Un auto “fantasma” divide las teorías sobre el choque en cadena en el que murieron una mujer y su hija de 10 años
El camionero dijo que no vio nada extraño hasta que sintió el impacto, que le desbalanceó el semirremolque y le hizo perder el control; los ocupantes del Peugeot 206 que lo embistió dijeron que los había encerrado un auto que huyó de la escena; los tripulantes de otro auto siniestrado los desmintieron
- 7 minutos de lectura'
La tragedia ocurrida anoche en el kilómetro 15 de la Panamericana, a la altura del puente de Pelliza, en Vicente López, donde murieron una mujer de 44 años y su hija, de 10, y varias personas resultaron heridas, aún tiene varias incógnitas para develar.
La Justicia intenta determinar si el choque múltiple se originó después de que el conductor de un Peugeot 206 hiciera una brusca maniobra al verse encerrado por otro vehículo o si todo comenzó cuando ese automovilista, después de hacer varios zigzag, embistió al camión con semirremolque que transportaba un contenedor vacío. El container volcó en la mano contraria de la autovía y aplastó el Toyota Corolla patente AB064OU en el que viajaban Sol Quirno, de 44 años, su hija Camila Centeno, de 10, y su hijo Nicolás, de 12, que sobrevivió milagrosamente y hoy fue dado de alta.
La primera hipótesis, a partir de las declaraciones testimoniales de los tres ocupantes del Peugeot 206, fue que la tragedia se originó cuando los encerró “un auto gris o blanco” que obligó al conductor a dar un volantazo para evitar el choque, aunque eso lo llevó a impactar contra las ruedas del semirremolque que se dirigía hacia Zárate para cargar mercadería.
“Tanto el conductor del Peugeot 206 como sus dos acompañantes afirmaron haber sido encerrados por un auto gris o blanco. Sus declaraciones fueron coincidentes”, explicó una fuente del caso.
Pero la declaración testimonial de un adolescente de 17 años que conducía otro vehículo involucrado en el choque múltiple, y la de un testigo que llamó por teléfono para aportar información, echan un manto de duda sobre la versión de los ocupantes del Peugeot 206. Esos dos testigos negaron la existencia del vehículo que desapareció de la escena antes de la carambola de choques.
Ahora, el fiscal Gastón Larramendi, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Oeste, intenta reconstruir los momentos previos al choque múltiple, en el que participaron al menos tres autos y el camión. Ya pidió a la policía el relevamiento de las cámaras de seguridad instaladas en la autopista Panamericana y en la avenida General Paz.
“Hay que determinar si es verdad que existió el auto ‘fantasma’ del que hablan los ocupantes del 206 o si, como dicen el conductor de otro de los autos involucrados y un testigo, el Peugeot iba haciendo zigzag”, dijo a LA NACION una fuente con acceso al expediente.
El fiscal Larramendi también solicitó al personal policial que busque en el historial de llamadas al 911 si alguna persona se comunicó para denunciar lo ocurrido o para pedir auxilio.
La secuencia del choque
Por el momento, el representante del Ministerio Público Fiscal tendría acreditado que el chofer del camión marca Scania circulaba por el carril lento dentro de los límites de velocidad permitidos cuando fue embestido por el automóvil Peugeot 206.
El Peugeot 206, tras el choque, hizo un giro de 180 grados y quedó orientado en sentido a la ciudad de Buenos Aires. El impacto, en tanto, hizo que el chofer del camión, identificado como Diego Iturrarte, de 48 años, perdiera el control y se cruce hacia el carril rápido. Allí chocó contra el Toyota Corolla patente LZW-825 que conducía un joven de 17 años –acompañado por otro de la misma edad– y que quedó aplastado contra el muro de contención de hormigón de un metro de altura.
Iturrarte sufrió una fractura en uno de sus brazos y fue dado de alta desde el Hospital Municipal de Vicente López. Los dos adolescentes del Corolla, que quedó totalmente destrozado, sufrieron politraumatismos.
“El fuerte impacto hizo que el semirremolque volcara su carga pesada sobre la mano que va hacia la ciudad de Buenos Aires y cayó sobre el auto donde iban las víctimas”, afirmaron las fuentes consultadas.
El contenedor dio de lleno del lado izquierdo del Toyota Corolla. “Nicolás salvó su vida porque estaba sentado en el asiento trasero del lado del acompañante. En cambio, su hermana Camila iba sentada detrás de su madre. Sol Quirno y su hija murieron en el acto. Los tres tenían puestos los cinturones de seguridad”, explicaron fuentes del caso.
Iturrarte ya declaró como testigo. Afirmó que no pudo ver nada, sino que sintió el fuerte impacto [cuando el Peugeot 206 chocó contra el contenedor] y percibió cómo se desbalanceó el camión, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales.
El contenedor, que estaba vacío, pesa cerca de cuatro toneladas. El chofer, que no tiene multas de tránsito en su historial de conducción, se dirigía a Zárate, a la planta de Papelera del Plata, a cargar mercadería para distribución, explicaron los voceros consultados. Su declaración fue “creíble”, dijeron las fuentes consultadas.
El camionero también afirmó que el contenedor estaba bien colocado, según las normas exigibles. Ese es uno de los puntos cruciales de la investigación, ya que el fiscal debe establecer si hay responsabilidad penal atribuible al chofer en esta tragedia.
El fiscal Larramendi, con colaboración de personal de la policía bonaerense, intenta también verificar la teoría de “la encerrona” de la que hablaron los ocupantes del Peugeot 206. Si se confirmara que existió, el próximo paso será identificar el vehículo y al conductor para determinar responsabilidades con respecto al choque.
El representante del Ministerio Público Fiscal espera los peritajes de la Policía Científica para conocer las velocidades a las que circulaban los vehículos involucrados en la tragedia.
En principio, según explicaron fuentes con acceso a la investigación, no habría filmaciones de los momentos previos al choque múltiple.
“Las cámaras de la autopista Panamericana no habrían filmado la secuencia del siniestro que terminó con la muerte de Quirno y de su hija Camila”, dijo un detective del caso.
“Hay que reconstruir lo que pasó y ver si se imputa a algunos de los conductores por homicidio culposo. El objetivo es conocer si alguno de los automovilistas hizo alguna maniobra imprudente o circulaba a una velocidad mayor a la permitida. También se intentará determinar si el camión tenía todas las medidas de seguridad obligatorias para circular con un contenedor en el semirremolque”, dijo a LA NACION una fuente de la causa.
En el Toyota Corolla patente LZW-825, chocado por el camión después de ser embestido por el Peugeot 206, viajaban dos adolescentes de 17 años, Emiliano M. y Santiago A., quienes, en un primer momento, fueron trasladados al Hospital Municipal de Vicente López, en Florida.
“Emiliano M. sufrió una fractura en una de sus piernas y un golpe en su cabeza. Santiago A. sufrió varias fracturas. Desde el Hospital Municipal de Vicente López fueron trasladados por sus respectivas obras sociales a clínicas privadas”, explicaron los voceros consultados.
Uno de ellos, pese a las lesiones sufridas, ya declaró ante el fiscal. “El muchacho y el testigo que llamó para aportar información fueron coincidentes en cuanto a que no hubo una encerrona al Peugeot 206. Falta la declaración del acompañante, que todavía no estaba en condiciones de declarar”, agregaron fuentes judiciales.
En el operativo de auxilio de las víctimas participaron cuatro ambulancias del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME), una unidad de triage, cuatro patrulleros de la policía bonaerense, siete móviles de la Patrulla Municipal de Vicente López y uno de Defensa Civil local.
Otras noticias de Inseguridad vial
Más leídas de Seguridad
Dio una vuelta en el aire. Cruzó la calle sin mirar, fue embestido por un auto y se salvó de milagro
Ciberestafas. Alerta por falsos mensajes de WhatsApp con la imagen de uno de los fiscales que acusó a Cristina Kirchner
Rápida de reflejos. Una mujer frenó la huida de hombre que acababa de robar un celular al arrojarle una silla
Golpes, fracturas y amenazas. Noche de terror en un country de Pilar por el ataque de un cruento grupo comando