Quién era Julián Giménez, el piloto de Aerolíneas Argentinas que murió tras ser atropellado en Vicente López
El joven de 28 años falleció después de permanecer internado durante 20 días; el abogado Santiago Tomás Mazzini, conductor de la camioneta que lo arrolló, continúa prófugo
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LA NACION
Luego de 20 días de internación murió Julián Giménez, el piloto de Aerolíneas Argentinas que fue atropellado después de una discusión de tránsito cuando circulaba con una moto por el partido bonaerense de Vicente López. El conductor de la camioneta que arrolló al joven de 28 años es el abogado Santiago Tomás Mazzini, quien continúa prófugo de la Justicia desde que se ordenó su detención.
El hecho provocó una gran conmoción en nuestro país luego de que circulara por las redes sociales el video de las cámaras de seguridad del municipio, que registraron la pelea que terminó con un brutal choque y que dejó a la víctima internada en grave estado.
El violento enfrentamiento entre Giménez y Mazzini comenzó a las 16 del miércoles 4 de agosto por una maniobra de tránsito. “Todo indica que, tras una discusión entre ambos conductores, que se extendió por unas cuadras, en el cruce de la avenida San Martín y las vías del ferrocarril Mitre el motociclista [Giménez] rompió de un golpe el espejo retrovisor del lado del conductor de una camioneta Jeep Renegade. En ese momento, el imputado [Mazzini] cambió la dirección de circulación y embistió a la moto. La pasó por arriba”, explicó a LA NACION una fuente al tanto de la investigación.
Luego del choque, Giménez fue intervenido quirúrgicamente dos veces. Y en las últimas horas antes de su fallecimiento, los médicos habían explicado a sus allegados y a su abogado, Diego Carbone, que tendría “secuelas de por vida”. El letrado que defiende a la familia de la víctima sostuvo que “quieren preso” a Mazzini.
Quién era Julián Giménez, el piloto que murió luego de ser atropellado
Quienes conocían a Julián Gustavo Giménez aseguran que siempre se esforzó por su sueño de ser piloto de avión, al igual que su padre Gustavo. Una compañera de colegio publicó un mensaje en Facebook para explicar algunos detalles de la vida de su amigo. “Hizo sus prácticas para hoy poder ser piloto. Es una gran persona, tiene una hermosa familia y duele mucho leer a tanta gente que justifica que le hayan pasado por arriba”, publicó Kammy Sulmo.
Además, lo defendió ante las acusaciones de varios usuarios que festejaron que el abogado hiciera justicia por mano propia. “Lo conozco a Julián y leí muchas cosas, no es ‘motoquero’, no es ‘motochorro’”, manifestó la joven en un grupo de vecinos de Florida.
En su perfil de LinkedIn, Giménez detalló que se encontraba habilitado como piloto comercial de primera clase de avión, además de haber alcanzado un alto nivel de inglés y desempeñarse como instructor de vuelo.
En Instagram, los posteos de Julián muestran que, además de dedicarse a la aviación, el joven piloto disfrutaba de viajar y recorrer distintos lugares turísticos emblemáticos. Una de sus fotos con más likes es en la Escalera de Selarón, ubicada en el barrio Santa Teresa en Río de Janeiro.
Sin rastros del acusado
Por su parte, el hombre que todavía está prófugo y es buscado intensamente por la policía eligió como abogado defensor a Diego Szpigiel, quien estuvo al frente de la causa del periodista Eugenio Veppo, condenado a nueve años y tres meses de prisión por atropellar y matar a una inspectora de tránsito en 2019, y de la de Lino Villar Cataldo, el médico que mató a un ladrón frente a su casa de Villa Ballester.
Mazzini, de 37 años, está esperando un bebé junto a su pareja. De hecho, conducía su camioneta Jeep junto a la mujer embarazada cuando ocurrió la discusión en plena calle.
Szpigiel confirmó a la agencia de noticias Télam que Mazzini “es un abogado que trabaja en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) hace como 17 años” y que el día del episodio “viajaba con la mujer que está embarazada y a quien todavía no le tomaron declaración y va a dar cuenta de todo lo que pasó”. En su escrito, el letrado destacó que Mazzini “al momento del hecho, se quedó junto a la víctima y fue quien llamó al 911”, que “no huyó del lugar ni nada parecido” y que, por su personalidad, “no podría sobrevivir a la realidad carcelaria”.
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