Polémica: es motochorro reincidente, lo detuvieron tras un nuevo robo y una persecución y ahora lo excarcelan

Después de un intento frustrado de robar una moto a un vecino de Mataderos que llegaba de trabajar, los dos motochorros intentaron huir a toda velocidad de un patrullero de la Policía de la Ciudad que había comenzado a perseguirlos. No llegaron muy lejos: después de 12 cuadras de una alocada carrera fueron detenidos en Parque Avellaneda tras chocar contra un móvil que se había sumado a la persecución. Uno de los delincuentes, identificado por fuentes policiales y judiciales como Martín Vila, era reincidente. Llevaba cuatro meses en libertad, después de haber cumplido una condena. Ahora, 60 días después de su arresto, fue excarcelado por decisión de la Cámara Nacional de Casación, bajo caución real y “siempre y cuando se realice previamente la debida constatación del nuevo domicilio aportado” por el acusado.

Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales. Vila y su cómplice fueron detenidos el 30 de enero pasado a las 8.30 en la avenida Directorio al 4700, en Parque Avellaneda. El intento de robo al vecino de Mataderos había ocurrido en Tandil al 5600.

Diez días después, los motochorros fueron procesados con prisión preventiva. El cómplice de Vila, como no tenía antecedentes, fue excarcelado bajo una caución real de 25.000 pesos.

Además de esa fianza, el magistrado dispuso una prohibición de acercamiento a 500 metros del domicilio y de la víctima y le impuso al motochorro el deber de concurrir al tribunal el primer día hábil de cada mes.

En cambio, el juez le negó la excarcelación a Vila. La decisión fue confirmada, por mayoría, el 25 de febrero por la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña.

En la resolución de la Cámara del Crimen, el juez Juan Cicciaro tuvo en cuenta que “si bien el nombrado fue procesado por el delito de robo en grado de tentativa, sus antecedentes condenatorios ­[fue condenado a la pena única de cinco años y tres meses de prisión, tras habérsele revocado su libertad condicional, y en otra causa fue sancionado a la pena de un año y seis meses de prisión y se mantuvo su declaración de reincidencia]­ impiden que su eventual pena sea dejada en suspenso, situación que configura un riesgo de elusión”.

El juez del tribunal de alzada también tuvo en cuenta que Vila fue “detenido en la presente causa [luego de una extensa persecución y de chocar contra un patrullero] ­cuatro meses después de haber recuperado su libertad por cumplir una de las condenas y podría ser declarado reincidente”. Para Cicciaro se trataba de claros “indicadores” de la existencia del peligro de fuga.

También valoró que la madre del imputado afirmó que Martín Vila no vivía en el domicilio declarado “desde hacía seis años” y que ella “no desea tomar conocimiento ni hacerse cargo de nada inherente a su hijo”. En consecuencia, el magistrado consideró que el arraigo era dudoso y, por lo tanto, no quedaba otra medida que la prisión preventiva para “asegurar los fines del proceso”.

Postura opuesta de la Casación

Pero ahora, con los votos de Gustavo Bruzzone y Patricia Llerena, la Sala I de Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional excarceló a Vila.

Los camaristas recordaron un caso precedente tratado por la misma sala y sostuvieron: “Esta Sala advirtió la afectación al principio de proporcionalidad que rige en materia de encarcelamiento preventivo cuando el imputado ha transcurrido en detención un lapso superior al mínimo previsto para el delito o concurso de delitos que se le imputa, lo cual ocurre en el caso, puesto que ha cuadruplicado el mínimo de 15 días de prisión. El respeto de los principios que rigen en materia de encierro cautelar exige que la detención en calidad de procesado no supere el tiempo que hubiese transcurrido en esa situación de ser condenado”.

Entonces, los camaristas hicieron lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa de Vila y concedieron la excarcelación “previa constatación del nuevo domicilio aportado, bajo caución real cuyo monto deberá fijarse en la instancia, junto con las medidas alternativas a la prisión preventiva que se consideren pertinentes a los fines de neutralizar los riesgos procesales advertidos”.

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