Rosario se desangra. La dueña de un kiosco y un repartidor de hamburguesas fueron acribillados y este año ya hubo 125 homicidios
La mujer fue baleada dentro del comercio por un hombre que simuló ser un cliente; el hombre fue alcanzado por cuatro tiros cuando sicarios dispararon desde una camioneta contra el local, aparentemente, en represalia porque el propietario no había pagado la cuota de la extorsión
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Una mujer y un hombre fueron asesinados en las últimas horas en dos nuevos hechos criminales sucedidos en la zona sur de Rosario y en la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez, con lo que ya suman 125 los homicidios registrados en lo que va del año en el Departamento Rosario.
Los dos hechos están cortados por la misma matriz: ataques directos de sicarios. A la mujer fueron directamente a matarla, en un hecho que estaría vinculado con el narcomenudeo. En el otro, la balacera fue producto de una eventual represalia contra el dueño del local por no pagar el dinero que, bajo amenazas, le exigía la mafia local.
El primero de los hechos fue reportado alrededor de las 21.30 de anoche en Dean Funes al 3100, del barrio Carlos Casado, en la zona sur de la ciudad, consignaron voceros policiales y judiciales consultados por la agencia Télam.
En un kiosco situado allí fue atacada a tiros Guillermina Elena Rodríguez, de 65 años, por un hombre que se acercó simulando ser un cliente y le disparó.
La mujer, que era dueña del comercio, cayó muerta en el piso en el interior del local, lo que fue constatado por los médicos del servicio de emergencias que arribaron al lugar, quienes advirtieron que presentaba múltiples heridas de arma de fuego.
Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron de la escena del crimen seis vainas servidas calibre 9 milímetros y un plomo.
Asimismo, los pesquisas constataron la presencia de dos orificios de bala en una heladera exhibidora con puerta de vidrio, otro impacto en el interior de otra heladera y tres orificios en el nylon que cubre la puerta de ingreso del comercio, detallaron los informantes.
El cadáver de la mujer fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario para la autopsia de rigor.
Los investigadores procuran establecer si la víctima o familiares habían recibido amenazas previas al hecho.
En tanto, y con datos aportados por vecinos, fue detenido un joven que vive en la misma cuadra, pariente de la víctima, bajo sospechas de tener vinculación con el narcomenudeo en ese barrio, confiaron a Télam los informantes.
“Lo mataron como a un perro”
En paralelo, en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, fue acribillado Hugo Orlando Villán, de 43 años, padre de cuatro hijos de entre 2 y 10 años, que trabajaba por la mañana en el Frigorífico Paladini y por las noches era repartidor en una hamburguesería que fue baleada por sicarios la noche del domingo.
De acuerdo con las primeras averiguaciones, el ataque se registró alrededor de las 21.30 en la calle Piazza al 400, donde funciona el local Burger House.
Según las primeras versiones de los testigos, el hombre llegó a ese lugar abordo de su moto para tomar el turno cuando pasó una camioneta color blanca con cuatro ocupantes que dispararon contra la fachada del comercio.
La víctima cayó malherida en la calle; fue trasladado de urgencia por sus propios compañeros de trabajo al hospital zonal Anselmo Gamen, donde los médicos constataron que presentaba cuatro heridas de arma de fuego que le causaron la muerte antes de su ingreso a ese centro asistencial.
”Él trabajaba en dos lugares porque quería terminar de construir su casita” dijo a la prensa local el padre de Villán, visiblemente conmocionado, al tiempo que pidió justicia para su hijo.
“Esto no puede seguir así. Hoy fue Hugo, mañana puede ser cualquiera de nosotros. No pueden seguir matando a inocentes”, reclamó Gabriela en medio de un ataque de llanto, durante una marcha para pedir justicia por el crimen de su marido, a quien, aseguró, “lo mataron como a un perro”.
“Por lo que me dicen, el dueño de la hamburguesería estaba siendo amenazado desde el año pasado con que le iban a balear el local. Parece que en principio pagaba, pero dicen que había dejado de pagar hace dos meses y entonces sucedió esto”, dijo la mujer.
Rodeada de familiares, amigos y compañeros repartidores, Gabriela manifestó: “Hugo era un hombre trabajador, trabajaba todo el día para que pudiéramos terminar nuestra casa. Ahora, cómo les digo a mis hijos que su padre fue asesinado. No tengo palabras, otro inocente muerto por la inseguridad que se vive aquí”.
En tanto, en declaraciones a Radio2-Rosario, un compañero del repartidor relató lo que vio sobre el ataque armado.
”Estábamos al frente porque había versiones de que el dueño del comercio para el que trabajamos había recibido amenazas de que iban a balear el local. Nos enteramos por uno de los cocineros la semana pasada y entonces decidimos esperar al frente del local”, contó.
”Pasó una camioneta blanca con cuatro hombres y, sin bajarse, tirotearon la hamburguesería justo cuando Hugo, nuestro compañero, llegaba e ingresaba al local para reportarse como lo hacemos todos los días. Llegó en el momento equivocado”, lamentó el testigo, también repartidor.
Y, añadió: “Nos tiramos al piso algunos, otros corrieron hacia los laterales; en ese momento éramos entre 15 y 20 los cadetes repartidores que trabajamos para esa hamburguesería”.
Al respecto, indicó que junto a familiares, amigos pedirán “justicia por Hugo” en una movilización que realizarán este mediodía en la plaza principal de Villa Gobernador Gálvez.
En la escena del crimen, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) levantaron 16 vainas servidas calibre 9 milímetros, un cartucho intacto y tres balas de plomo deformadas.
Asimismo, constataron 11 impactos de bala sobre la fachada del local y la moto de la víctima, una Corven 110 cc. color roja que fue secuestrada para pericias, detallaron a Télam las fuentes consultadas.
Los investigadores buscan establecer si los dueños del local habían recibido amenazas previas o si habían cedido a las extorsiones de pago de dinero exigido por bandas criminales que operan en la zona para que los comerciantes puedan funcionar a cambio de no ser atacados.
Ambos homicidios son investigados por el fiscal de homicidios de turno en Rosario, Adrián Spelta, quien ordenó varias medidas que apuntan a determinar la mecánica de los hechos e identificar a los agresores.
Con estos dos crímenes, sucedidos en las últimas horas, ascienden a 125 los homicidios registrados en lo va del año en el Departamento Rosario.
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