Quién es Tomás D’Alessandro, el amigo de Fernando Báez Sosa que tuvo asistencia casi perfecta en el juicio
Se trata de una de las personas más cercanas a la víctima; se conocieron en la escuela y fue parte del viaje a Villa Gesell que terminó en tragedia, además de estar a su lado al momento de su muerte
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Una de las personas que asistió a casi todas las audiencias del juicio que busca determinar responsabilidades en el asesinato de Fernando Báez Sosa fue Tomás D’Alessandro: uno de los amigos que este joven, de dieciocho años al momento de su muerte en enero de 2020, había hecho en su paso como alumno del Colegio Marianista de Caballito. De hecho, tal como contó Graciela Sosa, la madre de Fernando, a su hijo “le encantaba” ir a la casa de Tomás.
El chico que compartió el aula del secundario con la víctima hasta que ambos egresaron en 2018 asistió a 11 de las 13 audiencias realizadas en la sede judicial de Dolores y dio su testimonio en la segunda jornada del proceso. En aquella ocasión, relató su visión de lo ocurrido al momento del crimen, y fue escuchado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1.
Este juzgado, compuesto por los magistrados María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari, deberá dictaminar, el 6 de febrero, la sentencia sobre los ocho acusados, un grupo de amigos de Zárate de entre 19 y 21 años al momento del homicidio y que llevan poco más de tres años detenidos con prisión preventiva: Luciano Pertossi, de 21 años actualmente; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Máximo Thomsen, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23; y Blas Cinalli, de 21.
Tomás D’Alessandro, a quien apodan “Gallo”, fundó un equipo de Esports llamado Ryu Esports, con el que compitió en juegos, como el Counter Strike GO, y en torneos con rivales de toda la región. También es CEO de este grupo, que cuenta con sponsor de marcas de servidores y proveedores de software.
Su vida cambió el verano de 2020. D’Alessandro era una de las personas más cercanas a Fernando y era uno de los integrantes del grupo de amigos que viajó a Villa Gesell junto a él. De hecho, fue uno de los que compartió la última noche en la vida de aquel joven, que ese año había quedado habilitado a cursar la carrera de Derecho de la UBA tras aprobar el CBC.
Qué testificó Tomás D’Alessandro en el juicio
Ese 18 de enero fueron al boliche Le Brique y, cerca de las cuatro y media de la mañana, el joven que hoy pide justicia por su amigo fue escoltado afuera junto a él por el personal de seguridad. Salieron por sus propios medios tras un cruce con los jóvenes de Zárate que hoy son juzgados por el asesinato y que, aquella noche, también fueron expulsados, con mayor resistencia, del local.
Apenas minutos después, comenzó lo que Tomás D’Alessandro testificó ante el tribunal: el momento en que Báez Sosa fue atacado por la espalda -hecho por el que la querella responsabiliza a Enzo Comelli y Ciro Pertossi- y la posterior paliza, del resto de los integrantes del grupo, que acabó con su vida. En este sentido, los representantes legales de los padres de Fernando y la fiscalía buscan calificar a los ocho como coautores. A través de evidencias fílmicas, localizaron en mayor proximidad y golpeando a la víctima, a Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz y Máximo Thomsen, además de los ya mencionados.
De este modo, el testimonio de Tomás, en la segunda jornada del juicio, no solo sirvió para ubicar a los acusados en la escena, sino que fue útil para dar luz sobre qué fue lo que hicieron los demás imputados, quienes -según contó- se abocaron a atacar a quienes buscaban defender al joven que moriría por los golpes recibidos. En ese sentido, uno de los aportes más fuertes que dio D’Alessandro fue cuando dijo: “Yo escuché a Matías Benicelli decirle a Fernando: ‘A ver si volves a pegar negro de mierda’”.
Tomás quiso intervenir para defender a Fernando, lo tiraron al piso y lo patearon. “Me agarro del pantalón de uno de los agresores, me patean de nuevo y cuando me reincorporo, quedo cara a cara frente a un sujeto, que era Lucas Pertossi”, explicó.
“En medio de su declaración, D’Alessandro fijó su mirada en los ocho acusados. Los miró con firmeza”, narró el periodista de LA NACION Gabriel di Nicola, quien sigue el proceso judicial desde Dolores.
Tomás fue una y otra vez a Dolores para estar presente en el juicio, siempre acompañado por su madre. Así fue como protagonizó uno de los momentos más emotivos: el abrazo que le dio a Tomás Bidonde, uno de los testigos del hecho, quien se lamentó con los padres de Fernando y les dijo: “Perdón porque no pude hacer nada aquel día”.
Sin embargo, pese a su asistencia casi perfecta, decidió ausentarse en la última audiencia testimonial, en la que declararon varios de los acusados, y en cambio participó del acto encabezado por la familia de Báez Sosa en el anfiteatro de la ciudad de Dolores, donde esperan una condena que, piden, sea de prisión perpetua.
En sus redes sociales, D’Alessandro pide justicia por su amigo a través de distintos mensajes y con la imagen que tiene de portada en su cuenta de Twitter. Extendida sobre su perfil, se ve una foto del grupo que estuvo en aquel viaje fatídico a Villa Gesell. Imágenes y palabras que exponen el dolor de sus seres queridos, a tres años del adiós Fernando.
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