Condenaron a Adalberto Cuello a prisión perpetua por el crimen de Tomás Santillán
El padrastro del menor asesinado fue considerado responsable del delito de "homicidio calificado por haber sido cometido con alevosía"; "Creo en la justicia", dijo la mamá del chico antes de la lectura de la sentencia
Adalberto Cuello fue condenado a prisión perpetua por el crimen de su ex hijastro de 9 años, Tomás Dameno Santillán, cometido en noviembre de 2011 en la localidad bonaerense de Lincoln.
El veredicto, la sentencia y sus fundamentos fueron leídos en el edificio ubicado en Mayor López 2, esquina Bartolomé Mitre, de dicha ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires.
La sentencia fue dictada hoy en forma unánime por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, integrado por los jueces Miguel Angel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana, que halló a Cuello (40) responsable del delito de "homicidio calificado por haber sido cometido con alevosía".
La lectura duró alrededor de dos horas y media. Una vez finalizada, familiares de la víctima comenzaron a gritar "asesino" y la madre, Leonor Santillán, del menor se descompensó entre llantos.
Los fundamentos
El tribunal determinó que se trató de un homicidio agravado por "alevosía" por la "indefensión" del menor de edad, pero descartó el agravante de "ensañamiento" porque, según sostuvo, no se logró determinar que Cuello actuó "con una intención cruel" y "actos innecesarios para matar", extendiendo voluntariamente "la agonía" del niño.
Para Piegari, Cuello actuó "sobre seguro" y con "astucia artera y traidora". "Aun afirmando que el niño ultimado hubiese intentado y hasta logrado oponer resistencia con rasguños, manotazos o maniobras defensivas, esta nunca podría haber sido riesgosa para el agresor armado con el elemento descripto (la pala), que actuó sobre seguro, con despliegue psicológico de astucia artera y traidora", dijo.
La jueza añadió que "la defensa intentada por el niño ha sido consecuencia de una reacción, un impulso natural e indeliberado que ha propendido a la conservación de su vida, pero ello en nada ha logrado conmover la celada traicionera y la seguridad de acción efectiva que había logrado el autor en el dominio del acontecer analizado".
"Certeramente debo concluir en que el imputado sabía que actuaba sin peligro ni riesgo real para su persona frente a una víctima indefensa, la cual fue impulsada al encuentro con su victimario desde la inocencia y la inmadurez propia de su edad para ser colocada en una situación de indefensión total frente a un despliegue de agresión brutal y violenta", subrayó.
Las penas solicitadas
Durante los alegatos de la semana pasada, el fiscal del juicio, Javier Ochoaizpuro, solicitó que el acusado sea condenado a "reclusión perpetua más accesorias legales" -la máxima pena prevista en el Código Penal- por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía".
Por su parte, el defensor de Cuello, Gerardo Doyle, pidió su absolución por falta de pruebas y, subsidiariamente, una condena por "homicidio simple", con pena prevista de 8 a 25 años de prisión, ya que consideró que no se probó ni el ensañamiento (sufrimiento excesivo) ni la alevosía (indefensión de la víctima).
En tanto, el hermano de Susana Santillán, Guillermo, dijo a la agenciaTélam que los familiares de Tomás esperan la sentencia "ansiosos" y "con confianza". "Confiamos plenamente en la Justicia, en el trabajo que hicieron el fiscal y los jueces hasta ahora", dijo el tío de la víctima que, además, consideró que "quedó probado" que Cuello fue el autor del homicidio.
"Creo en la Justicia"
Sin dar demasiadas declaraciones a la prensa, antes del inicio de la lectura del fallo, Susana Santillán, la mamá de Tomás y ex pareja de Cuello, señaló que "cree en la Justicia".
Acompañada por el ministro de Seguridad, Ricardo Casal, ingresó a los tribunales para esperar la sentencia.
La mujer fue precisamente la primera en declarar durante el proceso. Sus dichos, según se supo complicaron la situación del padrastro del niño. "En mi vida imaginé que iba a hacer eso. Si sabía que iba a matar a Tomás, yo lo hubiese matado antes a él", expresó en aquella oportunidad.
El pequeño fue asesinado a golpes y abandonado en una zona de chacras de esa localidad bonaerense. Su cuerpo fue encontrado el viernes 18 de noviembre de 2001 tras dos días de intensa búsqueda. Desde el principio, Cuello se convirtió en el principal sospechoso por el asesinato.