El profesor detenido por grooming ya había estado bajo sospecha en otro colegio
Cuando se hizo pública la detención del profesor de Lengua Adrián Rowek, sorprendido en la cama con un alumno de 14 años en su casa del barrio porteño de Villa Real, a los padres de decenas de estudiantes ya adolescentes no los sorprendió la noticia ni el nombre del imputado. Años atrás habían presentado quejas por la actitud sospechosa del docente con sus hijos.
Hasta 2013, según informaron a LA NACION fuentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Rowek, que ahora tiene 50 años, trabajó en el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) como tutor (como se llama en ese colegio a los preceptores).
"Hubo quejas de padres por ciertas actitudes y miradas a chicos que no correspondían. Era una persona muy carismática, que caía muy bien entre los alumnos", afirmaron las fuentes consultadas.
Hoy, la fiscal Daniela Dupuy, pedirá ante la jueza penal, contravencional y de faltas porteña Cristina Lara que el docente cumpla la prisión preventiva en una unidad penitenciaria.
La representante del Ministerio Público presentará las pruebas contra el profesor. La causa comenzó después de una denuncia que hizo la familia de un adolescente de 12 años al descubrir en el teléfono celular imágenes de contenido sexual que le habría enviado Rowek. El mismo día de la detención se reunió con familiares de la escuela pública de Villa Devoto en la que trabajaba el profesor; además de darles detalles de la investigación, abrió allí un canal de comunicación para ampliar la pesquisa e intentar develar si en ese establecimiento hay más víctimas del depravado. Pero, atento a los antecedentes laborales del imputado, y a indicios que comenzaron a aparecer en las redes sociales, todo indica que la fiscal Dupuy ampliará la investigación. Sospecha que el Nacional Buenos Aires también pudo haber sido un coto de caza para el abusador.
Según pudo saber LA NACION, en el mismo día que se conoció la noticia de la detención del profesor hubo intercambios de mensajes en un grupo de Facebook denominado Madres y Padres Autoconvocados del CNBA.
"En el 2009, durante un viaje de fin de curso de la primaria, un profesor de otro colegio del que iba mi hija, pero con el que viajaron juntos, mantenía conversaciones sexuales vía chat con alumnos varones. Después de las quejas de los padres, las autoridades del colegio le pidieron la renuncia", dijeron en la charla virtual a la que tuvo acceso LA NACION. No hicieron referencia al establecimiento educativo -sería de Palermo-, pero sí dieron a entender que se trataba del mismo docente.
El mismo informante relató que, en 2011, su hija le contó que ese mismo profesor era tutor en el Nacional Buenos Aires. "Tenía muy buena relación con los pibes, y eso la preocupaba", dijo en el chat de Madres y Padres Autoconvocados.
Este padre contó que le había pedido a su hija que estuviese alerta. Y agregó que había pedido una reunión con los directivos del CNBA por mesa de entradas. Lo recibió el vicerrector del turno tarde.
"Con cautela, le mencioné mi preocupación, sin hacer nombres propios; sin embargo, él supuso con certeza de quién estábamos hablando. Ante la ausencia de respuesta y la incomodidad que sentía, porque los compañeros de mi hija decían que eso no era posible, que este profesor era buena onda, le pedí a ella que estuviera alerta y les avisara a sus compañeros más cercanos. Hoy algunos de ellos son lo que le avisaron de este procedimiento policial que se demoró por lo menos diez años en concretarse", agregó el padre, en el texto publicado en Facebook.
Hubo al menos 25 comentarios en la publicación. Una mujeres respondió: "Ese profesor ya no está en el colegio. Por lo que averigüé, lo lamentable es que las autoridades de ese momento simplemente no le renovaron el contrato. Sobre todo teniendo datos de que se trataba de alguien evidentemente peligroso para estar en contacto con niñxs y adolescentes. Es decir, si fue así, 'se sacaron el tema de encima' y nada más..."
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