Plan Bandera. Tras la intervención federal se registró la cifra más baja de hechos violentos de la última década

Tras el pico de tensión y miedo por los embates del crimen organizado en Rosario, en abril de 2024 se produjo la mayor caída intermensual en la cifra de homicidios en la historia de la ciudad. Además, en el primer semestre del año se registraron las cifras más bajas de hechos delictivos violentos de la última década. Esos son los logros centrales de los seis meses del “Plan Bandera”, el desembarco de 1800 efectivos de fuerzas federales de seguridad comisionados por el Gobierno para poner freno al narcoterrorismo que mantenía en un puño al sur de Santa Fe.

Así lo afirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación, que completaron con otros indicadores el panorama alentador: bajaron los homicidios dolosos más de un 60% (de 112 entre enero y junio de 2023 a 37, en el mismo periodo de este año); caída del 50% en las intimidaciones contra la propiedad privada y extorsiones a comerciantes (una de las facetas de la diversificación de las acciones de sicariato del crimen organizado rosarino) y se redujeron un 70% los delitos violentos en las zonas de despliegue de las fuerzas federales, en un contexto general que cuantifica esa disminución en el 50% en todo Rosario. La cantidad de heridos por arma de fuego –el principal flagelo, acción de sicarios experimentados y “tiratiros” principiantes al servicio de los clanes narco– se redujo a la mitad.

“Las acciones que el Ministerio de Seguridad lleva adelante en Rosario están dando resultado porque hay un plan integral. La situación de Rosario es multicausal, por lo que era necesario un plan que contemplara y atacara todas las aristas al mismo tiempo. Por eso está dando resultado, porque se analizó la situación y se abordaron sus causas al mismo tiempo con acciones concretas y de manera coordinada”, afirmaron voceros de la cartera que encabeza Patricia Bullrich.

Las cifras del Plan Bandera dan cuenta de que en abril de este año hubo un 73% menos homicidios que en marzo, mes en el que una seguidilla de asesinatos –dos choferes de taxi, un conductor de colectivo y un playero de una estación de servicio– tuvo como consecuencia la paralización de todos los servicios de la ciudad, que quedó en un virtual toque de queda.

Esa semana trágica, que llevó la crisis de seguridad en la mayor ciudad de Santa Fe a su clímax, impulsó el significativo refuerzo del dispositivo especial montado por el Poder Ejecutivo Nacional en enero pasado. Según precisaron los voceros del Ministerio de Seguridad, se llegó al despliegue de 1800 efectivos para tareas de prevención urbana, con 140 medios logísticos (vehículos de tierra de todo tipo y porte), tres helicópteros y una lancha patrullera artillada Shaldag para operaciones en el río Paraná, para controlar la Hidrovía por donde baja la droga.

“Desde el ámbito federal se trabajó en la coordinación y la interoperabilidad de las distintas áreas, unificando criterios y alineando la política criminal, en cabeza del Ministerio de Seguridad, pero trabajando a la par con el Ministerio de Justicia, el de Defensa, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y el Ministerio Público Fiscal de la Nación. Funcionarios de alto rango supervisan las operaciones y coordinan con el gobierno de la provincia de Santa Fe y con la Municipalidad de Rosario”, explicaron desde el despacho de Patricia Bullrich.

Agregaron: “Se realizan semanalmente mesas de análisis, inteligencia criminal y operaciones conjuntas para la toma de decisiones futuras, y se trabaja con distintas áreas para dar abordaje a la problemática en todas sus dimensiones, fortalecer los controles en los pasos fronterizos, trabajar en los controles en las distintas rutas, donde se distribuye lo ingresado de manera terrestre, fluvial o por aire”.

Las acciones del Plan Bandera son ejecutadas a través del Comando Unificado de Fuerzas Federales, creado a tal efecto. Las fuerzas de seguridad trabajan en las zonas de empeñamiento, elegidas para el despliegue por ser históricamente las más “calientes” de Rosario: Ludueña, Empalme Graneros, Barrio Industrial, La Tablada, General Las Heras, Villa Manuelita, Barrio Municipal, Triángulo, Moderno, Villa Banana y Vía Honda.

Según precisaron en el Ministerio:

• Se realizan a diario operativos de saturación simultáneos y de alta visibilidad en distintos puntos de Rosario, en los horarios de mayor nivel de incidentes violentos.
• Se incorporó el Servicio Penitenciario Federal (SPF) como un “actor clave para reducir o anular la comunicación de los jefes de las organizaciones” que están presos con el exterior, para quitarles la capacidad de seguir controlando las operaciones de sus bandas desde la cárcel y de mandar a extorsionar o a matar gente.
• Se reactivó la actividad de la UIF en Rosario “para ir a fondo contra los delitos económicos”.
• Se consolidó el Grupo de Operaciones Conjunto (GOC) para investigaciones de lavado de activos, narcotráfico y crimen organizado.
• Se creó el Grupo de Elite Anti Narco de Rosario (Geanro) para el trabajo conjunto con la Justicia federal y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe.
• Se reactivaron los controles constantes de precursores químicos, tanto en rutas como en empresas.

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