Rosario violenta: llamaron a su puerta, puso el ojo en la mirilla para ver quién era y la mató un sicario
Ocurrió en un barrio humilde de la zona norte de la ciudad; cinco horas después asesinaron a un joven de 28 años al que el año pasado habían atacado dos veces; ya suman tres homicidios en lo que va del año
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ROSARIO. A la 1.30 un hombre golpeó fuerte la puerta de chapa de la casa del pasaje Franco 2069, en el barrio Ludueña, en la zona noroeste de la ciudad. Natalia Longhi, de 47 años, no abrió, sino que puso el ojo en la mirilla para ver quién llamaba. Era un sicario, que le disparó en la cara y luego la ejecutó de un tiro en el pecho.
Cuatro horas después del crimen de esta mujer se produjo otro asesinato con un método similar, aunque los investigadores policiales no encuentran, hasta ahora relación, entre los dos episodios. Cerca de las 5.30 dos hombres llamaron a la puerta en una casa en Sinópolis 522, en el barrio Molino Blanco, en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Pedro Daniel Coronel, de 28 años, abrió la puerta, e inmediatamente recibió seis balazos que le provocaron la muerte en el acto.
En los primeros seis días de 2022 se produjeron tres homicidios en Rosario, una ciudad que el año pasado cerró la cifra de asesinatos con 241, la más alta desde 2015. La tasa de homicidios fue de 20,9 cada 100.000 habitantes, la más alta del país, y cuatro veces el promedio nacional.
El incremento de la violencia en el último año llevó a que se reforzaran los operativos con 575 gendarmes que llegaron a Rosario en octubre pasado. Para marzo próximo está previsto, según anunció el Ministerio de Seguridad de la Nación, la llegada de otros 1000 efectivos de esa fuerza, que se ubicarán en el Destacamento Móvil Nº7, que aún no se empezó a construir, en un predio en la zona norte de Rosario.
La llegada de mayor cantidad de gendarmes a Rosario no provocó por ahora una baja en los homicidios, según muestran la estadística del Observatorio de Seguridad Pública. En octubre se produjeron 20 crímenes en el departamento Rosario. En noviembre y diciembre se cometieron 25 y 17 asesinatos, respectivamente.
El arribo de los uniformados federales se produjo después de que en setiembre se produjera un pico de violencia, con 27 homicidios. Sin embargo, a lo largo del año lo que muestran los registros oficiales es que nunca hubo menos de 14 crímenes por mes (enero y junio fueron los meses con esa cifra de asesinatos).
Las investigaciones
En las dos escenas del crimen la situación era tensa este jueves a la mañana. En la casa de Natalia Longhi se habían juntado familiares y vecinos que estaban conmocionados por el ataque sicario que terminó con la vida de la mujer de 47 años asesinada.
Los investigadores policiales recababan información para determinar si previo al ataque algún familiar había recibido amenazas. El lugar en el que se produjo el crimen es una de las zonas más pobres de barrio Ludueña, donde muchos de los vecinos se dedican a la compra y venta de chatarra.
Unas horas después del asesinato se produjo otro ataque en la zona norte contra un joven de 21 años que fue blanco de dos disparos en el abdomen y se encuentra en estado reservado en el hospital Carrasco. Según los testigos, dos hombres en moto le dispararon cuando la víctima iba caminando.
El tercero, el golpe final
El crimen de Pedro Coronel estuvo precedido de varios ataques. Fue una especie de crónica de una muerte anunciada, describió un investigador policial. Porque este hombre de 28 años había sufrido dos ataques a balazos el año pasado. En junio fue herido de bala en una pierna y un mes después su casa, donde este jueves fue ejecutado, recibió varios disparos.
El barrio Molino Blanco, ubicado en el sur de Rosario, cerca del arroyo Saladillo, es uno de los más violentos de Rosario. En noviembre y diciembre pasado se produjeron cuatro asesinatos en esa zona.
El primer homicidio del año en Rosario se conoció el martes pasado, cuando fue encontrado en un descampado Brian Oviedo, de 18 años, quien había sido subido a la fuerza a un auto la madrugada del domingo 2 y a partir de entonces no se supo nada más de él. Este martes, los familiares confirmaron que el cuerpo que la policía encontró en una zona rural de la localidad de Alvear, cerca de la autopista Rosario-Buenos Aires, era el de Brian; tenía un tiro en la cabeza y otro en el pecho, como Natalia Lunghi.
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