Por la inseguridad y la violencia, cambiaron por octava vez en dos años la cúpula de la policía

ROSARIO. En medio de una aguda crisis de seguridad, con un recrudecimiento de los homicidios con sello narco, el gobierno de Santa Fe volvió a ensayar la misma receta: cambiar al jefe de la Policía de Rosario por octava vez en menos de un año y medio.

El ministro de Seguridad, Jorge Lagna, decidió relevar de su cargo a Natalio Marciani, quien había asumido en enero pasado. El comisario ocupó un lugar que estaba vacante, porque el mando de la unidad regional más grande de Santa Fe lo ejercía la titular de la fuerza, Emilce Chimenti. En lugar de Marciani lo ocupará la actual subjefa de la Unidad Regional II, Betina Governatori, hasta que se designe un nuevo jefe.

Desde el gobierno de Santa Fe nadie dio una explicación sobre por qué se produjeron estos cambios en la policía, si responden a un mal funcionamiento de la prevención en la seguridad pública o por los allanamientos que ordenó la justicia.

Entre el lunes y el martes fueron asesinadas seis personas en Rosario. En lo que va de abril se produjeron 20 asesinatos en Rosario, donde la violencia recrudeció esta semana no solo con nuevos crímenes, sino también con amenazas a una escuela en la zona sur de la ciudad, que generaron una fuerte conmoción. En la puerta del colegio Islas Malvinas, los directivos encontraron en la puerta 46 vainas servidas y una nota con amenazas a las maestras, que estaba clavada en una reja.

Tras este traumático episodio, la escuela estuvo cerrada este jueves, con una custodia policial que llegó después de las 7.30, cuando los medios de prensa comenzaron a alertar que el establecimiento no tenía ninguna protección. Hasta ahora no surgieron elementos en la investigación para dilucidar qué hay detrás de esta extraña amenaza.

“No tenemos resultados y avances de la investigación; sí, una propuesta clara del Ministerio que va a acompañar a la comunidad educativa con sus equipos socioeducativos para restablecer el vínculo entre alumnos y docentes”, dijo la ministra de Educación, Adriana Cantero.

El nombre de Governatori, la nueva titular de la Policía de Rosario, fue mencionado a principios de abril en el juicio que se lleva adelante contra el narco Esteban Alvarado, que está preso actualmente en el penal federal de Ezeiza. El excomisario Gustavo Pereyra, sobreseído de la causa de Los Monos y que denunció que lo habían involucrado porque investigaba los nexos con el narcotráfico, aseguró que Governatori mintió cuando declaró que esa área no investigaba operaciones de drogas. Pereyra denunció a sus jefes, Ana Viglione y Andrés Ferrato, que fueron imputados.

Los cambios instrumentados por el ministro de Seguridad se concretaron un día después de que se produjeran allanamientos en la jefatura de Policía de Rosario, ordenados por el fiscal José Luis Caterina. En las últimas horas, habría ingresado una denuncia por supuestas irregularidades en el manejo de la Unidad Regional II. El fiscal ordenó secuestrar teléfonos celulares de varios jefes policiales, entre ellos el de Marciani.

Lo llamativo es que después de los allanamientos se concretó el desplazamiento de Marciani, y ganó terreno dentro de la estructura policial, un sector que siempre tuvo influencias en la brigada de Drogas Peligrosas.

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