Prisión perpetua para un efectivo de la Prefectura por el asesinato de un joven
El cabo Pablo Brítez fue condenado por el homicidio de Cristopher Rego, a quien baleó por la espalda en agosto de 2018, cuando la víctima evadió un control vehicular porque no tenía consigo los documentos de la camioneta; otros cuatro recibieron cuatro años de cárcel por encubrimiento
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Un cabo segundo de la Prefectura Naval Argentina (PNA) fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Cristopher Rego, un joven de 26 años asesinado de un balazo por la espalda al evadir un control vehicular en agosto de 2018, en el barrio porteño de Parque Patricios.
En tanto, cuatro integrantes de esa fuerza de seguridad recibieron cuatro años de cárcel por el delito de “encubrimiento doblemente agravado” y otros dos fueron absueltos tras ser juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3.
La pena máxima recayó sobre el cabo segundo Pablo Miguel Brítez, de 30 años, como autor material del “homicidio doblemente agravado por su comisión con arma de fuego y por abuso de sus funciones como miembro de seguridad” en perjuicio de “Bocha” Rego.
El fallo fue dado a conocer a las partes de manera semipresencial, ya que los jueces Julio Báez, Gustavo Rofrano y Pablo Valle y algunos imputados estuvieron presentes en la sala, al igual que familiares de la víctima.
Al escuchar la condena para Brítez, Jorge Rego, padre del joven asesinado, interrumpió la lectura del veredicto con insultos hacia el acusado.
“¡Te odio, pedazo de hijo de puta! ¡Me mataste a Bocha! ¿Y pedís disculpas? ¡Gracias jueces, gracias!”, dijo el hombre, representado por la abogada Rosario Fernández, mientras se escuchaban aplausos de otros allegados y familiares.
Eel cabo primero Cristian Alberto López, de 29 años; la marinera Lucila Tamara Carrizo, de 24; el cabo segundo Javier Eduardo Fernández, de 24, y el cabo primero Rubén Darío Viana, de 30, fueron condenados a cuatro años de prisión por “encubrimiento doblemente agravado” y a ocho años de inhabilitación.
Por último, el TOC 3 absolvió al ayudante de primera Roberto Mariano Paredez, de 47 años, y al oficial ayudante Axel Gregorio Díaz Guevara, de 27, que habían llegado imputados por el delito de “encubrimiento por omisión de denuncia”.
“Creo que fue un juicio ejemplar, se hizo justicia; hay un montón de otros casos similares a los del ‘Bocha’ y a los asesinos los tienen sueltos”, dijo a Télam el padre del joven, y añadió: “Hace tres años que estaba esperando que llegue este día, así que cuando sentí que le dieron perpetua solté todo lo que tenía contenido desde el momento en el que lo mataron”.
Los hechos
El crimen de Cristopher ocurrió alrededor de las 2.40 de la madrugada del domingo 12 de agosto de 2018 en Ancaste e Iguazú, en el límite de los barrios Parque Patricios y Barracas.
En esa ocasión, el Bocha Rego, que tenía 26 años y había sido padre hacía 40 días, iba a bordo de su camioneta Peugeot Partner blanca, que le había comprado hacía una semana a un amigo suyo. Los papeles del vehículo se los había olvidado en la casa.
“Mi hijo no paró en la avenida Amancio Alcorta, donde estaban los prefectos, y Brítez lo corrió una cuadra. Inocentemente él giró en U por la calle Monteagudo y agarró Ancaste, por lo que volvió al mismo lugar en el que estaba el control, porque él iba a Pompeya a buscar a su esposa y al hijo”, relató Jorge Rego.
Según la requisitoria de elevación a juicio, a la que Télam tuvo acceso, “Brítez se colocó sobre la calle delante de la camioneta, apuntándole con su arma reglamentaria y luego de que el damnificado lo esquivara realizó hacia el rodado dos disparos, que impactaron en la puerta corrediza ubicada en el lateral derecho, así como en la puerta izquierda ubicada en la puerta trasera del rodado. Esta última bala atravesó el asiento e impactó a Rego en la espalda”.
El joven manejó herido unas cuatro cuadras más hasta que a la altura de Ancaste al 3400 chocó contra otra camioneta que estaba estacionada, tras lo cual el propietario salió de su casa y llamó al 911.
“Mientras el rodado del damnificado se alejaba por la calle Ancaste, luego de producidos los disparos, Carrizo, Fernández, Viana y López corrieron una cuadra hasta el cruce con Ancaste, en donde junto a Brítez comenzaron a revisar el suelo en busca de los casquillos expulsados por los disparos, lugar al que más tarde volvieron con igual fin -hacia las 2.55 aproximadamente-. Tras encontrarlos, los recogieron con el objeto de ocultarlos y alterar así la escena y teatro de los hechos”, sostuvo la fiscalía.
Por su parte, personal de la Policía de la Ciudad y de Bomberos arribaron a la zona y comenzaron a investigar, tras lo cual algunos integrantes de la PNA que estuvieron en el control se acercaron.
Al respecto, el Ministerio Público determinó que “a escaso tiempo de producidos los disparos arribó un automóvil particular, el que fue abordado por Brítez, López y Carrizo, y los trasladó hasta la intersección de Ancaste y Pepirí, donde la camioneta conducida por Rego había chocado”.
“Una vez en el lugar del siniestro, los tres prefectos nombrados descendieron del rodado, se dirigieron a la camioneta chocada y tras colocarse del lado del conductor y luego de observar la parte posterior de la camioneta, se fueron corriendo hacia el auto que los trasladó, para retirarse sin brindar asistencia alguna a Rego, ni dar aviso a otras autoridades, pese a que aún el accidentado se hallaba con vida”, indicó la fiscalía.
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