Prostitución "VIP". Procesan al representante de modelos Leandro Santos
Leandro Ernesto Santos, el representante de modelos acusado de haber montado, a través de una agencia, un sistema de proxenetismo y promoción de la prostitución "VIP" en fiestas y con clientes en Uruguay y en la Argentina, fue procesado sin prisión preventiva como integrante de una asociación ilícita que facilitó la trata de personas con fines de explotación sexual. El juez federal Sebastián Casanello le trabó un embargo por $10 millones y le prohibió la salida del país.
El magistrado dictó la misma medida, pero en calidad de partícipes primarios de la asociación ilícita y partícipes necesarios de la trata de personas con fines de explotación sexual para el exsocio de Santos, Luis César Zanardi, y para los hermanos, Micaela Hebe y Rodrigo Ernesto Santos. En su caso, el embargo fue de $5 millones.
Santos está acusado como autor del delito tipificado en el artículo 145 bis del Código Penal, que dispone que "el que captare, transportare o trasladare, dentro del país o desde o hacia el exterior, acogiere o recibiere personas mayores de dieciocho años de edad, cuando mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima, con fines de explotación, será reprimido con prisión de 3 a 6 años", aunque la escala, en este caso, se elevaría a 4 a 10 años de prisión por la pluralidad de víctimas (más de tres) y por haber sido llevada adelante por "tres o más personas, de forma organizada".
Según se desprende del expediente judicial, la investigación comenzó en abril de 2016, cuando una denunciante que declaró bajo identidad reservada sostuvo que entre los 2013 y 2014 Leandro y Micaela Santos eran dueños de una agencia de modelos que captaba a mujeres y luego les ofrecía "encuentros" con distintos hombres que tenían por fin la prestación de "servicios sexuales", de los cuales se les retenía un 30% de lo "recaudado".
La denunciante sostuvo que, al principio, la relación laboral había sido normal. Ella se había contactado para que Leandro Santos la representara en publicidades, desfiles y diferentes eventos de marketing que le surgían. Pero cuando tuvieron más confianza él le ofreció "ciertos trabajos más rentables, refiriéndose a comidas con empresarios, con gente de muy buen pasar económico, con los fines de ir a cenar y, a posteriori, intimar sexualmente con ellos a cambio de dinero, cifra que manejarían él y su hermana Micaela Santos, previo descuento de su porcentaje".
Otras modelos le contaron a la denunciante que habían aceptado el "ofrecimiento" para no enojar a Santos. Ella no aceptó y su trabajo no pasó de "presencias en boliches" y algún que otro desfile, sostuvo en el expediente.
La denunciante, además, declaró como testigo en la causa donde se investigó la muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida en enero de 2015.
Y presentó otra denuncia contra Santos y Jorge Zonzini (representante mediático que oportunamente ofició de vocero de la familia de Nahir Galarza) "debido a que había recibido amenazas, extorsiones y acosos constantes por parte de los nombrados, antes y después de presentarse a una declaración testimonial en el marco de la causa que investiga el fallecimiento de Nisman, para evitar que pusiera en conocimiento de los medios de comunicación y de la Justicia el negocio que los nombrados llevarían adelante", según consta en el expediente judicial.
En septiembre pasado, la Corte Suprema de Justicia revocó una decisión del fallecido juez federal Claudio Bonadio que había autorizado la extradición de Santos a Uruguay, donde también era investigado en una causa de "prostitución VIP". En el fallo se determinó que tenía que ser juzgado en la Argentina porque, a nivel local, había una causa en la que se perseguían los mismos cargos.
Cama egipcia
En la resolución con la que Casanello procesó a Leandro Santos se resaltaron como elementos de prueba las declaraciones de seis víctimas, que declararon bajo reserva de identidad.
En esas declaraciones relataron con detalles las fiestas a las que eran llevadas las modelos de la agencia.
Una de las víctimas, de nacionalidad uruguaya, recordó detalles de un viaje a Buenos Aires en el que Santos la llevó a comprar ropa "provocativa"; afirmó que no podía salir de la habitación del hotel si no lo hacía acompañada por el socio del representante de modelos.
Santos las habría obligado a mantener relaciones sexuales con participantes de una fiesta en un galpón en el barrio de Palermo, de la que habrían participado aproximadamente diez hombres y 16 mujeres, así como también con los asistentes de una reunión en la casa de un amigo de Leandro Santos para que les permitiera asistir a una "presencia" en el boliche.
"Cuando llegamos no había cuartos, había un telón que se abría y apareció una cama tipo egipcia y empezó a desnudarse una chica; había droga […], el encargado del lugar me encerró en un escritorio porque me dijo que no había tenido relaciones con nadie, y me metió a un tipo y me dijo que si no me iba, por lo que me acosté con él", sostuvo la víctima, según consta en el expediente judicial.
Cuando volvió a Uruguay tuvo que empezar una terapia psicológica, afirmó.
A las víctimas les pagaban entre 300 y 350 dólares y hubo modelos que fueron obligadas a tener relaciones sexuales.
El representante de modelos, su socio Zanardi, Micaela y Rodrigo Santos fueron indagados entre el 26 y 27 de noviembre pasados.
"No todas las mujeres de la agencia de Leandro Santos eran explotadas sexualmente; algunas de ellas se dedicaban a efectuar trabajos de modelaje únicamente. Las otras, inmersas en el contexto descrito, aceptaban tal propuesta como garantía de éxito y por temor a perjudicarse en sus carreras. Incluso, el grado de exposición mediático de algunas de las mujeres que formaron parte de la agencia dificulta aún más que quisieran exponer la realidad de lo que sucedía puertas adentro en aquel entonces y no es casual que su relato se haya limitado a compartir lo que estaba sucediendo con las nuevas ingresantes por empatía, al estar todas inmersas en la misma situación de vulnerabilidad. En este sentido, las que pudieron denunciar los hechos investigados manifestaron que muchas compañeras también eran explotadas sexualmente y que ellas habían accedido no solo para 'hacer más dinero' sino también para 'no enojar a Santos, ya que si no accedías a su propuesta ibas a ser dejada de lado en la agencia'. El optar por no denunciar en estos contextos es frecuente y es lo que justamente los explotadores buscan", explicó Casanello en su resolución.
La denuncia de Natacha Jaitt
Natacha Jaitt, la mediática que murió en febrero de 2019 después de consumir drogas en una fiesta de Tigre, había dicho en 2017 que "Leandro Santos armó esta agencia de modelos que nunca fue una agencia de modelos. Siempre fue de prostitutas VIP de entrada. Quienes trabajaban en esa agencia, eran todas prostitutas VIP que no está mal, mientras sea elección propia. El problema empieza cuando hay trata de mujeres y menores".
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