San Miguel del Monte: no encontraron balas en el cuerpo de una de las víctimas
Camila López, de 13 años, una de las cuatro víctimas de la masacre de San Miguel del Monte, no fue baleada. Según fuentes judiciales, la segunda autopsia realizada a la adolescente estableció como causa de muerte el violento impacto por el accidente. Además, al revisar el cuerpo de la víctima, los forenses no hallaron proyectiles ni heridas de arma de fuego. La segunda necropsia fue realizada al mediodía por médicos de la Asesoría Pericial del Ministerio Público Fiscal de Lomas de Zamora.
La decisión de la jueza de Garantías de La Plata Marcela Garmendia de hacer una nueva autopsia se fundó en las dudas del examen realizado por los legistas de la policía bonaerense, debido a que existe una fuerte sospecha de que personal de la fuerza que se desempeña en San Miguel del Monte habría realizado diversas maniobras para encubrir a los efectivos que dispararon contra el Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes y un joven de 22 años.
La tragedia ocurrió el 20 de mayo pasado, minutos después de la 1, cuando Camila y sus amigos, Danilo Sansone y Gonzalo Domínguez, de 13 y 14 años, viajaban en el mencionado Fiat 147, conducido por Aníbal Suárez, de 22 y, sin ninguna justificación, dos móviles de la comisaría de San Miguel del Monte, los persiguieron y les dispararon. La persecución terminó cuando el Fiat 147 chocó contra un camión con acoplado estacionado en la colectora de la ruta 3.
Rocío, la quinta ocupante del vehículo, fue la única sobreviviente y continuaba internada en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela. La adolescente tuvo una mejoría y fue operada de algunas de las fracturas sufridas.
Al principio, los policías quisieron hacer pasar el trágico episodio como un accidente de tránsito, pero las cámaras de seguridad, las declaraciones de testigos y las autopsias realizadas por los forenses de Gendarmería sustentaron un diferentes escenario. Los médicos de Gendarmería hallaron un proyectil calibre 9 mm en el cuerpo de Gonzalo. Según el peritaje balístico, ese plomo fue disparado por el arma del oficial Manuel Monreal, quien en un segundo móvil intentó cortar el paso del Fiat 147. Otros análisis balísticos concluyeron que las cápsulas halladas en las calles por las que se desarrolló la persecución fueron expulsadas de la pistola 9 mm del sargento Rubén García.
La investigación por los cuatro homicidios tiene, hasta el momento, 13 sospechosos detenidos.
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