Rosario violenta: tiene 14 años, es el hijastro de un narco prófugo y está acusado de ejecutar de cuatro tiros a una joven
Ayelén González tenía de 25 años y era madre de un niño de 8; uno de los balazos disparados por el homicida, hechos a muy corta distancia, impactó en la cabeza de la víctima; la madre del imputado también está presa y el chico, por su edad, es inimputable
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ROSARIO.– Ayelén González tenía 25 años. Fue asesinada de cuatro tiros en el barrio Bella Vista, en el oeste de Rosario. Uno de los disparos, efectuado a muy corta distancia, la alcanzó en la cabeza. El acusado de este nuevo crimen es un chico de 14 años cuya familia está ligada al narcotráfico. Es el hijo de Yalil Azum, un financista acusado de lavar dinero de la venta de drogas, y es hijastro de Claudio Javier Mansilla, el único prófugo del ataque comando a la cárcel de Piñero que se produjo a fines de junio del año pasado. Su madre también está presa, acusada de ser integrante de uno de los clanes criminales más poderosos de la ciudad.
El adolescente está prófugo por el homicidio de González, que ocurrió el sábado, después de una fiesta y a plena luz del día, en Uruguay al 4100, en el barrio Bella Vista, en el oeste de la ciudad. Según un video subido a las redes sociales, la joven de 25 años fue filmada antes de ser asesinada cuando cuestionaba al menor porque había efectuado disparos al aire que ponían en riesgo a todos los que estaban en el lugar.
Luego del desenlace sangriento, en el perfil de Facebook de Ayelén alguien escribió una reseña de lo que ocurrió el sábado a la mañana. Se cree que el relato lo hizo un familiar de la víctima.
En el posteo, señalan al chico de 14 años como responsable del crimen. Y aclaran que no se trató de un supuesto ajuste de cuentas. “Soy Ayelén González. Tengo 25 años y un hijo de 8. Hoy, sábado 16/4, me arrebataron la vida. En los diarios y las noticias dicen que fue por ajuste de cuentas y la realidad es que no fue así”, advierte el escrito publicado en las redes sociales, en el que también apuntan el nombre del supuesto homicida de 14 años.
“Lo único que pasó es que tuvimos una discusión en plena calle porque esta basura se la pasa tirando tiros al aire y amenazando a todos; reclamándole que no le caiga una bala a mi hijo. Hasta que este hijo de puta me tiró cuatro tiros dejándome sin vida, y a mi hijo sin mamá”, describió alguien en primera persona, como si fuera Ayelén, que murió el sábado minutos después de ser acribillada.
El heredero
El padrastro del chico sindicado como el supuesto asesino es Claudio Mansilla, conocido como Morocho, quien se escapó del penal de Piñero el 27 de junio pasado, junto a otros siete reclusos, después de un ataque comando que realizó un grupo desde fuera del penal. Hasta ahora fueron recapturados siete evadidos, pero no fue el caso de Mansilla, quien en un momento se especuló con que podría haber huido a Paraguay justo dos días antes de que debiera sentarse en el banquillo de los acusados por un doble homicidio.
Mansilla fue condenado en ausencia a 25 años de prisión por ese doble crimen ocurrido en Villa Banana. Se dio por probado que el 23 de septiembre de 2018, cerca de las 23.15, en la intersección de las calles Lima y Cerrito, Mansilla esperó en la calle a sus víctimas: Kevin Neri, de 16 años, y Leonel Bubacart, de 18. Ambos cayeron en una emboscada que el Morocho había orquestado para poder matarlos, de acuerdo a la imputación efectuada por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe.
El padre biológico del supuesto asesino de 14 años es otro personaje de la mafia rosarina. Yalil Azum manejaba una cueva financiera en el club Echesortu y está acusado de lavar dinero de varios líderes narco, entre ellos, los asesinados Rubén Ariel Segovia, ex jefe de la barra de Newell´s y líder de una banda de zona sur, y Alejandro “Chino” González, ladero de Los Monos, entre otros.
Los fiscales que realizaron la investigación contra este financista explicaron, en su momento, que Azum financiaba a los jóvenes en el territorio para que pudieran iniciar su negocio de venta de droga en los búnkeres y, luego, ese dinero le volvía. “Cuando el búnker empezaba a producir, era Azum quien se encargaba de las inversiones”, apuntaron el año pasado los representantes del Ministerio Público.
El cuadro familiar se completa con la madre del menor prófugo, Yésica González, que lleva en sus suelas un largo recorrido en tramas relacionadas con el narcotráfico. El último capítulo de su historia criminal sitúa a esta mujer de 37 años en la banda de René Ungaro, un líder narco, preso en Ezeiza, con más de 40 años en condenas acumuladas. Actualmente, González está presa en la Unidad Penal Nº5 de Rosario con un grupo de mujeres de la organización de Ungaro, que se hacen llamar las “feas”.
Un contexto tóxico
El fiscal Adrián Spelta, que investiga el homicidio de Ayelén González, trazó un perfil del contexto familiar del presunto homicida menor de edad, que se encuentra prófugo. “Hablamos de un chico de 14 años con un arma 9 milímetros en la cintura. Este chico tiene a toda la familia privada de la libertad por deambular en el ámbito del delito. Son de los más peligrosos, y de gente vinculada al delito de la que venimos hablando hace muchos años”, detalló el funcionario del Ministerio Público de la Acusación en el programa radial Radiópolis.
“El menor está rodeado de ese contexto y es allí donde logra tener una pistola 9mm; en el video [que se filmó minutos antes del crimen] se ve como se toca constantemente la cintura porque que él sabe que ahí tiene la pistola y que todas las discusiones terminan de esa manera”, describió Spelta.
El fiscal advirtió que “para la Justicia penal el chico no es punible”, por lo que en principio quedaría en libertad en las próximas horas, si se entrega o es detenido. “Va a tener una intervención de Dirección de Niñez, que tendrá que evaluar a futuro lo que son las consecuencias y el trato que se le tendrá que dar” al menor, señaló el funcionario, quien reconoció que el Estado “debería haber actuado antes de que esto sucediera”.
En la Argentina, según el Régimen Penal de Minoridad que rige desde 1980, la edad de imputabilidad comienza a partir de los 16 años. Los menores de esa edad no pueden ser juzgados ni se les puede imponer una pena por haber cometido un delito.
En 2019, el Gobierno anunció que iba a impulsar en el Congreso una reforma de la legislación que incluiría la baja de la edad de imputabilidad de los menores a 15 años. Pero ese proyecto nunca fue aprobado.
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