Tragedia : un empresario “arrepentido” de la causa Cuadernos se estrelló con un avión: murió el piloto y él está en estado crítico
Se trata de Juan Chediack, expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, que tiene quemaduras graves en el 80% del cuerpo, fracturas y politraumatismos; la aeronave se despistó cuando despegaba del aeropuerto de la ciudad de San Luis, producto del fuerte viento; el copiloto también está muy grave, con pronóstico reservado
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LA NACIONJosé María Costa
El empresario Juan Chediack, imputado “arrepentido” en la “causa de los cuadernos de las coimas” y expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), está internado en estado crítico después de que el avión en el que iba a regresar a Buenos Aires desde San Luis se estrelló esta mañana, cuando intentaba despegar del aeropuerto de la capital puntana. Esta noche falleció el piloto de la aeronave, en tanto que el copiloto permanece internado, también con gravísimas quemaduras y con pronóstico reservado.
El devastador siniestro aéreo se produjo a las 9.30 de este domingo, cuando una ráfaga de viento provocó el despiste del Beechcraft G36 Bonanza, matrícula LV-GLQ, , matrícula LV-GLQ, que impactó contra el perímetro del Aeropuerto Brigadier Cesar Raúl Ojeda, de la ciudad de San Luis. “Se activaron rápidamente los sistemas de emergencia del aeropuerto y se evacuaron 3 personas con quemaduras”, indicaron fuentes consultadas por LA NACION.
La aeronave se dirigía al Aeropuerto de San Fernando, en la zona norte bonaerense, según indicaron fuentes aeronáuticas. Aunque aún resta determinar las causas concretas del siniestro, se presume que las fuertes ráfagas de viento, que por momentos alcanzaban los 100 kilómetros, fueron los motivos del despiste, choque y posterior incendio del avión.
En el lugar trabajaron Policía de Seguridad Aeroportuaria, bomberos y personal sanitario, que trasladaron a las personas heridas y con quemaduras al Hospital Central “Ramón Carrillo”, donde las tres víctimas quedaron internadas en el área de cuidados críticos con politraumatismos, fracturas y quemaduras. “Todos con diagnóstico de gran quemado, en asistencias respiratoria mecánica asociado a politraumatismos con compromiso óseo importante. Los pacientes están hemodinámicamente descompensados y sus pronósticos son críticos y reservados”, relató el primer y escueto parte.
Las personas a bordo fueron identificadas como Chediack, de 69 años, y los pilotos Esteban Asprella, de 36 años, y Juan Ignacio Bilasio Barbeito, de 51. Según los partes médicos, a los que tuvo acceso LA NACION, Chediack presenta “politraumatismos graves, quemaduras profundas del 80%, aproximadamente, con compromiso de vía aérea, traumatismo grave de tórax y fractura de miembro inferior izquierdo”, y anoche estaba “en shock refractario a pesar del tratamiento”, por lo que se lo consideró un “paciente en estado crítico, con pronóstico reservado”.
Asprella ingresó al shock room del centro asistencial con politraumatismos graves y quemaduras profundas de aproximadamente el 90% de la superficie corporal y vía aérea. El cuatro fue irreversible y la muerte del piloto se produjo a las 21 del domingo, según informaron fuentes del área de salud.
En tanto, Bilasio Barbeito sufrió politraumatismos graves, quemaduras del 44% de la superficie corporal con compromiso grave de la vía aérea y “fractura inestable de pelvis”. También está en estado crítico y con pronóstico reservado.
Desde el sábado, la ciudad de San Luis sufrió las inclemencias climáticas con fuertes vientos, según la Red de Estaciones Meteorológica (REM) de la provincia, que por momentos alcanzaron los 125 kilómetros por hora en la localidad de Donovan, situada a 10 kilómetros de la capital puntana.
Sobre los pilotos, ambos tenían vasta experiencia. En el caso de Asprella, según anunciaba en su perfil profesional en la red social LinkedIn, era “piloto comercial de primera clase de avión con habilitación de vuelo por instrumentos, habilitación de multimotores terrestres hasta 5700 kilogramos, vuelo nocturno, copiloto LJ60, experiencia como piloto y operador de Beechcraft Baron y King Air 90″, con “1700 horas de vuelo, 900 horas de multimotores, 300 horas de turbohélice, 60 horas de reactor”. El hombre había comenzado su carrera profesional en enero de 2010.
Bilasio Barbeito comenzó su carrera en las Fuerzas Armadas antes de pasar al sector privado, según consta en su perfil profesional de LinkedIn. Primero trabajó como Guardiamarina en el Cazaminas ARA Formosa (entre 1993 y 1995). El siguiente paso en su carrera militar fue como integrante de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima en Trelew, Chubut, donde permaneció 18 meses antes de pasar a ser copiloto de la segunda Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil, en Ezeiza.
Entre 1999 y 2001 fue profesor de vuelo en la Escuela de Aviación Naval y los siguientes dos años fue piloto en la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque en Verónica, provincia de Buenos Aires. En 2005 llegó a la marina de los Estados Unidos donde fue, durante dos años y medio, instructor de vuelo en el Escuadrón de Entrenamiento N°6. Luego regresó a su puesto en las Fuerzas Armadas argentinas, en Verónica.
Su último paso por la aviación militar, antes de pasar a la comercial, fue en entre febrero de 2008 y agosto de 2012 cuando se desempeñó como Comandante de vuelo de la 2ª Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logístico Móvil en Ezeiza.
Uno de los empresarios que implicó al matrimonio Kirchner
Juan Chediack, expresidente y exvicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), fue uno de la decena de empresarios que estuvo en la mira de la Justicia por la causa de las coimas de la corrupción y que decidió ser imputado arrepentido.
El empresario ocupó cargos en la Camarco desde 1992 y llegó a la presidencia después de la gestión de Carlos Wagner -otro de los arrepentidos en el marco de la causa de los cuadernos-, entre 2014 y 2016. Actualmente, es titular de Chediack SA, la empresa constructora que realizó obras viales, civiles, hidráulicas y de minería.
Chediack SA empezó a trabajar en el ámbito de la construcción en 1947 en San Luis y desde sus inicios participó en todas las ramas de la industria de la construcción y concesiones, según consigna el sitio oficial de la compañía.
La empresa hizo la Autopista Ezeiza – Cañuelas, la Autopista Ruta Nacional N° 7, que conecta Luján – Buenos Aires, el Aeropuerto de Río Gallegos. Tuvo las concesiones viales con cobre de peaje de las rutas nacionales 5 y 7; y del centro unificado de frontera entre Santo Tomé (Argentina) y Sao Borja (Brasil).
Además, se adjudicó la obra de la presa Las Lajas (Córdoba), para controlar las crecidas sobre el arroyo del mismo nombre; la rectificación del cauce del río Salado; la construcción del dique de La Alumbrera (Catamarca) y participó del proyecto minero Pascua Lama (de la empresa canadiense Barrick) en San Juan.
Chediack había sido mencionado por Wagner, que reconoció la existencia de un “club de la obra pública”, por lo que se presentó ante el fiscal Carlos Stornelli.
En agosto de 2016 –en ese momento presidía la Camarco–, dijo que sabía de la existencia de coimas en el sector constructor. “Cristina Kirchner, Julio De Vido y José López sabían que había empresas que cobraban antes que otras. Por supuesto que sabía que había coimas en Vialidad. Nosotros lo hemos dicho. La Cámara siempre estuvo en contra de esto. Hay causas abiertas desde el 2008 que nunca avanzaron y avanzan ahora. Lo habían denunciado Elisa Carrió y [Darío] Díaz Pérez”, reconoció.
Con información de la agencia Télam.
Por José María Costa
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