Rechazaron la excarcelación de policías por el asesinato de un menor en Miramar
La justicia de Mar del Plata rechazó hoy la posibilidad de excarcelar a tres policías acusados del encubrimiento del crimen de Luciano Olivera, el adolescente de 16 años asesinado de un balazo, el 10 de diciembre último en la localidad bonaerense de Miramar y por cuyo asesinato hay un cuarto efectivo como el presunto autor del disparo.
El fallo de la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías marplatense recayó sobre Nelson Albornoz, Rocío Mastrángelo y Kevin Guerricagoitia, quienes están imputados de los delitos de “encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio en concurso ideal”.
En una resolución de dos páginas, a la que accedió Télam, los jueces Marcelo Riquert, Adrián Angulo y Pablo Poggetto no hicieron lugar a las apelaciones de los defensores de los policías y dejaron firme la decisión del juez de Garantías Gabriel Bombini, dictada el 30 de diciembre último, cuando les denegó la excarcelación.
Para la Cámara, “no hay una equivocación en el fallo” (del juez) sobre “el peligro de entorpecimiento probatorio” ya que “la imputación consiste en la circunstancia, precisamente, de haber ayudado a eludir a un funcionario policial la investigación de un hecho especialmente grave, brindando declaraciones, en ese sentido, con falsedad”. Por eso, los camaristas consideraron que “debe analizarse la presunción de riesgo expuesta por el juez y derivada de la gravedad de los hechos en dilucidación (homicidio calificado) y de la intención de haber intentado los imputados, en su calidad de funcionarios policiales, modificar inicialmente, a través de sus testimonios, la versión de lo ocurrido”.
A partir del fallo de hoy, los tres policías acusados de encubrimiento seguirán detenidos mientras la fiscal de la causa, Ana María Caro, resuelve su situación procesal y pide la prisión preventiva.
”Se hizo justicia. Esta causa no es para tibios”, dijo a Télam el abogado Gregorio Dalbón, quien representa a la familia de Luciano.
En tanto, ayer se cumplió un mes del crimen y familiares, amigos y vecinos de Luciano realizaron una marcha en reclamo de Justicia. La movilización estuvo encabezada por Judit Aristegui, la madre de la víctima, quien afirmó que faltarían detener a otros cuatro policías presuntamente involucrados en el hecho.
Por el crimen de Luciano, el martes de la semana pasada fue procesado con prisión preventiva el policía Maximiliano Abel González, a quien el juez de Garantías 2 de Mar del Plata, Saúl Errandonea, le imputó el delito de “homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía”.
El juez tuvo en cuenta una serie de pruebas, como declaraciones testimoniales, las modulaciones de los móviles policiales que intervinieron en el procedimiento, las imágenes de las cámaras de seguridad, la inspección ocular en el lugar del hecho y un peritaje balístico que descarta que se haya tratado de un disparo accidental.
Para la fiscal Caro está acreditado a través de las pruebas obtenidas en la investigación que González asesinó de un disparo a Luciano en la madrugada del 10 de diciembre último.”Personal policial perteneciente al Comando de Patrullas de Miramar se encontraba realizando tareas de prevención de delitos en la vía pública y fue convocado por radio llamada porque habría música alta en el anfiteatro de la plaza céntrica delimitada por calles 21, 24, 23 y 26 de Miramar”, relató en su pedido de prisión preventiva. Caro señaló que un móvil policial comenzó el seguimiento de una moto marca Yamaha YBR 125, conducida por el adolescente, hasta la intersección de avenida 9 entre calles 34 y 32, de Miramar.
Allí, “Luciano Olivera se encuentra de frente con otro móvil policial siendo una pick up Toyota Hilux, que se incorporó a la interceptación” de la víctima.El patrullero frenó “bruscamente sobre la avenida 9 en dirección al mar, al observar al joven en el motovehículo sobre la Avenida 9 en sentido contrario y en dirección hacia Av. 40, descendiendo tres efectivos policiales en el lugar y quedando una cuarta efectivo dentro del móvil, quienes habrían dado la voz de alto”.
Según la fiscalía, “el oficial Maximiliano Abel González, quien había descendido del lado izquierdo trasero del aludido móvil policial, y actuando sobre seguro, con claras intenciones de darle muerte -toda vez que el joven Olivera no poseía elemento alguno que pudiera poner en riesgo inminente la vida del personal policial actuante ni de terceros-, extrajo su arma reglamentaria pistola marca Bersa calibre 9 milímetros”.
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