Tragedia en San Miguel del Monte: imputarían a tres policías por homicidio
A partir del hallazgo de un proyectil en el cuerpo de una de las cuatro víctimas de la trágica persecución policial en San Miguel del Monte, la Justicia acusaría a tres uniformados bonaerenses de homicidio agravado.
Según fuentes judiciales, los forenses que realizaron las autopsias de Aníbal Suárez, 22 años; Danilo Sansone, 13; Camila López, 13; y Gonzalo Domínguez, 14, extrajeron un proyectil de arma de fuego del cuerpo de uno de los menores. Calificadas fuentes judiciales confirmaron a LA NACIÓN que se trata de una bala de calibre 9 milímetros.
Esta prueba avaló la sospecha de los familiares y amigos de las víctimas, que denunciaron que los policías abrieron fuego contra el Fiat 147 en el que viajaban los cuatro jóvenes y Rocío, la adolescente de 14 años que sufrió heridas grave cuando el automóvil chocó contra el acoplado de un camión que estaba estacionado en la colectora de la ruta 3.
Existe otro elemento que fundó la presunción de que los policías abrieron fuego contra un vehículo con cinco jóvenes desarmados: al revisar el Fiat 147 los peritos hallaron un impacto que sería compatible con un orificio de bala.
Hoy se realizarán los peritajes para tratar de establecer desde cuál de las seis armas secuestradas por el fiscal Lisandro Damonte se disparó el proyectil en cuestión.
A partir de la observación de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad, en las que se advierte que uno de los uniformados sacaba medio cuerpo por la ventanilla del móvil en plena persecución, las declaraciones de los testigos que afirmaron que escucharon al menos ocho detonaciones similares a disparos de armas de fuego y el hallazgo de cuatro vainas en el trayecto en el que se desarrolló la persecución, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso la separación del jefe de la comisaría de San Miguel del Monte, subcomisario Julio Franco Micucci, y de dos de los policías que persiguieron a los chicos: el capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Daniel Ecilape.
Según fuentes judiciales, todavía no existe una imputación formal contra los tres policías; el fiscal los tiene ubicados ante la posibilidad de indagatorias y, eventualmente, de que sean detenidos.
Antes de indagar a los policías, el fiscal quiere tener en su poder el peritaje de comparación balística para establecer si el proyectil que sacaron del cuerpo de Camila fue disparado por alguna de las armas secuestradas a los policías.
Con los elementos incorporados en la investigación se confirmó que los policías iniciaron una persecución contra cinco chicos que circulaban en un automóvil, que no habían cometido ningún delito y que no estaban armados. A pesar de esas circunstancias, abrieron fuego.
Los amigos y familiares de las víctimas indicaron que a raíz de los disparos, Gonzalo, que conducía el Fiat 147, habría perdido el control del vehículo lo que provocó el choque contra el camión estacionado y las muertes de cuatro jóvenes.
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