Riesgo. Disparó al piso para amenazar a una pareja y cuando la policía llegó a su casa quedaron al descubierto armas de dudoso origen

MAR DEL PLATA.- Un enojo que lo llevó al extremo de intimidar con disparos hacia el piso a una pareja vecina con la que había discutido, no solo puso al descubierto el arma utilizada sino, allanamiento de por medio, expuso un verdadero arsenal que el agresor tenía en su poder.

La denuncia por amenazas que hicieron las víctimas tomó curso en la Justicia, se libraron las órdenes correspondientes y se llegó hasta el acusado, que guardaba varias armas, además de municiones y equipamiento de precisión.

La intervención judicial corrió por cuenta del fiscal Fernando Berlingeri a partir del testimonio de dos jóvenes que, en sede policial, identificaron a una persona que les realizó disparos intimidatorios, corolario de una previa conversación que poco a poco fue subiendo de tono.

“Son vecinos, coinciden los fondos de sus casas y han tenido más de una diferencia”, explicaron fuentes con acceso a la causa.

En ese inmueble del barrio Alfar se presentó armado este hombre, identificado por fuentes policiales como Osvaldo Serrano, de 62 años, que gatilló el arma que portaba. Las balas quedaron incrustadas en el piso, en un sector de césped.

Las víctimas dejaron constancia de lo sucedido en la sede de la comisaría 13a., que elevó lo actuado a autoridades superiores y ya con participación de la Justicia comenzó con la búsqueda del imputado.

Berlingeri planteó el caso ante la Justicia de Garantías, a la que pidió un allanamiento de vivienda donde vivía quien realizó la amenaza. Con la autorización correspondiente se dirigieron los efectivos policiales hasta el inmueble.

El sospechoso tenía un fusil con mira telescópica colocada, una pistola con cargador que tenía diez municiones, un revólver calibre 38, otra pistola calibre 22 marca Bersa, una carabina con dos cargadores, una carabina calibre 9 milímetros, dos cargadores, una mira láser, un cargador vacío y municiones de diferente calibre.

Tres de esas armas no tenían la documentación en regla.

Serrano había quedado alojado en la Unidad Penal N°15 de Batán, acusado de amenazas agravadas y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra, pero se le concedió la libertad con la correspondiente continuidad de la causa por esos hechos y por el armamento no declarado.

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