Se presentaron más víctimas de la monja acusada de abuso sexual
La imputada fue arrestada hace una semana en un hogar situado en San Miguel
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María Tellez Fajardo, era conocida dentro del Hogar de las Hermanas Trinitarias, de Boulogne como sor Marina. Hace semana fue detenida, acusada de abusar sexualmente de una menor, de 14 años, que estaba alojada en la mencionada entidad religiosa, para cumplir una orden de guarda judicial. En las últimas horas, la Justicia de Garantías de San Isidro determinó que siga presa.
La monja había sido apresada por la denuncia realizada por la Defensoría de los Derechos del Niño de San Isidro, a partir del relato de una menor que afirmó haber sido manoseada por la religiosa y observada mientras estaba desnuda. La situación de sor Marina, se complicó en las últimas 48 horas. Al menos, otras dos jóvenes que estaban alojadas en el mencionado hogar se presentaron ante la Justicia y denunciaron haber sido abusadas por la religiosa.
Según fuentes de la investigación, las dos nuevas víctimas alertaron sobre los abusos a través de un canal especialmente habilitado para recibir datos sobre las agresiones sexuales ocurridas en la mencionada entidad. La fiscalía de especializada en Violencia de Género de San Isidro habilitó la casilla de correo electrónico oficial: denunciasgenero.si@mpba.gov.ar.
Ambas denuncias fueron incorporadas al expediente que instruye el fiscal Marcelo Fuenzalida y que tiene como acusada a Tellez Fajaro por el presunto abuso sexual agravado de una adolescente cometido entre 2019 y 2021, en una de las sedes del Hogar de las Hermanas Trinitarias, situado en Carlos Tejedor al 300, en Boulogne.
Al rechazar el pedido de excarcelación presentado por la defensa de la monja, la jueza de Garantías de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasti, tuvo en cuenta la existencia de riesgos procesales. Al fundar la resolución, la magistrada consideró la situación de vulnerabilidad de la víctima, que no tiene a dónde ir, debido a que había llegado al mencionado hogar por disposición de la Justicia de Familia de Tigre luego de un episodio de violencia que vivió en el seno familiar.
En este caso el riesgo procesal quedaba constituido porque si se concedía la excarcelación de la monja podría, eventualmente, coaccionar sobre una víctima vulnerable, que no puede regresar con su familia por una situación de violencia previa y que debe permanecer alojada en una entidad en la que se pueda cumplir la “medida de abrigo” dispuesta por la jueza de Familia de Tigre.
La detención de sor Marina, se concretó luego que tanto la magistrada de Garantías, como el fiscal escucharan la declaración testimonial de la víctima realizada en el ámbito de una Cámara Gesell, donde la adolescente describió la situación de abuso sexual que vivió. Esta declaración se concretó mientras interactuaba con una psicóloga. Según fuentes de la investigación, el relato de adolescente fue considerado como “coherente y consistente”. Con este elemento y las declaraciones de dos profesionales que se desempeñaban en el Hogar, el representante del Ministerio Público pidió la detención de la monja.
A partir del relato de la menor, de 14 años, los investigadores judiciales habrían determinado que los abusos ocurrieron en fechas no determinadas, entre 2019 y 2021, en el interior de la cocina y el depósito de la sede de la comunidad religiosa situada en Boulogne.
“La acusada se aprovechó de ser la encargada de la guarda de la víctima, de la convivencia preexistente y su relación de autoridad de la institución, como así también de la situación de vulnerabilidad de menor”.
Luego de revisar las pruebas incorporadas en el expediente, el fiscal consideró que la había elementos para avalar un estado de sospecha de la imputada sobre su presunta responsabilidad en el delito de abuso sexual agravado por haber sido cometido por una persona del culto religioso, por ser una persona encargada de la guarda y aprovechando la situación de convivencia, su relación de autoridad y que la víctima no haya podido consentir libremente dicha conducta”.
En caso que, durante el proceso, se mantuviera esta calificación penal, eventualmente, la monja podría ser sometida a un juicio oral por un delito que tiene una expectativa de pena de ocho años de prisión.
Entre los fundamentos de la resolución en la que rechazó el pedido de excarcelación de la religiosa, la magistrada tuvo en cuenta el agravante que indicó que sor Marina era una de las autoridades de la institución en la que la menor estaba alojada.
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