Poliladron: acusan a un policía de robar dólares de la billetera del empresario asesinado en San Antonio de Padua
Un testigo vio cómo el uniformado tomaba los billetes y los ponía en su bolsillo; fue en medio de la inspección de la escena del crimen; echaron al comisario e intervinieron la seccional
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Un vecino de la casa de Gabriel Izzo, el empresario asesinado a balazos la semana pasada en su casa de San Antonio de Padua, que había sido convocado como testigo para el levantamiento de rastros en la escena del crimen, denunció a un policía de robar un reloj y dólares de la billetera de la víctima.
A raíz de la denuncia, un comisario y el policía acusados fueron separados de sus cargos y la seccional de San Antonio de Padua fue intervenida.
Izzo y su esposa, Silvana Petinari, fueron atacados por un grupo de ladrones que irrumpió en el chalet de dos plantas, situado en Italia 1077, en San Antonio de Padua. Hace una semana, minutos después de las 3, los delincuentes rompieron una persona de gruesos listones de madera e irrumpieron en la vivienda.
Los ruidos despertaron a Izzo, que descansaba con su esposa en uno de los dormitorios, en la planta alta. Entonces el empresario bajó con un arma y fue sorprendido por los ladrones que lo mataron de cinco balazos luego de un intenso tiroteo desarrollado en distintos ambientes de la planta baja.
A las 16.50, cuando los policías estaban por cerrar la vivienda después que terminaran los peritajes balísticos y el levantamiento de rastros, un vecino que había sido convocado como testigo del procedimiento, mientras observaba el trabajo de dos técnicas de la División de Policía Científica en el dormitorio de la planta alta de la casa, advirtió que, en un momento en que las peritos abandonaron la habitación para tomar elementos de los maletines que tenían el pasillo, un policía, al que identificó cómo “principal de la comisaría de San Antonio de Padua”, revisaba algunas prendas del empresario asesinado.
Según consta en la denuncia, a la que tuvo acceso LA NACION, el testigo advirtió, a través del reflejo de la pantalla del televisor, cuando el policía, que usaba guantes de látex, revisaba la billetera, tomaba dólares y se los guardaba en el bolsillo. Después, arrojó la billetera de la víctima debajo de la cama.
Tras advertir el robo, el vecino, indignado, se acercó a un grupo de policías que, todavía a esa hora, estaban en la escena del crimen. “¿Quién está a cargo acá?”, preguntó el testigo. “Yo, el comisario. ¿Qué paso? Entonces, el testigo relató que dentro de la casa alguien estaba “guardándose cosas”.
Entonces, el comisario se dirigió al oficial señalado por el testigo y le pidió que investigara si alguno de los policías había tomado efectos personales y dinero de la víctima. Esto significa que, en lugar de revisar al policía acusado del robo, lo mandó a investigar.
El testigo, molesto por la situación, protestó a viva voz por lo que había ocurrido. Ante esta actitud, el jefe policial ordenó que regresara el principal acusado, lo revisó y solamente encontró la billetera del oficial acusado con $400.
“Te equivocaste”, le dijo el policía señalado por el robo de los dólares de la víctima al testigo, a modo de amenaza, luego que el comisario le diera tiempo a salir de la casa y ocultar los dólares.
A pesar de la amenaza, el testigo decidió radicar la denuncia penal contra el policía. A raíz de la acusación, la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense inició un sumario administrativo contra el jefe de calle de la seccional. Tanto el policía como el comisario fueron separados de sus cargos y la seccional fue intervenida.
El comisario duró tres meses en su cargo. Había reemplazado al anterior jefe después de una protesta de los vecinos por una sucesión de asaltos ocurridos en jurisdicción de la mencionada seccional.
Actualmente, la investigación por el homicidio de Izzo y el ataque contra su esposa, que sigue internada en grave estado, tiene un detenido. Se trata de Walter Rodríguez Sierra, de 53 años, propietario del automóvil Volkswagen Gol gris que usaron los asaltantes para escapar de la escena del crimen y que fue encontrado frente a uno de sus kioscos, en la zona de Castelar Sur.
En las últimas horas, el juez de Garantías de Morón, Ricardo Fraga, rechazó la presentación de la defensa de Rodríguez Sierra, quien había solicitado que se dicte la falta de mérito, el cambio de calificación penal por la que había sido indagado y la excarcelación. Ante esta solicitud, el magistrado le dio vista al fiscal Claudio Oviedo, quien se opuso al pedido de la defensa.
Además, el representante del Ministerio Público se enfocó en tratar de identificar a los otros dos sospechosos que acompañaron a los tres criminales que son buscados.
Según fuentes judiciales y policiales, los prófugos fueron identificados como Diego Eduardo Correa, Gustavo Julio Alberto Mac Dougall y Gustavo Damián Potenza. Las huellas de Correa fueron halladas en una puerta del auto usado en el
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