Resuelven la expulsión y excomunión a un sacerdote condenado a 12 años de prisión por abusar de varias monjas
El tribunal eclesiástico tuvo en cuenta las denuncias de media docena de monjas que dijeron ser víctimas de abusos sexuales por parte del sacerdote.
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LA NACION
Luego de 15 meses de haber sido condenado a 12 años de prisión por la justicia ordinaria, por los repetidos ataques contra monjas, el Tribunal Eclesiástico Bonaerense dio a conocer el resultado de la investigación canónica y resolvió la expulsión y la excomunión contra el sacerdote Manuel Fernando Pascual, conocido por los fieles como “El Tanito”.
A diferencia de la causa en la justicia ordinaria, donde Pascual recibió una pena de 12 años de prisión por los repetidos ataques sufridos por dos religiosas, con hechos que se sucedieron entre 2012 y 2016, el tribunal eclesiástico tuvo en cuenta las denuncias de media docena de monjas que dijeron ser víctimas de abusos sexuales por parte del sacerdote.
Según se ventiló en el juicio ordinario, en el casco de estancia conocido como La Ermita Pascual organizaba retiros espirituales para la congregación Hermanas de San José. Su posición de líder le permitió sostener una intensa “manipulación” sobre las mujeres que concurrían a ese lugar y que vivían en el edificio situado en Bavio al 2800, en Núñez. En ambos lugares, Pascual cometió abusos sexuales.
Por ellos, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°3, le fijó en diciembre de 2020 una condena de 12 años de prisión por los repetidos ataques sexuales a los que consideraron abusos agravados por haber sido ejecutados por un ministro de un culto.
Los testimonios de las víctimas expusieron que Pascual explotaba su posición de liderazgo para someter a esas mujeres. Incluso, declararon que el sacerdote las “confesaba y absolvía de sus pecados” solo si se quitaban la ropa y que rezaba con ellas luego de las violaciones. La Justicia determinó que 25 años atrás ese sacerdote había sido procesado por abusos sexuales, pero que la causa no avanzó y los abogados de Pascual pidieron y lograron la prescripción del caso. De todas maneras, esas mujeres que habían denunciado entonces al cura fueron escuchadas como testigos en las audiencias de este juicio. Más de una decena de monjas y exreligiosas expresaron ante el tribunal que fueron víctimas de abusos o, al menos, acosos, por parte de Pascual.
En el caso del proceso ante el Tribunal Eclesiástico Bonaerense se tuvo en cuenta todos los relatos de lo ocurrido desde hace casi tres décadas a la actualidad por seis mujeres que son o fueron monjas y víctimas del sacerdote que aún continúa en libertad a la espera de una sentencia definitiva en la causa penal.
La decisión de condenar al sacerdote fue tomada por los jueces Gustavo Valle y Gustavo Rofrano mientras que magistrado Gabriel Vega votó en disidencia. Los fundamentos de la sentencia se conocieron hace casi un año.
Según determinaron los investigadores, “los abusos sexuales se extendieron a lo largo del tiempo, y ocurrían durante charlas formativas, espirituales y confesionales, e incluso en medio de distintos sacramentos”. Los hechos ocurrieron entre 2014 y 2016 en uno de los casos, y entre 2012 y 2016 en el otro, dentro de la comunidad de las Hermanas de San José, ubicada en Ernesto Bavio al 2800.
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