Salían desde Paraguay con cocaína en sus cuerpos y volvían en micro con sus valijas llenas de éxtasis
Los “correos humanos” salían “limpios” de la Argentina, y la ingesta de la droga se realizaba en la ciudad de Asunción o en San Pablo, en Brasil; la semana pasada fueron detenidos ocho sospechosos
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El reclutamiento se hacía en distintos puntos del país, especialmente, en Chaco. Una vez que llegaban a Buenos Aires, los elegidos iban a la peluquería y salían de shopping. Después se preparaban para viajar. El destino final podía ser España o Francia, pero primero debían hacer una escala obligatoria en Asunción, Paraguay, o en San Pablo, Brasil, para buscar la carga que tenían que llevar a Europa: cápsulas con cocaína. Su larga travesía terminaba cuando regresaban al país en ómnibus con sus valijas llenas de éxtasis.
Así funcionaba una organización dedicada al tráfico transnacional de estupefacientes que sufrió un duro golpe la semana pasada. En 27 allanamientos hechos por el Grupo Operativo Conjunto (GOC) del Noroeste, coordinado por la Prefectura Naval e integrado por la Gendarmería Nacional, la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía de Misiones, se secuestraron 33 kilos de MDMA, dos kilos y medio de cocaína sólida, 1250 troqueles de LSD, 250 gramos de anfetamina, 14.000 pastillas de éxtasis y seis botellas con cuatro litros y medio de cocaína líquida, según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los procedimientos, que dejaron un saldo de ocho detenidos, fueron ordenados por la jueza federal de Posadas María Verónica Skanata, al cabo de 15 meses de investigación.
“Se pudo acreditar, hasta el momento, que mediante la división de roles, en cumplimiento del plan criminal previo, tendrían como finalidad el contrabando de cocaína desde la Argentina, Paraguay o Brasil hacia países de Europa occidental, tales como España y Francia, mediante la utilización de ‘mulas’ que trasladarían la droga en su cuerpo mediante la ingesta de los estupefacientes contenidos en cápsulas. Se comprobó, además, que, como parte de esa mecánica, las personas que tendrían la tarea de trasladar la droga serían captadas en diferentes lugares del país, en particular en Chaco”, afirmaron la fiscal federal de Posadas Silvina Gutiérrez y Martín Uriona, fiscal coadyuvante de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), en un dictamen presentado la semana pasada y al que tuvo acceso LA NACION.
La causa comenzó en junio del año pasado cuando personal de la Gendarmería secuestró 23 kilos de éxtasis ocultos en las valijas de dos pasajeros que viajaban en ómnibus desde la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen hacia la terminal de Retiro. El 4 de julio pasado ambos fueron procesados por el delito de transporte de estupefacientes.
“La causa tuvo en miras profundizar la información obtenida y lograr ascender en la cadena de eslabones de dicha organización criminal”, explicaron los representantes del Ministerio Público Fiscal en otra de sus presentaciones ante la jueza federal Skanata.
No es la primera vez que una causa judicial pone al descubierto que una banda narco usa “mulas” para mandar cocaína a Europa y la carga de la droga se hace en otro país. En septiembre pasado, LA NACION dio cuenta de una investigación del juez en lo penal económico Gustavo Meirovich y de la Procunar por medio de la cual se logró desarticular una organización criminal que usaba la misma metodología.
A partir del caso de aquellos dos pasajeros detenidos con éxtasis en sus valijas se pudo identificar a otros integrantes de la banda, entre ellos, el presunto encargado de reclutar a las “mulas” y preparar la logística de los viajes, identificado en el expediente como Jorge Sandoval.
“Sandoval tendría como función coordinar los viajes para la adquisición de la droga, comprar los pasajes, conseguir hospedajes, vestimenta, comida, traslado y acompañamiento de quienes ofician de ‘mulas’, y la preparación de estos para el transporte de estupefacientes, al tiempo que supervisaría de manera directa el trayecto efectuado por aquellos, incluso acompañándolos en los viajes a efectuar”, explicaron los fiscales Gutiérrez y Uriona.
Como contraprestación de la entrega en destino de determinadas cantidades de cocaína, los integrantes de la organización obtenían drogas sintéticas, tales como MDMA, para ser distribuidas en diferentes lugares de la Argentina, explicaron los representantes del Ministerio Público en su dictamen.
Según los representantes del Ministerio Público Fiscal, el organizador y financista de la banda es Rayngs Dominique Harry, un hombre nacido en Guayana Francesa que estuvo diez años preso en la Argentina y que fue expulsado por la “ley de extrañamiento”, aunque volvió al país de forma ilegal.
“Harry se encargaría de proporcionar los recursos tanto materiales como personales para llevar adelante esas actividades ilícitas, así como también de atribuir, coordinar y fiscalizar las funciones desplegadas por los demás integrantes del grupo criminal”, afirmaron los fiscales Gutiérrez y Uriona en el dictamen.
Otro de los detenidos fue identificado como Ricardo Bruno, “quien intervendría en la logística necesaria para el funcionamiento de la organización en trato, aportando elementos indispensables para llevar adelante las maniobras develadas”. Es un empresario farmacéutico que estuvo involucrado en la causa de “la mafia de los medicamentos”, que llevó adelante el fallecido juez federal Norberto Oyarbide.
Con el avance de la pesquisa, los detectives judiciales y de las fuerzas federales determinaron que la banda preparaba un nuevo viaje de “mulas” hacia Europa para mediados de este mes. Iban a salir desde Asunción rumbo a Madrid. Por medio de la Red de Fiscales Antidrogas de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos se pidió la colaboración de autoridades judiciales de Paraguay.
El 18 de octubre pasado, la Fiscalía Especializada en Lucha contra el Narcotráfico y Crimen Organizado del Ministerio Público Fiscal del país vecino detuvo a dos jóvenes argentinas que estaban a punto de abordar un avión de Air Europa hacia la capital española con 78 cápsulas de cocaína.
“Fueron interceptadas y requisadas, procediéndose al secuestro de estupefacientes elaborado a base de cocaína”, según consta en la causa.
Algunas de las “mulas”, tras entregar las cápsulas de cocaína, se tomaron dos semanas de vacaciones en Martinica, región de ultramar francesa en el Caribe y parte de las Antillas Menores, según se desprende del expediente judicial.
Los sospechosos enfrentan ahora cargo por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, bajo la modalidad de comercio, agravado por haberse llevado a cabo con la intervención de más de tres personas.
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