Polémica: un fallo afirma que no puede vincularse la bandera de Los Monos en la barra de Newell’s con un acto de intimidación pública
Según un camarista, se trató de una demostración que solo fue entendida por organizaciones criminales, investigadores y periodistas
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ROSARIO.-La bandera de más de 40 metros que la banda de Los Monos exhibió el 24 de junio pasado, durante la despedida del jugador Maximiliano Rodríguez, donde estaban presentes jugadores del seleccionado nacional, entre ellos Lionel Messi, no representó un delito de intimidación pública, según un fallo del camarista Javier Beltramone.
La bandera que tenía estampados las caricaturas de Ariel “Guille” Cantero –un mono con lentes- y dos de sus lugartenientes en la barra de Newell’s Leandro Vinardi (un pollo) y Carlos Escobar (un toro) sirvió para demostrar el poderío de la banda crimina sobre la barra de Newell’s, con la leyenda: “Nosotros estamos más allá de todos”. Se mostró después de una serie de atentados, entre ellos, al supermercado del suegro de Messi, y cinco crímenes, dentro del marco de una interna violenta entre la propia organización narco, como delinearon los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, cuando argumentaron en la imputación contra uno de los detenidos - Cristian Ayala, vinculado al Sindicato de Camioneros de Rosario- que la exhibición de la bandera se trató de un hecho de “intimidación pública”.
En otras causas relacionadas con este caso, se imputó a una facción de Los Monos del homicidio de Lorenzo Altamirano, que fue secuestrado en la calle y ejecutado en la puerta del estadio para que su cadáver sirviera como un envoltorio para pasar un mensaje a miembros de la barra. El despliegue de la bandera –que fue encargada a una empresa de Isidro Casanova, en La Matanza- con los dibujos se produjo en este contexto atravesado por una extrema violencia.
Al analizar una apelación presentada por la defensa del detenido, Beltramone argumentó que no se trató de un delito de esa naturaleza, porque no generó entre el público ninguna reacción intimidatoria. A pesar de que no coincidió con la calificación del delito de intimidación pública, el juez decidió que Ayala continúe cumpliendo la prisión preventiva por las imputaciones de asociación ilícita y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra en carácter de autor ya que, a su entender, contribuyó a una “finalidad criminal”.
Entre los argumentos que expuso Beltramone se destaca que la demostración de poder de Los Monos no generó una reacción inmediata en la gente de temor. “Es de vital importancia, en orden al tipo penal que se ensaya, referir que no hubo en todos los asistentes al evento deportivo ninguna manifestación inmediata, directa, clara y precisa que a consecuencia de dicha exhibición hubieren sentido una intimidación de modo tal que hubiere ocurrido un masivo desplazamiento de personas, por ejemplo, o que hubiesen dejado el estadio, o en su caso, una verdadera alarma social que cuanto menos en la celebración -desplegada la bandera-hubiere comportado una reacción de tal magnitud que provoque su interrupción, de modo cuanto menos evidente y apreciable en el tiempo”, escribió el magistrado en el fallo de 14 páginas.
El fiscal Schiappa Pietra, uno de los que ensayó la acusación bajo el delito de intimidación pública, se mostró disconforme con el fallo del camarista. “El doctor Beltramone observa de forma diametralmente opuesta a la nuestra el contexto local y nacional que estamos viviendo. Explicamos en una audiencia que esta bandera se desplegó en el medio de dos imputaciones gravísimas contra los líderes de Los Monos y con una disputa entre ellos como pocas veces hemos visto. Esa puja le ha costado la vida a mucha gente”, reconoció el funcionario.
“El Derecho no está hecho para expertos que manejan lenguajes intrincados. No hablemos difícil. No cabe duda de lo que significa esa bandera. No hay ambigüedades en un mensaje tan claro dada la forma en la que se armó y el momento que se eligió. Todos los que viven en esta ciudad saben que Los Monos manejan la barra y eso lo reafirman públicamente colgando la bandera atrás de Messi, Di María, los presidentes de la Conmebol y de la AFA y tantos referentes del fútbol local y mundial que estaban allí”, señaló Schiappa Pietra.
La visión del camarista es contrapuesta a esta mirada, como se expuso en el fallo. “Todo ha quedado en la interpretación de una bandera. Que se haya logrado determinar quién la hizo, cuánto se pagó y quiénes estarían detrás de ella demuestra la eficacia en la investigación de la fiscalía, que le aportará mayores evidencias para sostener y robustecer las acusaciones sobre los miembros de la asociación ilícita”, añadió en la resolución.
Beltramonte sostuvo que el delito de intimidación pública “apunta a generar un estado de estupor o pavor en un conjunto considerable de personas indeterminadas, las que aparecen de modo inmediato como víctimas”, y agregó: “La exhibición de la bandera generó un sinnúmero de interpretaciones que fueron posteriores en el tiempo y que significaron aportes de analistas específicos, a los fines de desentrañar qué había detrás del fuerte mensaje, uno en tantos”.
En uno de los tramos del fallo, el magistrado recordó que el propio gobernador de Santa Fe Omar Perotti estaba en el estadio cuando se exhibió la bandera. “Pensó que se trataba de un homenaje a la Fiera Rodríguez”, apuntó. “Que la bandera tenía como objetivo -posiblemente- mostrar el poderío de una banda sobre otra solo podía ser advertido por quienes están involucrados, sea como miembros de las organizaciones criminales, los que las investigan, y algún que otro periodista especializado en la materia”, sostuvo el camarista.
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