Scioli pidió ser informado al instante de todos los detalles
El jefe de la policía, Hugo Matzkin, fue la máxima autoridad que se hizo presente en el lugar
LA PLATA.- Las autoridades de la provincia de Buenos Aires, empezando por el gobernador Daniel Scioli, eligieron ayer la cautela ante la noticia del hallazgo de un cuerpo que según dijeron tres fuentes a LA NACION sería el de Melina Romero, en la localidad de José León Suárez, y anoche esperaban la confirmación de que se tratara del cadáver de la adolescente desaparecida.
El gobernador Scioli recibió la noticia mientras mantenía reuniones con su gabinete en su despacho de la gobernación bonaerense, en el centro de esta ciudad, según dejaron trascender fuentes oficiales de la gobernación.
Primero analizó cuestiones presupuestarias junto al equipo económico y después se reunió con varios miembros del gobierno por otras cuestiones. Luego siguió con su agenda de reuniones en la sede del Banco Provincia, en la Capital. Pero desde que se supo de la aparición del cuerpo pidió estar en contacto permanente con el ministro de Seguridad provincial, Alejandro Granados, para informarse de todas las novedades del caso, aunque sin suspender las actividades que tenía programadas.
La cúpula de la policía bonaerense ya estaba allí, en el descampado donde se halló el cuerpo, a la vera del río Reconquista, cerca de un cementerio de automóviles y de un predio de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse).
El jefe de la fuerza, comisario mayor Hugo Matzkin, fue el encargado de responder las consultas de la prensa luego de recorrer la zona.
Hasta el cierre de esta edición, sin embargo, no se había confirmado oficialmente que el cadáver realmente correspondiera a Melina, ya que faltaba practicar los exámenes de rigor.
Aunque en el gobierno provincial prácticamente no había dudas del resultado de esos estudios. Todos los indicios apuntaban a que se trataba de ella: por ejemplo, la ropa -según el abogado de la familia, Marcelo Biondi- coincidía con la que llevaba la muchacha el día de su desaparición.
El padre de la chica, Rubén Romero, dijo que no había podido ver si el cuerpo realmente correspondía a su hija, aunque "aparentemente la fisonomía se corresponde y coincide con la de Melina". Pero faltaba corroborarlo con seguridad.
A pesar de algunas marcadas diferencias, el caso recordó al de Candela Sol Rodríguez, la nena de once años asesinada a mediados de 2011 en Hurlingham.
En aquella ocasión, el gobernador reaccionó rápidamente ante la noticia de la aparición del cuerpo de la infortunada chiquita, tras un allanamiento, y estuvo presente en el lugar en el instante en que la madre de la niña, Carola Labrador, reconoció el cuerpo y estalló en gritos y lágrimas.
La propia Gobernación, en aquella oportunidad, había difundido a la prensa el video que mostraba ese terrible momento: allí se ve a Scioli apoyando brevemente la mano en el hombro de la mujer desconsolada.
Esta vez, y en parte porque la identificación del cuerpo no era fehaciente, el mandatario prefirió no viajar al lugar donde fue hallado el cadáver de Melina.
Tampoco lo hizo el ministro Alejandro Granados, aunque en principio se lanzó la versión de que se aprestaba a dirigirse en helicóptero a la zona.
Anoche, las autoridades bonaerenses esperaban los resultados de la autopsia, que se estaba realizando en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
Para todos sólo se trataría de la confirmación burocrática de una casi certeza. Los encontrados ayer eran los restos de Melina.
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