Rocío está en su casa y ya sabe que murieron sus amigos en la masacre de San Miguel del Monte
Rocío Quagliarello, la única sobreviviente de la masacre de San Miguel del Monte, ya llegó a su casa desde el Hospital de Alta Complejidad El Cruce, de Florencia Varela, donde estuvo internada desde la madrugada del lunes 20 de mayo pasado. Todavía no prestará declaración en la causa, ya que aún se repone de las múltiples fracturas que sufrió en su maxilar. Pero ya sabe que sus amigos murieron en el terrible choque contra un camión con acoplado en la ruta 3, cuando eran perseguidos por la policía por motivos aún no esclarecidos.
Allegados a la chica dijeron a LA NACIÓN que esta semana la familia de la menor, de 13 años, y un equipo de psicólogos le dijeron que sus amigos Camila López, de 13 -en cuya casa se iba a quedar a dormir cuando ocurrió el hecho-; Danilo Sanzone, de la misma edad; Gonzalo Domínguez, de 14, y Aníbal Suárez, dueño del Fiat 147, de 22, perdieron la vida como consecuencia del impacto. Ella, explicaron esas fuentes, no se acuerda de nada de lo ocurrido. "No recuerda nada desde las cinco de la tarde del domingo", dijo el tío de Rocío y abogado de la familia Quagliarello, Ricardo Minoli, en una entrevista con el programa +INFO, de LN+.
Aunque no se sabe aún cuál es el alcance de esa amnesia de origen traumático, los médicos no descartan que Rocío pueda recuperar recuerdos -si no totales, al menos parciales- de lo sucedido. No obstante, no se manejan plazos al respecto.
Eso sí: según confirmó Minoli a LA NACIÓN, la casa de los Quagliarello contará con custodia de la Gendarmería las 24 horas. Aun cuando su familia no ha sufrido, hasta el momento, presiones ni intimidaciones, el tío de Rocío reveló que en la primera semana en el hospital El Cruce policías bonaerenses se acercaron a la madre de la chica, sin ningún permiso previo, para hacer preguntas sobre la víctima, lo que a la familia le pareció "sospechoso" y motivó que le comunicaran la situación al ministro de Seguridad provincial, Cristian Ritondo.
El letrado precisó, en ese reportaje, que esta semana, con el auxilio del equipo de psicólogos del hospital El Cruce, le comunicaron a Rocío que sus amigos habían perdido la vida. "En ese momento no manifestó nada, pero más tarde, sola, se puso a llorar", contó Minoli.
En cuanto a la llegada a Monte, después del alta, dijo que decenas de amigos esperaban en la calle el arribo de la comitiva. El clima era de algarabía. "Cuando llegaron iban a bajarla en una camilla, pero ella pidió que la llevaran en una silla de ruedas. Rocío vio el recibimiento que le daban y los ojos se le llenaron de alegría... Después quiso que pasaran a saludarla familiares y algunos amigos. Le preguntamos si prefería que pidiéramos a los chicos que dejaran de tocar los bombos y de cantar, pero ella nos dijo que no", afirmó el tío de la nena.
En el transcurso de esta semana se había hecho evidente la mejora en la salud de Rocío. El último parte médico, de hace 48 horas, especificaba que la chica estaba "clínicamente estable, acompañada por su familia" y que había comenzado "a ingerir alimentos blandos por vía oral". Tiene un yeso en su pierna derecha, un clavo en el húmero del mismo lado y también un vendaje especial para reponerle en su lugar el esternón. Además, las fracturas en el maxilar.
"Estamos sorprendidos de su evolución. Damos gracias a Dios y a todos los que han apoyado con sus oraciones, a todas las personas por el grado de colaboración y respeto. Quiero solicitar a toda la población que traten de no apurarse para visitarla, ya que la queremos preservar por un tiempo prudente", rezaba el comunicado de la familia que Minoli leyó esta mañana.
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