Rosario tras el ataque a Messi: casi sin agentes en las calles, jefes policiales investigados por narcos y funcionarios que no gestionan
Los vecinos sufren la falta de efectivos y patrulleros; a violencia narco se suman robos y arrebatos; hubo otros tres asesinatos y tres presos se fugaron de una comisaría
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ROSARIO. - Cuatro presos fugados de una comisaría. Tres asesinatos. Allanamientos a dos altos jefes policiales por su presunta relación con un crimen y el mundo narco. Todo eso pasó con pocas horas de diferencia en la noche del viernes en varios puntos de Rosario. Una postal que demuestra que, pese al ruido mediático que desató la balacera al comercio de la familia Roccuzzo, la paz está todavía muy lejos de llegar a Rosario.
Mientras el delito crece en los barrios y en el centro de la ciudad, los rosarinos conviven desde hace años sin presencia policial en las calles. Pese a anuncios grandilocuentes de mayor personal y efectivos, es muy difícil divisar móviles policiales patrullando calles y avenidas. No se ven durante día, menos a la noche. Acá casi no existen tampoco las custodias policiales en las esquinas y muchas veces los vecinos deben esperar muchos minutos, e incluso horas, la llega de personal policial luego de haber sido víctimas de robos o arrebatos en la vía pública y en sus casas.
Sin policías para la gente en las calles. Y con altos jefes investigados, y hasta encarcelados, por corrupción y narcotráfico. El combo no podría ser peor. Y quizás sirva para explicar parte del flajelo de inseguridad que vive Rosario y que no muestra signos de frenar o revertirse en el mediano plazo.
En medio de cruces, mezquindades e ineptitudes, esta semana hubo algo en lo que coincidieron el intendente, Pablo Javkin, el gobernador Omar Perotti, y el presidente Alberto Fernández: el narco se infiltró en cadenas de mando de la policía provincial. Además, faltan recursos para desplegar una cantidad contundente efectivos en el territorio, con patrulleros, armamento y equipamiento que puedan enfrentar a un enemigo que los supera.
El ataque que sufrió el jueves por la madrugada el supermercado de Leo Messi reavivó a nivel nacional una discusión que en esta ciudad se viene dando desde hace años. La policía es una de las principales responsables del avance narco, la inseguridad ciudadana y los ataques mafiosos a comercios. Es más, una de las principales hipótesis del atentado a la familia del crack argentino es que la orden provino desde jefes policiales ligados al narco que fueron corridos de sus cargos o encarcelados.
No es casual que desde que Perotti asumió como gobernador, la Unidad Regional II (con asiento en Rosario) cambió en enero pasado a su décimo jefe. Adrián Galigani se hizo cargo hace un mes y medio y volvió a prometer lo que muchos de sus antecesores: saturación de efectivos en la calle y más móviles para patrullar.
Poco después del cambio del jefe policial, el gobernador también echó a su tercer ministro de Seguridad. Rubén Rimoldi dejó su cargo después de uno de los eneros más sangrientos de los últimos años en la ciudad. La asunción de Claudio Brilloni, que trabajó en Gendarmería y tiene conocimiento del territorio, busca darle otra impronta a un sector clave que tiene perdida desde hace años la batalla contra el delito y el narcotráfico.
Según datos oficiales del gobierno provincial, la policía tiene desplegados cerca de 4 mil efectivos. Pero al descartar al personal afectado a las comisarías, custodias y procedimientos judiciales, la presencia policial lejos de está de mostrarse en estado de saturación.
Desde el municipio, el intendente Javkin es tajante con el reclamo a la provincia: mayor presencia de efectivos y recursos en las calles. La administración municipal denuncia que los últimos ministros de Seguridad ni siquiera ejecutaron el presupuesto total destinado a la emergencia. Y cuestiona con dureza el accionar de la fuerza en las calles. “En Rosario no hay persecuciones ni enfrentamientos, algo que llama mucho la atención”, explicó el intendente ante LA NACION.
Desde la gobernación, el reclamo es hacia el área nacional que maneja Aníbal Fernández. Exigen mayor presencia de fuerzas federales en la zona para trabajar en la “transición”, mientras, según sus palabras, avanza la depuración de la fuerza.
“Hay gente que ha manchado el uniforme, hay exjefes de policía presos. Es una institución que estamos tratando de depurar y respaldando a todos los que tienen vocación de servicio”, se quejó este sábado el gobernador al exigirle a la Casa Rosada el envío de más refuerzos.
A 300 kilómetros, el cuestionado Aníbal Fernández asegura que hay unos 3.500 efectivos de Policía Federal, Gendarmería y Prefectura en la ciudad. El patrullaje de las fuerzas federales es casi inexistente para cualquier vecino de la ciudad.
El titular de la cartera nacional, que esta semana dijo que “los narcos ganaron la guerra”, asegura además que llevaron a cabo más de dos mil detenciones en los últimos meses, algo que desde el municipio también cuestionan. “El ministro de Seguridad sigue con informes que no son ciertos. Si tenés detenciones de gente con tres gramos, no es lo mismo. Acá hay que agarrar armas, agarrar bandas. En Rosario hay casi un homicidio por día en el 10% de la ciudad”, agregó el jefe comunal.
El pedido desde el gobierno municipal a Fernández también se extiende al servicio penitenciario federal, donde el viernes hubo múltiples allanamientos a varios capos narcos detenidos que continúan impartiendo órdenes desde los penales. La asunción de Agustín Rossi al frente de la jefatura de Gabinete nacional, aseguran cerca de Javkin, puede ser la llave para destrabar la grave falta de acción del Presidente y de su ministro de Seguridad.
Asesinatos, fuga y allanamientos
Habían pasado menos de 48 horas del conmocionante ataque a balazos al comercio del suegro del capitán de la selección argentina, y Rosario volvió a contar otros tres asesinatos.
Cerca de las 10 de la noche del viernes, un hombre de 38 años fue acribillado en la zona sur. Minutos después el dueño de un puesto de comidas fue acribillado de varios balazos cuando bajaba de su camioneta. En tanto, en barrio Tablada, un joven de 28 fue asesinado de un disparo en la cabeza.
El viernes, cuando todavía seguía retumbando la noticia del ataque a balazos a la familia Messi, sucedió otro hecho de fuerte impacto. Tres presos se fugaron de la comisaría décima, en el barrio Alberdi. Hirieron a uno de los policías y se escaparon por las calles de esta tradicional zona de casas residenciales del norte de Rosario. Los vecinos de la zona seguía con miedo y muchos de ellos los vieron escaparse por las calles y las vías del tren.
Uno de los fugados se entregó en la noche del viernes, mientras que el segundo fue detenido este sábado a la mañana cuando corría por las vías, cerca de la comisaría desde donde había escapado.
En tanto, en el marco de una investigación que lleva adelante el fiscal de la Agencia Contra la Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, José Luis Caterina, se produjeron en la noche del viernes diversos allanamientos a altos jefes policiales santafesinos, en el marco de una causa que investiga el asesinato del ex jefe de la barra brava de Newell’s.
Entre los domicilios allanados está el ex jefe de Drogas Peligrosas provincial y actual secretario de Seguridad de la vecina Granadero Baigorria, Marcelo Fraganillo, y Marcelo Mendoza, jefe de la Unidad Regional VI, con asiento en Villa Constitución.
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