado en la esquina de Matienzo y Tucumán. Identificado como Alan Agustín Ferrari, según las primeras averiguaciones fue trasladado en un auto con las manos precintadas y bajado del vehículo en ese lugar, adonde fue ejecutado a tiros sobre la calle. Los exámenes médicos primarios determinaron que el cuerpo del joven mostraba cortes y golpes en el cuerpo y una “posible herida de escopeta”, indicaron fuentes policiales.
En la escena del crimen levantaron siete vainas servidas de calibre nueve milímetros, que fueron secuestradas, y el fiscal que investiga el caso, Ademar Bianchini, ordenó la realización de la autopsia de la víctima.
De acuerdo a La Capital de Rosario, el joven habría recibido varios disparos en la cabeza al lado de un contenedor de basura, después de que lo bajaran del auto. En el lugar se encontró un precinto plástico con el que lo habrían atado. En ese diario detallan, además, que esta persona era familiar o allegada a Mauro Gerez, un narco que extorsionaba a vecinos del Barrio Ludueña y que está imputado por formar parte de una asociación ilícita manejada desde la cárcel de Piñero, en el sur de Santa Fe. Su banda trabaja como franquicia de Los Monos.
Sin embargo, indican en el portal que ya existen en esa zona de la ciudad disputas entre sicarios de las mismas facciones debido a que, según remarcaron, el joven ejecutado este fin de semana había sido denunciado por balear una casa a nueve cuadras de donde fue ejecutado. “Este pibe soldadeaba para una de las bandas que se cagan a tiros a toda hora y en todo lugar en el barrio”, aseguró una residente ante La Capital.
Por la tarde, en tanto, vecinos de la zona se habían nucleado en una plaza ubicada en Magallanes y Vélez Sarsfield del mismo barrio Ludueña para rezar “por la no violencia”, ante el incremento de asesinatos en la zona.
Otro homicidio una hora antes
Una hora antes del crimen de Ludueña, otro joven, pero de 21 años, fue asesinado también a tiros en la zona sur de la ciudad, en inmediaciones de la Avenida del Rosario al 400 bis. Según fuentes policiales, esta persona identificada como Alejandro Gabriel Ramúa fue atacada por desconocidos que se movían en moto y alcanzó a ingresar a su domicilio, donde finalmente murió como consecuencia de las heridas. Personal médico constató una herida de bala a la altura del corazón, precisaron los informantes.
En la misma dirección había sido incendiado intencionalmente la noche del jueves un automóvil que estaba estacionado frente al domicilio de la víctima.
Así, ya son tres los homicidios que se produjeron en Rosario desde el miércoles pasado, cuando asumieron las nuevas autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe. Ese día el gobernador Omar Perotti tomó juramento al titular de la cartera, el comisario general retirado Rubén Rimoldi. Ante el crecimiento de la violencia, Perotti puso así fin a la gestión de Jorge Lagna, quien estuvo a cargo del área casi un año y medio.
Números preocupantes
El Departamento Rosario, el más poblado de la provincia, registra 175 homicidios en lo que va de 2022, la cifra más alta de la última década. Los datos del Observatorio de Seguridad Pública de la provincia señalan que 117 de esos casos corresponden a disputas entre organizaciones criminales de la economía ilegal, fundamentalmente vinculadas al narcomenudeo y a otros delitos conexos.
En tanto, 76% de los crímenes acumulados hasta el 7 de agosto tuvieron planificación previa y, en 55%, los investigadores determinaron que existió “mandato o pacto previo”, de acuerdo a las estadísticas oficiales.
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