Reclamaba por la muerte de su hijo en una colonia y fue asesinado por sicarios
ROSARIO.- El hijo de cuatro años de Gastón Gallardo murió ahogado el 13 de diciembre pasado en una pileta de una colonia de vacaciones en Villa Gobernador Gálvez, ciudad vecina a Rosario. Ayer por la tarde, dos sicarios mataron a este hombre de seis tiros, unas horas después de ir a reclamar a los tribunales que se investigue el trágico fallecimiento de Francesco.
El crimen está rodeado de misterio. Y no hay claridad hasta ahora sobre quién encargó el asesinato de Gallardo. Los atacantes que se trasladaban en una moto de 110 centímetros cúbicos se escaparon. La víctima vivía en Avellaneda al 2000, donde fue baleado. En ese momento de la tarde, Gallardo tomaba mate con un comerciante de la zona. Los sicarios detuvieron la moto, dispararon y huyeron, un método de ejecución que se repite en esta zona, que tiene bastante historia reciente de crímenes con estas características, aunque relacionados con el narcotráfico .
Seis disparos
Los asesinos ejecutaron a Gallardo de seis tiros. Tres dieron en el pecho. Fue trasladado de urgencia a un hospital de esa ciudad y luego al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) de Rosario, donde falleció poco después de las 20.
"Esto no tiene ninguna explicación", aseguró a los medios Raúl Superti, abogado de la víctima. Pocas horas antes del asesinato, Gallardo había estado en los tribunales de Rosario, donde reclamó que se investigase a fondo la muerte de su hijo Francesco y que se clausure en forma definitiva el predio del Polideportivo de la Cooperativa Integral de Luz, donde se ahogó el niño de 4 años.
Gallardo encabezó junto con su familia varias marchas para reclamar justicia por la muerte de su hijo. En medio de un intenso calor, el 17 de diciembre pasado Gallardo y su pareja Edith convocaron a una manifestación frente al polideportivo donde ocurrió la trágica muerte de Francesco. "Exigimos que se investigue a los responsables y que paguen por lo que pasó. No me refiero a cuestiones económicas, sino a que las personas que tenían que estar a cargo del cuidado de mi hijo sientan el peso de la Justicia", aseguró Gallardo frente a las cámaras de televisión.
Este hombre era empleado de planta permanente de la municipalidad de Villa Gobernador Gálvez y tenía cercanía con Pedro González, un dirigente histórico peronista que gobernó durante más de dos décadas esa ciudad. Después de la muerte de González en mayo de 2017, Gallardo quedó como una especie de secretario del yerno del intendente Diego Garavano, que era el presidente del Concejo Deliberante y quedó al frente del municipio hasta que perdió con Alberto Ricci, actual jefe comunal del Frente Progresista.
El clan narco de los Bassi fue durante mucho tiempo el brazo armado de González, que los usaba en forma permanente como si fuera un grupo parapolicial. Eran "los pesados" de la intendencia, con la que tenían negocios permanentes a través de la concesión de boliches y de la remisería Cinco Estrellas, el escenario de tres crímenes. Allí fueron asesinados Maximiliano y Leonardo, dos hermanos de Luis Bassi y su padre, Luis.
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