Robos en Núñez y Recoleta: el jefe de la banda que hacía violentas entraderas había estudiado Derecho en la UBA
Lisandro Wiede, de 28 años, fue procesado con prisión preventiva como organizador de una asociación ilícita; la organización criminal elegía como víctimas a personas mayores de edad; en los golpes se apoderaron de dinero en efectivo, joyas y otros elementos de valor
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Tiene 28 años. Estudió un año la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es padre de dos niños. Hasta su detención, a principios de mes, vivía en el barrio de La Boca. En las últimas horas, Lisandro Wiede fue procesado con prisión preventiva como organizador de una asociación ilícita dedicada a protagonizar violentos robos en casas y departamentos. Además, la Justicia le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 30.000.000 de pesos.
“Los delitos cometidos en el marco asociativo aludido se vincularían, fundamentalmente, con el desapoderamiento ilegítimo de bienes y dinero de terceros, la mayoría de las veces llevada a cabo dentro de viviendas, mediante el montaje de una operatoria compleja y coordinada que involucraría, además de la agresión física e intimidación verbal y mediante la exhibición de armas de fuego a las potenciales víctimas, el seguimiento previo de aquellas personas –o bien, la obtención de información personal y patrimonial de relevancia–, el uso ilegítimo de llaves de acceso a unidades funcionales –originales o duplicadas–, inhibidores del sistema de apertura y cierre centralizado de puertas vehiculares, así como también de aparatos de telefonía celular móvil, armas de fuego, sus piezas y municiones, y vestimenta propia o insignias distintivas de las fuerzas policiales”, sostuvo el juez Martín Yadarola al procesar con prisión preventiva a Wiede y a otros cuatro integrantes de la banda. Un sexto imputado fue beneficiado con la falta de mérito.
A la banda liderada por el exestudiante de Derecho, le adjudican cuatro robos ocurridos entre el 16 de junio pasado y el 1° de este mes en Núñez, La Boca, La Plata y Recoleta, “más allá de destacarse que aún se encuentran en proceso de análisis otras probanzas que podrían dar cuenta de hechos perpetrados con anterioridad a la época señalada”, explicó el juez Yadarola en la resolución donde procesó a los sospechosos, a la que tuvo acceso LA NACION.
El último golpe que le adjudican a la banda sucedió el 31 de octubre pasado, un día antes de que los sospechosos fueran detenidos por la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, en un edificio situado en Marcelo T. de Alvear al 1600, en Recoleta. Eran las 4 cuando Wiede y tres cómplices irrumpieron en un departamento del sexto piso.
Las víctimas, dos mujeres, fueron sorprendidas cuando dormían y fueron maniatadas y amenazadas con un cuchillo tipo faca. Los delincuentes usaban barbijos para tapar parte de su rostro y guantes de látex para no dejar huellas.
Los ladrones se apoderaron de 162.000 pesos, un teléfono, bebidas alcohólicas, un reloj-pulsera metálico plateado marca Tag Heuer, una pulsera de oro, una llave de una caja de seguridad, un llavero de oro con la figura de Napoleón, tres cadenas de oro, dos collares de perla, un reloj marca Ulysse Nardin, un par de zapatillas Nike, dos billeteras marca Prüne, tres bandejas de plata, un candelabro de plata para tres velas, un juego de té con bandeja de plata, dos bandejas de plata que tenían como inscripción el apellido de las víctimas y dos valijas Samsonite.
“Las diligencias dispuestas hasta el momento, entre las que se destacan la obtención de diferentes imágenes fílmicas de los lugares donde fueron los robos, los cotejos comparativos de fisonomías y vestimentas, las declaraciones de damnificados, testigos y efectivos policiales encargados de la prevención, el análisis de las redes sociales de los distintos acusados, sumados a las captaciones de diálogos enriquecedores en términos de esta investigación penal y el secuestro de diferentes elementos de trascendencia en los allanamientos ordenados, permiten sostener que no se trata de episodios aislados llevados a cabo por personas que, fortuitamente, se reunieron para la comisión de un delito determinado, sino de la real existencia y vigencia en el tiempo de una agrupación criminal dedicada a la constante concreción de delitos contra la propiedad”, se explicó en la citada resolución.
La investigación del juez Yadarola, de la que participan detectives de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad y personal de la Fiscalía de Distrito de Núñez-Saavedra, conducida por el fiscal José María Campagnoli, comenzó el 16 de junio pasado, tras un violento robo en una propiedad de Ciudad de la Paz al 3100, en Núñez.
Ese día, a las 12, cuatro delincuentes redujeron a D.T.; le pegaron trompadas y patadas y lo ataron de pies y manos. Lo insultaban y le exigían que entregara todo el dinero.
En plena faena criminal llegaron la hija y el yerno de D. T., que también fueron reducidos y maniatados. Los tres fueron encerrados en una habitación de la propiedad. Los delincuentes se alzaron con un botín de 9000 dólares.
Los asaltantes se fueron de la escena del robo en un Renault Megane gris que fue captado por diferentes cámaras de seguridad.
Las filmaciones terminaron siendo la clave de la investigación. El análisis que hicieron especialistas de la División Anillo Digital de la Policía de la Ciudad y del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) porteño estableció el recorrido que hizo el Renault Megane gris en el que circulaban los ladrones el 6, 7 y 16 de junio pasado.
“Se determinó que estacionaban el auto en un garaje del barrio de la Boca. La persona que pagaba la cochera dejó una identidad falsa, pero el número de teléfono que dejó como contacto sirvió para identificar a uno de los sospechosos”, dijo una calificada fuente judicial.
El auto tenía una chapa patente que no le correspondía. Los investigadores determinaron que el vehículo tenía pedido de captura desde marzo de 2021. Se lo habían robado a un vecino de Hurlingham.
A partir del número de contacto que habían dejado en la cochera de la Boca, los investigadores lograron obtener la foto de perfil usada en la aplicación de WhatsApp, y con la información de la empresa telefónica contratada se le pudo poner nombre y apellido a la imagen.
El juez Yadarola ordenó intervenir la línea telefónica y, también, instalar un GPS en el Renault Megane gris que usaban los ladrones.
A partir de la información aportada por el rastreador satelital se determinó que el 12 de agosto pasado el auto utilizado por los ladrones estuvo detenido en Hernandarias al 1900, en la Boca. Ese día, una vecina de esa cuadra sufrió un violento robo, según se desprende del expediente judicial.
Pero, además, la banda protagonizó otro hecho en La Plata. Las víctimas fueron un hombre de 87 años y su esposa, de 82. Fue el 24 de septiembre pasado.
La banda siguió a Carlos H. hasta un cajero automático y cuando descendió del vehículo, un Mercedes Benz, con un inhibidor de señal, los ladrones abrieron el auto y le sustrajeron las llaves de su casa.
Con las llaves, los delincuentes no tuvieron inconvenientes en ingresar en la propiedad. Sorprendieron a la esposa del hombre en la cocina. La golpearon y la llevaron a una habitación. Se hicieron de un botín de dinero en efectivo y joyas.
Antes de abandonar la casa, se encontraron con Carlos H. que regresaba del cajero automático. El hombre fue reducido, maniatado y le taparon la boca.
Con las pruebas reunidas, el juez Yadarola ordenó una serie de allanamientos y detenciones. En uno de los operativos, los detectives policiales secuestraron platería que los ladrones había robado el día anterior en un robo en un inmueble de Recoleta.
Uno de los delincuentes procesados por integrar la banda delictiva está preso en la cárcel de Ezeiza cumpliendo una pena de 31 años de cárcel. Estaba al tanto de los robos porque tenía conversaciones periódicas con el ahora considera jefe de la organización criminal.
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