Rompieron la puerta a golpes por un allanamiento y los amenazaron con violencia, pero se dieron cuentan de que era la vivienda equivocada
La Policía sorprendió a las víctimas, dos jubilados, y de forma violenta; la hija de la pareja quiso denunciar el error, pero asegura que no se lo permitieron
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Se escuchaban patadas, gritos. Fortuna no sabía de dónde provenía el tumulto. Cuando la mujer, vecina de la ciudad de Rosario, quiso despertar a Jorge, su marido, un número importante de efectivos ya estaban dentro de su departamento. “¡Policía, policía! ¡Al piso o la mato!”, la amenazaron.
“Eran doce personas, pero había más porque escuchaba gente afuera. Cuando nos levantaron le pregunté a qué se debía y me dijeron que era un allanamiento. A mi marido lo precintaron con las manos atrás y nos leyeron un acta”, narró la mujer en diálogo con Radio 2.
Los jubilados se enteraron así, del manera violenta, que se trataba de un procedimiento de allanamiento por una causa que investiga al sindicato de Obras Sanitarias por posibles delitos económicos, pero lo cierto es que ese inmueble ya hace cinco años que es ocupado por esta pareja de adultos mayores que nada tiene que ver con el proceso judicial.
Cuando uno de los policías comenzó a realizar la lectura del acta, hicieron referencia a que el domicilio le pertenecía a Oscar Barrionuevo. “Les dije que nosotros no éramos los Barrionuevo, hace cinco años que vivimos acá”, recalcó Fortuna a los medios locales.
El mal susto, provocado por un error del Ministerio Público de la Acusación (MPA), no solo afectó a la pareja desde lo psicológico, sino que tuvo consecuencias para el hogar donde viven las víctimas. La puerta de entrada al departamento quedó casi inutilizada por los golpes y los bruscos intentos de la Policía por abrirla.
El MPA ordenó una serie inspecciones relacionadas con posibles delitos económicos que involucran a integrantes de la familia Barrionuevo. Entre los domicilios señalados para requisar estaba la sede gremial de San Luis al 2100 y otros dos domicilios particulares, entre los que se encontraba un departamento ubicado en Paraguay al 800.
Tras lo ocurrido, la hija de los jubilados aseguró que horas después quiso hacer la denuncia de lo sucedido, pero que le respondieron que no podían tomársela.
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