Robo de cables. Un delito con miles de damnificados y perjuicios millonarios
No es un delito de los que generan miedo, pero sí es uno de los que más daños ocasionan, tanto por la cantidad de damnificados como por el perjuicio que produce. En lo que va de la cuarentena, arrecia el robo de metales. La revalorización del precio internacional del cobre y del bronce impulsa las operaciones de grupos organizados que aprovechan un activo circuito ilegal para su reducción y reventa clandestina. Las principales empresas de telecomunicaciones, como Telefónica y Telecom, registraron en lo que va del año perjuicios económicos que superan los $1000 millones.
El robo de cables se volvió un negocio lucrativo durante el aislamiento social preventivo y obligatorio. Según pudo saber LA NACION, intervienen tanto organizaciones con experiencia que operan con equipamiento específico como "cuentapropistas" que, con más audacia y violencia que técnica y paciencia, arrancan las líneas eléctricas, telefónicas o coaxiales a pura fuerza.
El caso más espectacular, singular y escandaloso se produjo el 9 de julio pasado en Mar del Plata. Ese día, un centenar de personas se "autoconvocaron" para cavar zanjas a lo largo de la calle Cacique Catriel. El trabajo de las presuntas cuadrillas nada tenía que ver con un fin legal: estaban levantando el tendido telefónico y de Internet con el que la empresa Telefónica Movistar presta ambos servicios a los barrios SOIP y Las Canteras. A la vista de todos –incluso, de la policía bonaerense, cuyos agentes fueron impávidos testigos de la flagrante sustracción– robaron cuatro kilómetros y medio de cable y dejaron sin servicio a unos 420 usuarios.
Solo después de la denuncia de la compañía de telecomunicaciones, la fiscalía federal N°2 de Mar del Plata dispuso la detención de siete personas presuntamente vinculadas con el hecho. El fiscal general Daniel Adler entendió rápidamente que semejante operación debía estar al mando de una organización con eslabones más altos que los "falsos operarios" que, pala en mano, cavaron en el Día de la Independencia. Un mes después, al cabo de allanamientos en la ciudad balnearia y en Sierra de los Padres, efectivos de la División Operativa de Investigaciones de la Policía Federal secuestraron más de 13 toneladas de cobre fraccionado. Buena parte provenía del insólito robo en la periferia marplatense. Pero había, también, material procedente de otros golpes.
Distintos eslabones
Esta modalidad delictiva, capaz de alimentar un importante mercado negro con fácil disponibilidad de dinero, incluye la intervención de tres sectores bien diferenciados. Primero, los sujetos encargados de la sustracción material del tendido de cables. Luego, los responsables de las distintas chatarrerías que operan como comercios legales y que compran en el mercado negro el material robado y lo almacenan. Y, finalmente, las fundiciones, talleres donde, a través de procesos metalúrgicos específicos, se separa el cobre del aislante que lo contiene para su posterior venta.
Telefónica es una de las empresas altamente afectadas por estos reiterados robos. Según confirmaron fuentes de la empresa a LA NACION, las pérdidas acumuladas en gastos de reposición y reparación del tendido alcanzaron los 1000 millones de pesos, un 66% más que lo presupuestado a principios de año.
Registraron 3890 episodios de robo de cables de cobre, con más de 440.000 metros de cables sustraídos. Esto dejó un saldo de más de 600.000 clientes afectados. Asimismo, registraron 146 episodios de vandalismo contra baterías que alimentan las radiobases operativas y 54 cortes de fibra óptica.
"En muchas ocasiones las sustracciones se producen a plena luz del día. Las simulan con vehículos y uniformes similares a los que utilizan los empleados de las empresas damnificadas", dijeron fuentes de Telefónica Movistar a LA NACION.
Los voceros afirmaron, además, que cada vez que se registra un robo de estas características se realizan inmediatamente las denuncias ante las autoridades policiales y judiciales pertinentes, con el objetivo de identificar a los responsables y evitar la reiteración de hechos.
Para prevenir los cortes y robos, Telefónica realizó canalizaciones subterráneas, modificó la altura de los postes e instaló alarmas sonoras en la totalidad de la red, y seguridad por centrales.
Desde la compañía de telecomunicaciones se señaló que "una vez detectado un corte, los equipos técnicos de la empresa concurren a subsanar los daños en el tendido, reemplazando la infraestructura sustraída y reparando la que haya resultado dañada".
Telefónica no es la única empresa damnificada por este tipo de robos. Vocero de la empresa Telecom señalaron a LA NACION que desde el inicio del año han registrado 376 denuncias por robo de cables de cobre y fibra óptica, y otras 511 por faltantes de baterías en distintos puntos del tendido en el país.
"El vandalismo sobre cables de cobre y baterías, entre otros, representa un alto costo que debe enfrentar la empresa para la reposición de los materiales robados. Estamos trabajando junto a las autoridades para hacer frente a este delito. A raíz de estos incidentes se han visto perjudicadas muchas personas debido a que fueron sustraídos tramos de cable de los cuales se extrae cobre que ingresa al mercado ilegal", resaltaron desde la empresa.
"Toda vez que se produzca un corte y/o sustracción ilegal, Telecom tiene que reemplazar los tramos afectados. Esto representa un enorme esfuerzo en cuanto a recursos humanos y económicos destinados a la restitución del servicio a los clientes. Estamos muy atentos y actuamos en conjunto con las autoridades para detener este tipo de delitos y reponer los materiales faltantes con la mayor premura posible", agregaron.
Bronce, el otro objetivo
No son las "telco" las únicas damnificadas. Fuentes de la Secretaría de Justicia y Seguridad de la Ciudad confiaron a LA NACION que desde comienzo de julio se registraron 11 hechos delictivos relacionados a esta problemática, con 21 detenidos.
Se trata de robos de luminarias LED, manijas de bronce, porteros eléctricos, placas, puertas revestidas en bronce, rejillas, tapas metálicas, soportes de pasamanos y asientos de Metrobús.
Debido a estos reiterados robos, en las últimas semanas la Policía de la Ciudad implementó un servicio especial de móviles y desplegó brigadas destinadas a la prevención de estos actos de vandalismo. El servicio cuenta con patrullajes en moto, personal de a pie en parques y plazas y mayor presencia policial.
Las fuentes explicaron que gracias a ese despliegue fueron detenidas –especialmente, en la zona de Recoleta– varias personas que robaban bronces o materiales similares. Según especificaron desde la Secretaría, estos delincuentes son arrestados reiteradas veces con el mismo botín: los metales.
Tal como especificaron los voceros consultados por
Esto no ocurre solo en la Capital Federa. Un ejemplo es lo que sucedió el mes pasado en el cementerio municipal de Florencio Varela, donde un grupo de ladrones fue atrapado por la policía. Tras la requisa les incautaron 31 placas plateadas y 21 doradas; 11 estatuas de Jesucristo plateadas y 4 doradas; una urna de color negro, 4 floreros plateados, 5 portavelas y adornos de metal. Se investiga si se trata de una banda que realizaba sustracciones de manera sistemática en toda la necrópolis.
En definitiva, se trata de varias modalidades delictivas, pero todas se enfocan en obtener materiales que en el mercado negro han alcanzado cifras importantes. Los delincuentes obtienen "dinero fácil" en una actividad con una importante organización detrás. Mientras, las autoridades, preocupadas, desarrollan estrategias para evitar una mayor ramificación de este delito.
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