“Quieto o te quemo, dame el maletín”: la caída de los motochorros que, en Palermo, le robaron 40.000 dólares y $ 500.000 a un empresario
La organización criminal elegía a sus víctimas, generalmente, cuando salían de entidades financieras y las seguían en moto y en autos hasta el momento del ataque
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Fernando P. salió de su empresa, situada en Retiro, con un portafolios negro donde había guardado 40.000 dólares y 500.000 pesos que había sacado de una caja de seguridad. Cruzó la calle y fue a buscar su camioneta 4x4 que estaba estacionada en el segundo piso de una cochera. El empresario no lo sabía, pero había sido “marcado” por una banda de motochorros que lo iba a seguir durante ocho kilómetros, hasta que él detuvo la marcha en la playa de estacionamiento de un supermercado de Palermo. Apenas se bajó del vehículo, fue sorprendido por un delincuente que le espetó: “Quedate quieto o te quemo, dame el maletín”. Con el botín en su poder, el ladrón se subió a una moto conducida por un cómplice y escapó a toda velocidad.
Era el mediodía del 23 de febrero de 2021. A casi dos años del golpe, tras una investigación de detectives de la Policía de la Ciudad, el juez en lo criminal y correccional porteño Martín Yadarola, procesó con prisión preventiva a dos integrantes de la organización criminal.
A la banda criminal, que actuó desde el 23 de febrero de 2021 hasta el 18 de enero pasado, el día de la detención de los dos sospechosos, se le adjudican, por lo menos, tres hechos.
“Como puede verificarse de lo evaluado hasta aquí, los tres episodios delictivos vinculados con sustracciones en la vía pública a diferentes personas que fueran previamente seleccionadas, en principio por haber concretado operaciones cambiarias, guardan similitud entre sí en cuanto a la modalidad operativa desplegada y la injerencia de un mismo grupo de personas que, de manera organizada y alternada, mantuvieron constante interrelación con el fin de posibilitar la concreción de tales conductas”, sostuvo el juez Yadarola en la resolución donde procesó con prisión preventiva a los dos sospechosos.
A la banda, según el expediente judicial, le adjudican un caso donde las víctimas fueron “marcadas” y seguidas desde un banco de Tres de Febrero donde habían retirado U$S 120.000 y $250.000 de una caja de seguridad hasta una inmobiliaria de Chacarita, donde iban a firmar una escritura por un departamento.
“Los tres episodios que pudieron individualizarse a lo largo de la investigación, sumados a la gran cantidad de escuchas telefónicas de igual tenor que fueron captándose con frecuencia, amerita sostener que, amén de la imputación puntual por cada uno de los desapoderamientos verificados hasta el momento, corresponde también definir [a los dos sospechosos] como miembros de una verdadera asociación criminal que se mantuviera vigente en el tiempo con el objetivo de llevar a cabo actividades delictivas fundamentalmente contra la propiedad”, explicó el magistrado en la citada resolución.
El segundo hecho que protagonizó la banda, según el expediente judicial, ocurrió el 8 de julio de 2021, después de que una pareja retirara sus ahorros de una caja de seguridad de un banco de Caseros, en Tres de Febrero, y se dirigiera a una inmobiliaria de Chacarita.
La pareja detuvo la marcha de su auto a las 11.40, en la esquina de la inmobiliaria donde tenían que concretar la operación. Al mismo tiempo, estacionaba detrás un Ford Focus azul, el mismo vehículo que había sido parte de la persecución del empresario asaltado en Palermo, y una moto se subía a la vereda.
“Al bajar una de las víctimas del auto, y en instancias en que se dirigía hacia la inmobiliaria con la mochila donde había guardado el dinero destinado a la transacción, fue abordada por uno de los delincuentes [identificado y procesado] y le arrebató la mochila que la damnificada llevaba sobre su espalda, haciendo que las tiras de aquella se rompieran. El ladrón se dio la fuga en la moto que se había subido a la vereda y que era conducida por un cómplice que hasta el momento no fue identificado”, según se relató en la causa.
La pareja de la víctima a la que le arrebataron la mochila observó la secuencia desde el auto y decidió perseguir a los motochorros. “Logró impactar la moto de frente con vehículo”, dijeron fuentes con acceso al expediente. Los motochorros, después de caer en el asfalto, se levantaron y comenzaron a correr.
Testigos de la persecución y huida de los motochorros, observaron cómo uno de los ladrones se escondió en un contenedor. Tenía la mochila, que finalmente dejó abandonada y que fue recuperada por una joven que advirtió la situación.
“Las versiones de las víctimas individualizadas, cuyos testimonios son idénticos en cuanto a la forma en que fueron asaltadas, a pesar de no haberse establecido un conocimiento previo entre ellos, junto a la identificación de algunos de los imputados en zonas céntricas de esta ciudad y de la provincia de Buenos Aires, donde mayormente se emplazan entidades bancarias y financieras, y las comunicaciones establecidas entre los abonados telefónicos de quienes vigilaban a las potenciales víctimas y los de quienes aguardaban el momento para atacar, demuestra el aceitado mecanismo de organización y coordinación puesto en marcha por los miembros del grupo, situación que se reiteró en el tiempo, al menos en todo lo que duró la extensa pesquisa aquí dispuesta”, sostuvo el magistrado en su resolución.
Un tercer hecho ocurrió el 1° de abril del año pasado en una confitería de Castelar, donde a una víctima le arrebataron una mochila donde tenía dinero y un teléfono iPhone.
El robo en Castelar le fue adjudicado a la banda a partir de una escucha telefónica donde uno de los delincuentes le dijo a su interlocutor: “Estoy llegando al café, están las puertas abiertas, voy a entrar para ver si banco para ahí, ¿querés o no?”. Y agregó: “Voy a entrar al baño y si banca le doy ahí”. En un momento, en la grabación se escucharon gritos y una voz que dijo: “Quedate ahí porque mato” y, después, el sonido de una moto que escapa a gran velocidad. La conversación coincidió con el momento del atraco y con la ubicación de las antenas de telefonía.
“Las diligencias dispuestas hasta el momento, entre las que se destacan la obtención de diferentes imágenes fílmicas de los lugares donde fueron perpetrados los hechos, las declaraciones de damnificados, testigos y efectivos policiales encargados de la prevención, el análisis de las antenas que impactaron con el uso de las líneas que aquellos poseían, sumado a las captaciones de diálogos enriquecedores en términos de esta investigación penal, y el secuestro de diferentes elementos de trascendencia en el allanamiento materializado en la propia vivienda ocupada por los aquí imputados, permiten deducir que no se trata el caso de episodios aislados llevados a cabo por personas que, fortuitamente, se reunieron para la comisión de un delito determinado, sino de la real existencia y vigencia en el tiempo de una agrupación criminal dedicada a la constante concreción de delitos contra la propiedad”, dijo el juez Yadarola en su fallo.
Los dos sospechosos fueron detenidos en Paso del Rey, en Moreno, el 18 de enero pasado por detectives de la División Investigaciones Comunales 14 de la Policía de la Ciudad. En el operativo se secuestró información de valor para la causa, como “un papel tipo ticket donde se observó entre otros números 40.000 (utilizado comúnmente como constancia de operaciones cambiarias en entidades financieras no registradas)”, que coincide con la cantidad de dólares robados al empresario asaltado en Palermo, y un maletín negro, como el que llevaba una de las víctimas.
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