Se entregó el joven que desmayó de una trompada al playero de un garaje en Monserrat
El adolescente se presentó espontáneamente ante las autoridades tras estar más de cinco meses prófugo; el hombre de 66 años que fue víctima del ataque continúa internado
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LA NACION
Tras permanecer más de cinco meses prófugo, se entregó este viernes el adolescente que en noviembre del año pasado desmayó de una trompada al playero de un garaje en el barrio porteño de Monserrat. Fuentes policiales confirmaron a LA NACION que el menor, de 17 años, se presentó “de forma espontánea” en la sede División Enlace Institutos Alojamiento de Menores de la Policía de la Ciudad.
Tras la difusión de la noticia, LN+ se comunicó con Florencia, una de las hijas del playero, quien todavía no sabía nada sobre lo ocurrido. “¿Me creen si les digo que me acabo de enterar por ustedes?”, manifestó.
Con relación a la decisión del joven de entregarse, planteó: “Hay que ver, quizá va a seguir jugando con esta carta de que aún le quedan unos días hasta que sea mayor de edad”.
Según informaron voceros del caso, el adolescente quedó alojado en el Instituto de Menores Inchausti. La Fiscalía lo imputó por el delito de “lesiones graves” a raíz de la agresión al playero de 66 años ocurrida el 19 de noviembre de 2021, cuando en el marco de una discusión le dio un puñetazo en la cabeza que lo hizo caer y golpear contra el suelo.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el fiscal en lo penal, contravencional y de faltas Mauro Tereszko, a cargo de la investigación, pedirá la prisión preventiva y acusaría al sospechoso del delito de tentativa de homicidio.
“El 11 del mes próximo, el agresor cumple 18 años. Si no se entregaba ya estaba todo listo para pedirle a Interpol la captura a Interpol y mostrar su rostro porque dejaba de ser menor de edad”, explicaron a LA NACION fuentes judiciales.
“Papá sigue internado”
Como consecuencia del ataque, el hombre, identificado como Arturo López, sufrió daño cerebral y fue internado en terapia intensiva en “estado crítico”. Desde entonces, permanece hospitalizado y según confirmó su hija tendrá secuelas de por vida.
“Papá sigue internado. Muchas personas dan por sentado que está en la casa, pero no es así. No tenemos idea de cuándo le van a dar la externación para seguir la internación en la casa”, explicó Florencia y agregó: “La recuperación que sigue es extensa y compleja y no creo que vuelva a tener la vida que tenía antes. Esperemos que las secuelas sean las menos posibles”.
Tras ello detalló en cuanto al estado de salud de su padre: “Los médicos me dicen que ante una lesión como la que tuvo lo normal es que queden secuelas. Si no, sería un milagro. Hay días en los que está mejor que otros. Él nos reconoce, se hace entender, pero no habla a la perfección. Cuando está concentrado se hace entender y avanza un poco en cuanto a la parte cognitiva. Son pasitos, va de a poco, con mucha rehabilitación y paciencia. Pero está lejos de ser una persona independiente”.
“Es un viejo de cartón”
Apenas días atrás, Javier, el padre del adolescente imputado por el ataque, dijo que tenía tiempo sin ver a su hijo ya que se encontraba oculto en Uruguay. Además, defendió su accionar al considerar que el hombre al que agredió es “un sinvergüenza”.
“No lo estoy viendo a mi hijo. Todo el mundo sabe que está en Uruguay”, afirmó en diálogo con Télam y explicó que el joven todavía no se había presentado ante la Justicia porque no tenían “garantías jurídicas”. Tras ello cargó contra la familia de López.
“Nos iniciaron un juicio en lo civil. Las hijas de esta persona me nombraron. ¿En qué estoy imputado para que me nombren? Obviamente les interesa la plata”, indicó Javier, quien dijo desempeñarse como changarín y que “no tenía ni un peso”.
Además, dijo que el playero era un “sinvergüenza”: “Mi hijo solamente respondió ante un hostigamiento. Él era un tipo grande que se dedicaba a molestar a criaturas. Ahora las criaturas tienen que estar pagando los platos rotos.”
Y añadió: “No era un viejito bueno como lo quieren hacer quedar. Era un reverendo hijo de re mil puta que metió a mi hijo en terrible quilombo y encima no se aguantaba ni un palmazo. Es un viejo de cartón”.
A pesar de sus dichos, el hombre sostuvo que su hijo se encuentra arrepentido de lo ocurrido y que quiere que “esta causa termine”. “Mi hijo se lamenta. Quisiera volver el tiempo atrás. Ya quiero que se termine esta causa. Trato de seguir el estado de salud del hombre. Yo hago que me digan cómo está”, concluyó.
LA NACION
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