Rosario: la violencia marca el arranque del año con siete crímenes
Sospechan que varios de los casos están vinculados con el tráfico y la venta de drogas
ROSARIO.- Enero irrumpe en Rosario con una adicional carga de violencia desde 2014, cuando aumentaron las venganzas entre bandas narco. Este año no es la excepción, ya que en los primeros siete días se produjeron siete homicidios, la mayoría con armas de fuego y en contextos delineados por el tráfico de drogas. En medio de esa preocupante situación, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín, se reunió con funcionarios de la cartera nacional, que encabeza Sabina Frederic, para empezar a trabajar en una mesa operacional, conformada por las cuatro fuerzas federales y la Policía de Santa Fe en tres frentes: delitos complejos y narcotráfico, seguridad preventiva y vial.
Según indicaron las fuentes del gobierno provincial, se busca que la coordinación entre la Nación y Santa Fe funcione de manera aceitada, sin las desconfianzas mutuas que provocaban que la información criminal se retaceara y no se compartiera por la competencia entre las dos jurisdicciones. Mientras se intenta una mayor coordinación, las muertes violentas expusieron aquí las urgencias.
El lunes a la noche fue asesinado de varios disparos Leonardo Ponce, de 34 años, quien antes de morir recibió un llamado telefónico cuando se encontraba en su casa del barrio La Cerámica, en el norte de Rosario. Tras una corta conversación, salió de la casa y frente a su puerta fue baleado desde un automóvil. Las dudas que existen sobre este caso tienen que ver con las vainas y las huellas de sangre de la víctima que se encontraron dentro de la casa de Ponce, donde varias personas comían un asado. El teléfono de Ponce fue secuestrado y será peritado para intentar ratificar o refutar la historia de la esposa, principal testigo del crimen.
Esa misma noche Lucas A., de 26 años fue atacado a balazos en Lima y Pascual Rosas, en la zona oeste de Rosario, donde recibió un disparo en la cabeza, por lo que se encuentra internado en grave estado en el hospital de Emergencias. En la zona donde se produjo el ataque la policía secuestró 13 vainas de 9 milímetros.
El domingo a la noche Kevin García, de 17 años, fue asesinado en el barrio Bella Vista, donde el joven fue baleado desde un Peugeot gris, según los testigos. Su hermano también resultó herido de bala.
Las primeras versiones que surgieron como posible móvil de este homicidio es que se habría tratado de una venganza. Los hermanos García habrían protagonizado un incidente en la que una mujer de 73 años fue golpeada.
Ese día otro joven llamado Lucas Velazco, de 26 años, fue apuñalado en medio de una pelea barrial en Río de Janeiro y Gaboto. La víctima mortal había salido de prisión hace poco más de un mes. Un hombre de 25 años fue detenido por ese homicidio.
El asesinato de un gendarme
En la sucesión de crímenes también figura la muerte del gendarme Rubén Soto, quien fue asaltado por un joven cuando se encontraba tomando mate con su pareja en el parque Sur, a pocos metros del Puente Rosario-Victoria. El gendarme, que se desempeñaba en el Comando Móvil II de Rosario, se enfrentó con el ladrón, al que mató de un disparo en la pierna. El agente también recibió un mortal balazo.
El miércoles 1º Raúl Orellana, de 32 años, fue asesinado de una puñalada en el pecho, luego de una supuesta pelea entre vecinos en la zona de Centeno y Rodríguez. Ese día se notificó un segundo homicidio en Rosario, cuando Jonathan Ancharano, de 23 años, fue baleado en el pecho por desconocidos.
Estos hechos de violencia se produjeron en un contexto donde la nueva cartera de Seguridad realizó cambios profundos en la Policía de Santa Fe, atravesada por recurrentes hechos de corrupción. Una semana después de asumir, el ministro Saín cambió el mando de las 31 Unidades Regionales de toda la provincia e intervino la jefatura de Policía de San Lorenzo, ciudad vecina a Rosario.